Estamos entrando en el mes de junio, un mes en el que el mundo de las armas está en plena forma: el buen tiempo invita a los tiradores a pasar el día en la galería, familias y amigos se desplazan para asistir juntos a tiradas, incluso algunos se deciden a comprar el arma que tanto tiempo llevan ojeando. En este sentido es lógico que nuestros lectores se hayan fijado en el gran número de subastas de armas de la Guardia Civil que hay en esta época, una constante durante todo el año pero que parece concentrarse justo antes de la llegada del verano.
¿Habéis estado alguna vez en una de estas subastas?. Como bien sabréis, estas pujas organizadas por la Guardia Civil están destinadas a dar salida a armas que están depositadas en los servicios de armamento de las FCSE, ya sea debido a una sanción legal o un depósito voluntario. Puede que nunca hayáis asistido a una de estas subastas, aunque a buen seguro habréis visto las imágenes en los medios de comunicación y tendréis en la retina grabada la estampa de la mesa expositora de color verde, plagada de armas, en lo que parece una suerte de fosa común armamentística.
Cualquier amante del mundo de las armas sabe perfectamente que en esa mesa verde hay algo más que armas decomisadas: está el rifle del tirador que acabó cansado de la incompresión hacia su deporte. Está la Luger del coleccionista que vió la tarea imposible de registrar un arma en su libro. Está la pistola que protegió media vida a un ex-sargento retirado. En definitiva: en esa mesa está el final inevitable de las armas que, en su momento, acompañaron a sus portadores.
Uno de los motivos que nos empujaron a elegir este tema para nuestro editorial fue un comentario que encontramos en nuestra web, en el que un usuario comentaba lo siguiente, al ver el gran número de subastas de las últimas fechas:
Os pedimos perdón por este momento de sentimentalismo, pero debéis reconocer que al mirar esa mesa verde es inevitable pensar en lo injusto de nuestra cultura y en lo fácil que es que nuestras armas acaben en ella.
Por poner un ejemplo claro, lo que antes era una preciada herencia familiar, hoy en día puede convertirse en un auténtico quebradero de cabeza, tanto si el beneficiario de esta tiene licencia, como si no. Al final, el resultado será el mismo: una buena cantidad de papeleo, el consabido pase por caja... o la mesa verde. Y claro, en más ocasiones de lo que desearíamos, la situación no está como para hacer esfuerzos y desembolsos inesperados. ¿El resultado? Un arma que probablemente posee un alto valor (tanto material como simbólico), acaba malvendida o, en el peor de los casos: convertida en chatarra. Así de fácil.
Por supuesto, no estamos criticando esta manera de proceder del sistema, puesto que hoy en día y con la ley en la mano, se nos antoja difícil una solución alternativa que satisfaga a todas las partes. Sin embargo, no podemos más que solidarizarnos con los usuarios que tristemente se ven obligados a depositar sus armas, más por falta de soluciones que por ganas. Por ello, estamos felices de ver que todavía quedan alternativas como el foro de Armas.es, en concreto nuestra sección de compra-venta, un espacio en el que casos como los antes mencionados todavía pueden encontrar consejos o incluso algún usuario dispuesto a adquirir el arma.
Claro está, no es una solución para todos los problemas... pero siempre será mejor que la mesa verde.