-La nueva delincuencia internacional utiliza armas automáticas. ¿Cómo pueden las fuerzas del orden enfrentarse a estos ataques?, ¿cree que los medios actuales son suficientes?
Un arma automática no es mejor que una semiautomática. El delincuente puede llevarla porque no le importan sus disparos perdidos, mientras que un agente de policía jamás usará su arma de forma indiscriminada en fuego automático. Un arma semiautomática permite alcanzar objetivos con mucha mayor precisión e incluso en mucho menor tiempo que en fuego automático. Sólo militarmente el uso de armas automáticas está justificado para barrer zonas. Policialmente, o desde el punto de vista de la seguridad personal, es absolutamente erróneo.
Como respuesta a estas nuevas amenazas, las Policías Locales se están dotando de chalecos antibala, en algunos casos de forma individual y en otras por turno de servicio. Creo que se debería extender su uso e incluso ser obligatorio, si me apura incluso para los servicios de seguridad privada, como los transportes en blindados y como ya sucede en otros países de nuestro entorno. En determinadas ocasiones, muy puntuales, las Policías Locales están necesitando una segunda arma, que ya reconoce el reglamento de armas pero que jamás se ha establecido cuál debe ser. En mi opinión, una carabina o un subfusil semiautomático serían perfectos. La escopeta, con independencia del sistema mecánico, es otra posible opción.
La mejor arma es aquella que más se ajuste a nuestras necesidades puntuales y la que manejemos con mayor seguridad. Yo soy plenamente partidario de la pistola con sistemas de seguridad automáticos. El tipo de munición va en función a lo que queramos que hagan nuestros proyectiles. Sin lugar a dudas, prohibiría la munición blindada para el servicio policial y de defensa, y dejaría la semiblindada o de plomo como últimas alternativas. Si pudiera, elegiría la munición 5.7x28mm o de expansión controla de entre las muchas especiales que existen en la actualidad. En su defecto, me decantaría por una con punta hueca blindada de alta velocidad y entre 124 y 147 grains.
La preparación es fruto de un trabajo continuado y un avance constante en las técnicas y tácticas. Creo que actualmente hay muy buenas unidades en nuestro país, en algunos casos con técnicas antiguas que bien empleadas pueden dar buen resultado y por ello algunas unidades no cambian sus sistemas tácticos a costa de entrenar muchas horas para que sean efectivos. Un claro ejemplo es que en cierta ocasión una Unidad Especial Española que habitualmente se forma en el extranjero en varias unidades y países, se decidió buscar en los archivos cuál era la Unidad Especial, de toda Europa que más intervenciones reales y enfrentamientos con respuesta armada había tenido con resultados satisfactorios. Por encima de todas destacó una cuyos números duplicaban a la segunda… y resultó estar en España. La cuestión es que el movimiento se demuestra andando y hasta la fecha sólo hay dos unidades que hayan resuelto conflictos realmente graves con acierto: la U.E.I. y el G.E.O. Ellas dos son hasta la fecha las únicas que han demostrado estar en el nivel óptimo. A las demás se las supone, y no por ello deben ser peores, sino que sencillamente no han tenido oportunidad de demostrarlo.
Sobre qué unidad es peor… es difícil y no creo que ninguna se pueda calificar de mala. Tal vez sí que esté defraudado con las expectativas de alguna unidad israelí, pero eso sí, tienen una política de marketing de lo mejorcito.
La mejor arma sería una legislación sólida que asentara el principio de la propiedad del individuo y la inviolabilidad del domicilio. Hemos llegado a un punto en el que un agente de la ley tiene más pena por entrar en tu casa que un ladrón que tenga intención de matarte. Unas penas más férreas no detienen a todos, pero reducen los casos reales de allanamiento. En segundo término, deberíamos luchar por recuperar el derecho a la legítima defensa dentro del código penal, que como bien sabrá fue eliminada en la última reforma. Sin ese derecho a la legítima defensa hablar de usar armas para defenderse no tiene el menor sentido. El legislador debería abrir la mano a sistemas de letalidad reducida realmente efectivos y más fáciles de usar. El mejor arma para defenderse sigue siendo esa que usted puede controlar y maneja con seguridad. A algunos les resultará mejor una pistola, y a otros una escopeta de corredera o un revólver por su sencillez de uso, aunque en algunos lugares estrechos es difícil manejar una escopeta. En mi caso particular, confío en mi pistola.
Los sistemas de Láser pasivos y activos de reacción eléctrica, el airsoft y el paintball, las municiones de pintura y/o de impacto RAP/RAM, UTM o Simunition, son muy buenos sistemas de entrenamiento táctico, pero siempre que uno sepa diferenciar el juego de la realidad. La técnica de tiro y el dominio del arma son lo primero. Luego está la táctica de tiro y finalmente la táctica de intervención. Para esta última, estos sistemas son ideales. Nosotros hemos probado todos, incluso alguno experimental que no vio la luz. Hemos tenido alumnos muy preparados a nivel táctico que entrenaron con estos sistemas, pero que luego eran incapaces de darle a un banco a 4 metros en tiempo real.
Todos tienen ventajas e inconvenientes. La ventaja reside en la posibilidad de reproducir movimientos y reacciones que sólo se reproducen durante el enfrentamiento armado y que un blanco jamás podrá reproducir en el campo de tiro, dando mayor realismo a la formación. La desventaja es que nadie es perfecto y los instructores deben saber dónde radican esas deficiencias para corregirlas con un entrenamiento adecuado. Y por lo que podemos ver hasta la fecha no es siempre así, pues muchos instructores de este tipo de sistemas se forman en un fin de semana y se creen que en un fin de semana se aprenden las técnicas que las unidades tácticas entrenan y pulen durante años.
Las armas no letales no existen, ya que todas ellas pueden llegar a ser letales. En Estados Unidos ahora se definen con “Less Lethal Weapons", es decir, menos letales o como se traduce en Europa: “armas de letalidad reducida", ya que realmente es muy difícil que causen la muerte… pero no imposible. Como en todo, hay sistemas realmente válidos y otros que no dejan de ser un “juguete". Pero en líneas generales, creo que los sistemas de letalidad reducida pueden ser útiles en casos concretos para evitar el uso del arma de fuego, ya sean O.C. como el JPX o el Ángel Guardián; de impulso eléctrico como el Taser; o de impacto como el FN303. Todos ellos deberían ser parte de la dotación policial para su uso en casos puntuales, como complemento al arma de fuego ante agresiones no mortales, como la resistencia o la desobediencia grave.