El calibre .17 Winchester Super Magnum (WSM) se presentó como el cartucho “rimfire” más veloz del momento, al ser capaz de desarrollar una velocidad en boca de 3.000 pies/segundo con un proyectil de 20 grains; y 2.600 pies/segundo con una punta de 25 grains. Más rápido imposible.
La velocidad se ha convertido desde hace ya algunos años en el factor que más están teniendo en cuenta los principales fabricantes de cartuchería metálica para caza. A la hora de apostar por el diseño y el lanzamiento de una nueva munición o calibre, el elemento preponderante es la rapidez con la que el proyectil vuela hacia su objetivo, en este caso, la pieza que se desea abatir. Al amparo de las buenas críticas que estos nuevos “velocicartuchos” han acaparado en los últimos tiempos, tanto por parte de la prensa especializada, como por parte de los propios usuarios cazadores, algunas marcas se han lanzado a una vertiginosa carrera en pos de ofrecer la munición más rápida del mercado. Bajo esta perspectiva, no nos extrañó encontrarnos a principios de este año 2013 con el lanzamiento de un nuevo calibre, en esta ocasión, desarrollado por la prolífica casa Winchester.
El calibre .17 Winchester Super Magnum (WSM) se presentó como el cartucho “rimfire” más veloz del momento, al ser capaz de desarrollar una velocidad en boca de 3.000 pies/segundo con un proyectil de 20 grains; y 2.600 pies/segundo con una punta de 25 grains. En ambos casos, el tipo de proyectil utilizado es una punta de plástico de color rojo que mejora la estabilidad de la bala durante el vuelo, ofreciendo al mismo tiempo una trayectoria más tensa, con mayor alcance y velocidad. Todo ello se traduce en un proyectil que no sólo llega con más rapidez a su objetivo, sino que además lo hace con mayor precisión, al afectarle mucho menos que a otros calibres similares los desplazamientos provocados por la fuerza del viento.
Según sus creadores, el nuevo .17 WSM ha estado gestándose en el laboratorio durante más de tres años, y ha sido ahora en 2013 cuando por fin ha podido salir a la luz. Sus medidas y dimensiones lo sitúan en una posición intermedia entre otros dos calibres Magnum: el muy de moda en España .17 HMR (Hornady Magnum Rifle), del que ya os hablamos en un anterior reportaje publicado en esta misma web (www.armas.es/articulos/municion/31267-calibre-17-hmr-perfecto-para-el-tiro-de-precision-iprohibido-para-la-caza-en-espana.html); y el siempre bien valorado .22 Winchester Magnum. Y aunque ambos calibres llevan ya varios años de ventaja al recién llegado, parece que al .17 WSM le sobran atributos para pelearse con estos otros dos cartuchos por una posición hegemónica dentro del sector de la munición Varmint.
En el mercado estadounidense, donde este tipo de cartuchos para la caza de alimañas y pequeños roedores se consume prácticamente a granel, el .17 WSM ha sido recibido con los brazos abiertos por los aficionados a la caza con estos pequeños calibres. Y es que viendo sus espectaculares propiedades balísticas, entre las que sobresale su capacidad de doblar la ya de por sí notable velocidad del .17 HMR, parece el candidato perfecto para la caza de conejos, ardillas, cuervos, e incluso algún que otro animal de mayor tamaño, como el zorro, el gato montés o incluso el coyote (espécimen típico del país norteamericano).
La ventaja del fuego anular
Su notable rendimiento balístico no es la única ventaja que presenta el nuevo calibre .17 Winchester Super Magnum. En este sentido, el hecho de que estemos ante un cartucho de fuego anular, supone un importante ahorro económico con respecto a la munición de fuego central. Por dos motivos: en primer lugar, porque los cartuchos de fuego anular son más baratos de fabricar, amén de servirse generalmente en cajas de 50 unidades (en vez de los de fuego central que suelen ir en cajas de 20 unidades); y en segundo término, porque el uso de cartuchos de fuego anular elimina la necesidad de recurrir a la recarga, con el ahorro que esto supone en la compra de todo el equipo necesario para recargar la munición (en caso, claro está, de que no se disponga previamente).
El éxito o fracaso de este joven calibre, el cual apenas lleva unos meses de recorrido en el mercado internacional, dependerá en gran medida del apoyo que reciba tanto de los principales fabricantes de munición, como de los grandes productores de armas. En este sentido, por el momento la única firma que ha evidenciado su respaldo al nuevo .17 WSM en forma de nuevo rifle ha sido la casa Savage, la cual ha presentado un nuevo modelo de fusil de cerrojo, bautizado comercialmente como B-Mag, y que está recamarado para disparar esta nueva munición. Otra de las compañías que también ha mostrado su respaldo al .17 WSM es la estadounidense Leupold, quien también ha desvelado su trabajo en la creación de unas torretas balísticas adaptadas a este nuevo calibre.
Aunque podría decirse que todavía se encuentra en una fase de expansión inicial, el .17 WSM ha aterrizado en el mercado armamentístico levantando prácticamente las mismas expectativas que el .17 HMR hace ahora más de diez años (en 2002). En aquel momento, muchos dudaron de la efectividad del nuevo calibre desarrollado por Hornady, y el tiempo les ha quitado la razón, ya que el peso que esta munición tiene entre los cazadores de todo el mundo, incluidos los de nuestro país, es cada vez mayor.
Ante esta perspectiva, es muy posible que acabe sucediendo lo mismo con el nuevo .17 WSM, del cual también se especula que pueda ofrecer un gran rendimiento en tiro de precisión (F-Class R), sobre todo por la tensa y veloz trayectoria de su proyectil. Habrá que esperar a ver si la industria armera apoya definitivamente a este calibre para contrastar su evolución en el mercado. Estaremos atentos a sus rápidos pasos.