Curiosamente en pleno Siglo XXI y en un país del primer mundo surgen noticias como esta:
“La Administración Pública prohíbe a los agente policiales la realización de cursos y prácticas de tiro, en su tiempo libre y costeándolas de su bolsillo, bajo pena de multas y expedientes disciplinarios”.
Haz click para leer todos los documentos presentados por Netpol.es
Haz click para ir a la recogida de firmas
Supongo que algún ciudadano que lea esto, quedará al menos un poco sorprendido al extrapolar esta disposición a su vida laboral. Intentará ver como sus jefes le prohíben, en su tiempo libre y de su bolsillo, realizar una formación que redundará en bien de la empresa en la que trabaja. Veamos de donde viene la original idea:
• Con fecha 28 de abril de 2017, dimanante de la Jefatura de Zona de Madrid informa que: ”tiene conocimiento de que está proliferando la oferta de formación privada en tiro policial, con diversos nombres (táctico, defensivo, de combate, enfrentamientos armados, etc.), dirigido especialmente a FFCCs y de las FFAA. Además, se ha obtenido información de diversas fuentes que indican que en ocasiones las actividades de tiro se llevan a cabo con las armas oficiales de los participantes.”
Así mismo, hace hincapié en que “las Intervenciones de Armas controlan estas actividades, e informa que el sistema de formación en tiro policial en la Guardia Civil, está contemplado e impartido a través del Sistema de Intervención Policial (SIO de la jornadas PATIO, que establece la doctrina básica, determina el grado de adiestramiento para dar una respuesta proporcional, congruente y oportuna con técnicas y medios de dotación oficial. Esta formación la efectúa el personal habilitado para ello por la Guardia Civil”.
“Una formación diferente y/o con armas distintas a las de dotación oficial (necesariamente la formación particular tiene que hacerse con armas particulares), aunque se haga por miembros de la FFCCS o de la FFAA puede ser incluso contraria a la establecida por la Guardia Civil, por lo que sus efectos podrían determinar resultados contrarios a lo establecido en la normativa con consecuencias negativas para los actuantes ya sean personas físicas o jurídicas.”
Así mismo con fecha 19 de Mayo de 2017, se suma a este criterio el Cuerpo Nacional de Policía.
Visto desde esta perspectiva podría ser entendible la limitación de estas actividades: TENEMOS CUBIERTA UNA FORMACIÓN DE CALIDAD E INTENSIDAD. Pero el problema es que esto no es cierto: NINGUNO DE LOS CUERPOS Y FUERZAS DE SEGURIDAD EN ESPAÑA (salvo unidades especiales) cumplen con estos criterios.
Intentaremos ser un poco coherentes con lo que realmente se hace en España y basándonos en estadísticas de los diferentes cuerpos y sin entrar a valorar la calidad de la formación, solamente por número de disparos anuales, vemos que el cuerpo que más realiza son:
• Mossos d´Escuadra - 110.
A continuación puede estar el Cuerpo Nacional de Policía, digo puede, porque contempla una horquilla que oscila de 0 a 100 disparos anuales:
• La Policía Foral - 50 cartuchos.
• La Guardia Civil de 20 a 50 disparos.
• La Ertzaintza de 0 a 50.
Y con estas cifras y dos ejercicios máximos de tiro al año (8 horas), pretende la Administración garantizar una formación de calidad y garantía para que los ciudadanos se sientan tranquilos, cuando hay más de 250.000 personas armadas a diario por las calles de nuestras ciudades.
Visto lo anterior me invaden una serie de cuestiones, desde mi punto de vista lógicas, unas como policía y otras como ciudadano.
1ª ¿A quién se le ocurre la brillante idea de delimitar la capacidad formativa de los policías?
Seguramente debe de tener un peso específico dentro del organigrama para que esta idea prospere.
2º ¿Qué interés tienen estas personas, para prohibir a profesionales una formación extra, pagada de su bolsillo y en sus horas libres?
Personalmente creo que ninguna, tal vez un ego mal entendido que considera que todo lo que viene de fuera y no está bajo su supervisión es malo.
3º Si un día uno de sus policías tiene la desgracia de morir en un enfrentamiento y se demuestra que ha sido por impericia, debido a la falta de formación, ¿Serán capaces de asumir su responsabilidad moral, legal e incluso penal que se derive de sus órdenes?
Tristemente: NO, entonces echarán balones fuera y dirán que fue cosa del Interventor, el subordinado de turno o del sistema, por desgracia estamos acostumbrados en este País a que los responsables nunca paguen las consecuencias de sus acciones.
Señores Jefes, Responsables Políticos, Sindicatos, Asociaciones Profesionales y todos aquellos que tengan capacidad de decisión e influencia en estos temas, les pido que empiece a valorar que debemos remar todos en la misma dirección: FORMACIÓN EN BIEN DE LOS PROPIOS POLICIAS Y DEL CIUDADANO.
No olvidemos que nos encontramos en un NIVEL 4 DE ALERTA TERRORISTA, que nuestros vecinos e incluso nosotros mismos, estamos sufriendo ataques armados e indiscriminados y en vez de preocuparnos por dar garantías a los profesionales y al ciudadano, nos dedicamos a mirarnos el ombligo y comprobar cuanto poder tenemos para impedir que personas, que no están bajo nuestras órdenes, se permitan realizar el trabajo que nosotros no hacemos: FORMAR A NUESTROS POLICÍAS.
Quiero sugerir que se preocupen por dotar a los Agentes de buenas armas, chalecos balísticos, guantes anti-corte, vehículos modernos, fundas anti-hurto y sobre todo una formación ACTUALIZADA, INTENSIVA Y DE GARANTIA.
Si Uds. no pueden por problemas presupuestarios, organizativos, protocolarios u otros, llevar a cabo todo esto, dejen que cada cual mire por su bienestar, su seguridad y la de los suyos y si lo consideran oportuno, puesto que tienen la potestad de hacerlo, comprueben la calidad de la formación externa, eviten el intrusismo profesional en estas cuestiones, legislen en base al sentido común y sobre todo no piensen que SOMOS TONTOS, nadie paga por hacer algo que no le aporta algún beneficio y además siempre se aprenderá algo que ignorábamos y que un día nos puede ser útil.
Señores Jefes ni Uds. están en propiedad del conocimiento absoluto, ni todos los que están en la calle son ignorantes y peligrosos pistoleros.