.308 Win, 7,62x51mm, o 7,62 OTAN son solo algunos de los términos utilizados para referirse a uno de los cartuchos más importantes de la historia. Sus orígenes se remontan a mediados del pasado siglo XX, momento en el que la industria bélica decidió desarrollar un nuevo tipo de calibre apto para los innovadores fusiles de asalto. La base de la que nació el 7,62x51 pertenece al mítico .30- 06 (7,62x63mm). De hecho, entre las vainas de ambos calibres apenas hay una diferencia de escasos milímetros. Así, con el .30-06 como fuente de inspiración, las autoridades militares estadounidenses desarrollaron el primer esbozo de lo que posteriormente sería el .308: el cartucho US .30 T-65. Esta munición con claros tintes bélicos derivaría a mediados de la década de 1950 en el definitivo 7,62x51mm, un calibre que posteriormente se convertiría en el cartucho oficial de la OTAN.
En el caso español, cabe señalar que el 7,62x51mm entró en nuestro país con cierto retraso respecto al resto del mundo. En 1953 arrancó la producción de las primeras unidades de este calibre fabricadas en España, aunque el desarrolló masivo no llegó hasta varios años después.
Estos primeros cartuchos “made in Spain" no cumplieron las normativas de la OTAN, por lo que a estas unidades se las conoce con el sobrenombre de 7,62x51mm Español. Posteriormente, cuando la OTAN pasó a reconocer oficialmente su fabricación en España, pasó a denominarse 7,62x51 OTAN-Español. A partir de ese momento, la producción de este calibre en España se multiplicó exponencialmente, llegando a fabricarse más de cien modelos diferentes del 7,62x51.
Del mismo modo, el 7,62x51mm es un cartucho que goza de gran aceptación entre los tiradores selectos. La posibilidad de montarlo con diversos tipos de proyectiles (especialmente curioso es el que va equipado con una bala de punta plana), unido a su gran alcance efectivo (superior a 300 metros), lo convierten en una munición muy adecuada para el combate en zonas urbanas. Por poner un ejemplo, uno de los fusiles semiautomáticos pensados para el tiro a larga distancia y que está estrechamente vinculado con este calibre es el HK PSG-1.
Hablando de fusiles semiautomáticos en .308, este tipo de armas están prohibidas en España para el tirador civil. El motivo es que el actual Reglamento de Armas considera al 7,62x51mm un calibre militar, y por tanto, prohibido para la sociedad civil. En este sentido, el .308 sólo puede utilizarse en rifles de repetición manual, es decir, en modelos accionados por cerrojo, mediante palanca, o en rifles monotiro. Para superar esta absurda prohibición, los tiradores españoles pueden acceder a rifles semiautomáticos en el calibre .307Win, un cartucho idéntico al .308, con la única diferencia de que el .307 cuenta con una pequeña pestaña en el culote de su vaina.
A pesar de esta absurda prohibición, y dado que la demanda de esta munición es tan amplia, la mayoría de fabricantes comercializan una extensa gama de cartuchos de este calibre. En este sentido, producen proyectiles con cargas que van entre los 150 y los 200 grains, y que son capaces de desarrollar velocidades que en algunos casos superan los 1.000 m/s. Estas características hacen que a pesar de contar con más de medio siglo a sus espaldas, el .308 esté hoy más vigente que nunca.