No es la primera vez que hablamos en este medio de chalecos antibalas y placas balísticas, por lo que conocemos bien el enfoque y situación de este accesorio de protección en España y, en concreto, de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La teoría es que ningún agente mínimamente operativo debería de salir a la calle sin uno de estos (la estadística no miente: la tasa de supervivencia sin chaleco es demoledora). Sin embargo, somos conscientes de la realidad del día a día: en España hay pocas unidades policiales equipadas con chalecos adecuados y las que los tienen ven como acumulan polvo en el almacén.
Seamos honestos: la seguridad es fundamental, pero llevar un chaleco antibalas de cierto peso, a 30 – 40° y con los niveles de humedad de algunas comunidades autónomas de España, acaban obligando al agente a dejar un sudado (y en ocasiones maloliente) chaleco en el maletero del coche. Casi da vergüenza decirlo, pero realmente debemos de ponernos en la piel del que tiene que llevar el chaleco 8 horas más.
Con esto queda claro que el principal problema de España en esta materia es una nula adaptación de diseño: no existen chalecos antibalas pensados para las condiciones de nuestro país... o al menos eso pensábamos hasta que llegaron a nosotros las placas de la marca VISM.
Sobre VISM
Si seguís esta publicación regularmente, sabréis que solemos recomendar bastantes productos de la marca NcStar. La razón por la que lo hacemos está más que clara:
- Son productos tácticos americanos que triunfan en el mercado americano
- Su gasto en publicidad es modesto, por lo que sus precios no son exageradamente altos
- Es difícil no encontrar equipo NcStar en las unidades más operativas del planeta
- Fabrican material óptico y accesorios de armas a un precio más que razonable.
En este caso concreto, hablamos de VISM, una marca propia de NcStar destinada a los productos de gama alta de la compañía y a la que pertenecen las placas balísticas que vamos a analizar.
Placas balísticas VISM: una necesidad, una solución
La principal seña de identidad de estas placas de VISM es el análisis de las necesidades operativas y tácticas de perfiles que necesiten protección balística. Otras marcas fabrican un tipo de placa por nivel de protección y las lanzan al mercado sólo con la teoría en mente. VISM se aleja radicalmente de esta postura y ha lanzado una completa línea de placas de nivel IIIA (flexibles) y III+ (rígidas), pero en diferentes tamaños y formas, teniendo en mente que la adaptación al cuerpo y equipo del usuario es tan importante como la seguridad proporcionada (una vez más, el chaleco no sirve de nada en el maletero).
Sin embargo, tal como os prometíamos, en este artículo nos centraremos en la necesidad real de España. Así que a partir de ahora analizaremos estas placas desde el punto de vista de un agente español. Pero antes de ensuciarnos las manos, vamos a explicar el motivo principal por el que pusimos nuestra mirada sobre las placas VISM: su material, el UHMWPE.
Polietileno de Peso Molecular Ultra Alto: el material perfecto para España
La aramida es una vieja conocida de nuestro banco de pruebas, puesto que durante décadas ha sido el material más fiable para accesorios de protección. En concreto, la “poliamida aromática” es un polímero que al componerse en fibras desarrolla una gran resistencia a traumas de todo tipo, por lo que se ha destinado tradicionalmente a fines militares / tácticos. Kevlar, Nomex... son algunas de las marcas / fibras de aramida más conocidas del mercado.
¿Cuál es el principal problema de la aramida? Que difícilmente se adapta a las necesidades operativas de nuestro país. No sólo es que es difícil que un chaleco de nivel III tenga un peso que permita portarlo todo el día sin dificultad, es que la aramida tiene un defecto que en “Minnesota” no será para tanto, pero que en Valencia es catastrófico: absorbe la humedad. ¿Imaginan cuanta humedad puede producir un agente en Agosto a 35 grados a la sombra? Afortunadamente, en el caso de las placas VISM hablamos de UHMWPE, otro polímero que entre otras cosas tiene un índice de absorción de humedad de prácticamente 0%.
El “Polietileno de Peso Molecular Ultra Alto” es una superfibra parecida a la aramida (Dyneema o Spectra son fibras derivadas de este material), pero con un concepto estructural opuesto: la resistencia del UHMWPE proviene de sus enormes moléculas de polietileno, que gracias a su tamaño requieren de menos enlaces entre ellas, en oposición a la aramida que consiste en pequeñas moléculas muy pegadas entre sí con numerosos enlaces. Esto se traduce en que es muchísimo más difícil romper una cadena molecular de UHMWPE que una de aramida. Es más, esta alta densidad molecular se traduce automáticamente en otros datos mucho más llamativos:
-Resistencia al trauma: es 15 veces más resistente que el acero, mientras que la aramida es 7 veces más resistente que el acero.
-Resistencia a la abrasión: la media de tests anti-abrasión ha demostrado que es entre 2,5 y 8 veces más resistente que otras fibras.
-Peso: su concepto estructural hace que sea un material ligero, con una densidad muy baja que le permite flotar en el agua (en su estado básico), mientras que la densidad de la aramida es 5 kg / m3 superior al UHMWPE.
-Absorción de humedad: presenta un índice de prácticamente el 0%. En cambio la aramida absorbe un 3,5% de su propio peso en humedad.
-Resistente al lavado: las características del UHMWPE hacen que sea totalmente lavable las veces que sean necesarias, sin pérdida alguna de calidad. Sin embargo hay estudios que demuestran que la aramida puede perder un 16% de su rendimiento en tan sólo 2 lavados.
Si estos argumentos no te han convencido, tenemos otro que hará que veas al UHMWPE como el material perfecto para un chaleco antibalas: la confección de las capas de la placa. La aplicación del UHMWPE a placas balísticas suele desarrollarse en forma de láminas superpuestas, cada una con las finísimas fibras cubriendo todos los ángulos y direcciones. Esto consigue que la resistencia estructural de la placa sea máxima en cualquier parte. ¿Han escuchado alguna vez eso de que un chaleco es más débil en sus extremos? Es uno de los defectos de la aramida que el UHMWPE corrige. Da igual donde dispares: este material está preparado para ello.
Por supuesto, todo tiene sus límites. Es cierto que el UHMWPE puede perder propiedades cuando alcanza temperaturas de 70°... al igual que cualquier polímero sometido a temperaturas extremas. Pero claro, ¿a quién se le ocurriría dejar almacenado durante mucho tiempo su chaleco antibalas en el maletero del coche (por ejemplo)? Esta placa no está hecha a prueba de irresponsabilidades: está hecha para ser portada.
Si es tan bueno, ¿por qué es barato?
Acabamos de enumerar algunas de las características de los 2 materiales más resistentes al trauma del mundo, en lo que claramente es una demostración del mayor rendimiento del UHMWPE. Sería ilógico que nadie se preguntara la razón por la que las placas balísticas son tan asequibles en comparación con otros ejemplos.
La respuesta es bien sencilla: el coste de marketing. Cuando adquirimos un chaleco antibalas normalmente desembolsamos una cantidad alta, que no solo cubre el valor del equipo, sino que en un porcentaje altísimo compensa el gasto de marketing de la empresa vendedora. Y eso VISM no lo necesita... además, no es raro que las empresas incluyan un seguro de varios millones de euros (que lógicamente aumenta el precio). Aunque pensándolo bien, ¿de qué te sirve una indemnización en el otro barrio?
La estrategia publicitaria de NcStar / VISM siempre ha sido la de introducirse poco a poco en el mercado, dejando que sus bajos precios y alta calidad hablen por ellos. Así, algunas de las unidades que utilizan hoy en día las placas VISM en la actualidad son del nivel del Departamento de Policía de Los Ángeles.
Y llega la hora de la verdad: ponemos a prueba las placas VISM.
Prueba con pistola - Placa VISM IIIA vs 9mm
-El primero de los tests obedece a una lógica aplastante: el nivel IIIA se ha diseñado específicamente para detener este calibre, y otros más, pero por decirlo de alguna manera, el nivel comienza en el calibre 9 mm. Esta munición es la más extendida en el uso de arma corta, siendo por supuesto la elección de gran parte de las FCSE, como la Guardia Civil y, por desgracia, de “los malos”.
Por fortuna, contábamos con el informe previo, realizado el 6/15/2016, por NcStar en EEUU y la empresa Chesapeak Testing (expertos autorizados en la prueba de productos balísticos), según el estándar de seguridad del NIJ-STD0101, que acredita su nivel IIIA. En concreto, la prueba consistió en 6 disparos con un .44 Mag. de la marca Speer con punta JHP de 240 grains y una velocidad media 438 m/s, a 5,24 metros de distancia del blanco. ¿Resultado? Ninguna perforación. Ahora, toca ver si la misma placa es capaz de repetir estos espectaculares resultados.
Antes de ahondar más en la prueba balística, tenéis que saber que contamos con un profesional que garantiza, no sólo la completa y total seguridad del test, sino que aumenta las posibilidades de éxito en el análisis. En este caso, hemos tenido el honor asistir a la prueba ejecutada por el Inspector de Policía Eugenio Martínez Salido, experimentado instructor de tiro y experto en la materia.
Volviendo a los detalles previos a la prueba, el arma elegida por el Inspector Martínez es en este caso una pistola CZ Breno 75, un arma corta popular en algunos miembros de las fuerzas del orden.
Los disparos de la prueba se realizaron a un metro de distancia de la placa, por 2 razones principalmente: exigir el máximo de la placa y simular un enfrentamiento a corta distancia. Gracias a estos requisitos, se podía estar seguro de que si las placas conseguían detener los impactos, su calidad estaba asegurada, así como su resistencia en un tiroteo real. No debemos olvidar que, según el FBI, la mayoría de las muertes de agentes de policía contra un oponente armado con pistola, se producen a una media de un metro y medio de distancia y en pleno movimiento.
MUNICIÓN
Obviamente, una parte importantísima del test balístico es la munición empleada, puesto que la misma pistola puede resultados sorprendentemente diferentes según el proyectil.
Las municiones elegidas para la prueba fueron:
-Munición de plomo CBC Magtech: un ejemplo económico, muy accesible y muy usada en los campos de tiro. Punta de 124 grains y una velocidad de 338 m/s.
-Munición blindada FMJ Winchester: su elección está clara, ya que es empleada por la mayoría de FCSE. Punta de 115 grains y una velocidad de 363 m/s.
-Munición semiblindada JSP Magtech: al igual que su antecesora, es una munición recurrente en España. Punta de 124 grains y una velocidad de 338 m/s.
-Munición frangible Remington Disintegrator: era interesante experimentar con proyectiles frangibles debido al debate actual de la sobrepenetración y el rebote de la munición blindada. Punta de 100 grains y una velocidad de 396 m/s.
LA PRUEBA
Finalmente, os hablamos de la prueba y su resultado, que os resumiremos en este artículo.
Tras explicar los detalles que os hemos adelantado, el inspector Martínez procedió a realizar el test, disparando un cartucho de cada uno de los proyectiles (4 en total) a la placa, con un intervalo de unos 2 segundos cada uno, a una distancia de 1 metro.
A simple vista, ya se podía intuir el resultado: los proyectiles no conseguían atravesar la placa balística. Sin embargo, sólo había una manera de estar seguros.
DISECCIÓN
En primer lugar, pudimos comprobar que, aunque perforada, la primera capa absorbió casi toda la fuerza de los proyectiles, ya que entre otras cosas podíamos ver perfectamente los restos de todos ellos. Sin embargo, hacemos hincapié en la munición de plomo Magtech, que fue capaz de perforar la primera capa, a duras penas, para ser detenida totalmente por la segunda.
Seguidamente, debemos hablar no de uno, sino de 2 proyectiles, puesto que el resultado de la munición blindada y semiblindada fue casi el mismo en ambos casos. En el caso de la munición blindada Winchester, consiguió perforar la segunda capa, pero solo parcialmente, por lo que dañó minimamente la tercera capa (un resultado sorprendente, teniendo en cuenta las propiedades de los proyectiles blindados). Sorprendentemente, la munición semiblindada Magtech sí consigue atravesar completamente la segunda capa, llegando a perforar en buena medida la tercera capa.
En cuanto al último proyectil, la munición Frangible de Remington, esperábamos una penetración mayor, aunque -visto lo visto- también esperábamos una sorpresa de la placa VISM. Y así fue, ya que el proyectil frangible consiguió perforar hasta 7 capas de 25, quedando totalmente destruído y fragmentado en el proceso, pero provocando un destrozo mayor que el de sus homólogos. Aún así, la capa 8 consiguió detener completamente su avance con daños mínimos.
La impresión que nos hemos llevado con este test ha sido una experiencia de las que hacen que el mundo armero valga la pena. Ver toda la teoría apoyada por la práctica y de esta manera...
La placa VISM paró todos los proyectiles de 9 mm (¡y de qué manera!) y cumplió las expectactivas. De momento, decimos con letras mayúsculas que: VISM detiene el calibre más popular de pistola con suma facilidad. Tan impresionados hemos quedado con estos resultados que decidimos repetir la prueba, grabando el proceso en el vídeo que podéis ver al principio del artículo, para que podáis comprobar su fiabilidad.
Por supuesto, nuestro viendo los resultados no pudimos quedarnos ahí y decidimos que teníamos que tensar aún más el límite de estas placas balísticas. ¿Conclusión? Esperamos que disfrutéis este material, porque en breve tendréis acceso a más pruebas, incluyendo el calibre 22 LR, un test antipinchazo y... ¡una prueba con escopeta! Próximamente en Armas.es...
Click para ver la prueba en 9 mm