Para los comentaristas de salón sobre el incidente policial en Andujar.
Desde el desgraciado hecho acontecido en Andújar (Jaén), donde dos personas han perdido la vida, se ha comenzado el triste deporte nacional del comentario gratuito.
Lo primero, desde mi punto de vista, sería esperar a una valoración criminalística y forense de los hechos acontecidos, así se podría emitir algún tipo de opinión, pero por desgracia y gracias a las imágenes en redes sociales ya se han desatado todo tipo de opiniones, la mayoría de personal sin ningún tipo de cualificación, en las que se critican los pormenores de la actuación policial y el desgraciado desenlace de la misma.
Video de los hechos transcurridos en Andujar (Jaén)
Quizá desde un punto de vista profesional, deberíamos valora varios aspectos:
1º ¿Por qué una persona con aparente brote psicótico y antecedentes similares, se encuentra en la calle y sin un tratamiento médico adecuado?
2º ¿Cómo una patrulla uniformada interviene sin las necesarias medidas de seguridad y autoprotección?
3º El desarrollo de la intervención: ¿refleja un correcto uso de las técnicas y tácticas para resolver un enfrentamiento armado?
4º Y, por último: ¿A quién se le va a pedir responsabilidades por la pérdida de estas dos vidas?
A la primera pregunta debemos valorar aspectos totalmente ajenos al ámbito policial, por lo tanto, cómo policía, no soy el más adecuado para exponer mi opinión. Sin embargo, en el trascurso del servicio diario, nos encontramos demasiadas intervenciones con este tipo de personas.
El protocolo de seguridad policial en cuestiones similares pasa por:
• Reducir al psicótico
• Traslado al centro hospitalario más próximo
• Lo ingresan en psiquiatría, si así lo consideran.
• Y al día siguiente de nuevo en la calle y volver a empezar.
Ante lo expuesto anteriormente surgen nuevas cuestiones sobre la intervención policial:
¿El sistema garantiza la vida y seguridad del ciudadano y la policía, en intervenciones con personas que presentan este tipo de enfermedades?
Sobre la segunda pregunta y en base a la experiencia profesional, se observan varias deficiencias o carencias que inciden en el fatal desenlace:
• Se carece del sistema de inmovilización eléctrica (TASER), con este medio se podría haber inmovilizado al agresor sin riesgo para ninguno de los intervinientes, pero aún existen detractores de esta arma, véase el artículo de Amnistía Internacional titulado “Voltios sin control”. (https://www.es.amnesty.org/fileadmin/noticias/taser05_01.pdf).
Así como prioridades presupuestarias, que permitan dotar a todas las patrullas de este elemento de seguridad.
• Al parecer, la herida producida al compañero fallecido, parte del disparo del binomio interviniente y se produce por:
- La tardía reacción del disparo, dejando que el agresor llegue al contacto físico con el agente.
- Cuando el agente retrocede, realiza una primera intención de parar la agresión empuñando la defensa extensible con su mano fuerte.
- Hubiera sido más factible realizar un primer encare y posible disparo, cuando sobrepasa la línea de los 7 metros (Regla de Tueller; https://www.armas.es/el-mito-de-los-21-pies
Línea de seguridad de 7 metros no respetada
- No se aprecia, a simple vista, si el compañero porta el arma con cartucho en recámara o en caso contrario se ve obligado a montar (lo que retrasaría la ejecución del disparo).
- La munición utilizada (probablemente blindada o semi-blindada), de dotación en cuerpos y fuerzas de seguridad, produce una sobre penetración del agresor e impacta en el compañero.
Debería contemplarse la dotación de municiones de punta expansiva o frangible, puesto que tiene una menor sobre penetración y una mayor fuerza de parada, (se observa en el video que el agresor, tras recibir varios impactos continúa andando).
- No conozco si los intervinientes portan chaleco balístico o no, y en su caso si la trayectoria del disparo entra por alguna zona no protegida.
Agresor sobre el policía e impacto fortuito sobre un compañero
Sobre la tercera pregunta tendríamos que conocer el plan de entrenamiento con el que se forman los agentes intervinientes, seguramente ahora se habrá que estudiar:
- Cuántos cartuchos han disparado cada uno.
- Si el entrenamiento contempla el enfrentamiento reactivo a corta distancia, o se ha limitado a prácticas de puntería.
- La posible mentalización sobre los principios de Proporcionalidad, Congruencia y Oportunidad que contempla la legislación y su aplicación en casos como este.
Ante la última pregunta: ¿Quién es el responsable?, es donde se va a empezar a repartir y desviar responsabilidades. (Cada cuál que se aplique la que le afecte):
• Empezando por los intervinientes:
- ¿Estaban formados por su Unidad, o en su caso por ellos mismos?
- ¿Aplicaron la necesaria atención y el protocolo de actuación?
• Su Unidad:
- ¿El jefe se ha preocupado de seguir y fomentar un correcto y actualizado plan de formación con armas de fuego?
- El grupo de instructores: ¿Está al día en técnicas de intervención y tiro, así cómo han sabido trasmitirlo a sus compañeros?
- ¿Se ha dotado a los agentes de los correspondientes chalecos balísticos?
• El Cuerpo:
- Los posibles medios de defensa contra este tipo de agresiones (TASER, MUNICIÓN, CHALECOS, ARMAS), ¿Son de dotación a toda la plantilla?
- El plan de formación continua en las Unidades: ¿Es el más adecuado?
- Los formadores: ¿Están actualizados en las técnicas de reacción y tiro, en este tipo de intervenciones?
• El Estado:
- ¿Se invierte lo necesario en el material de prevención, seguridad y reacción de los cuerpos policiales?
- Los planes de formación continua: ¿Son los adecuados en cuantos a actualización, duración, cadencia e intensidad?
- Los problemas de tipo médico: ¿Son tratados con la necesaria eficacia para no permitir que personas con claros problemas psicológicos y con numerosos antecedentes, deambulen por las calles?
El chaleco antibalas siempre debería estar puesto nunca en el maletero durante una intervención.
Bandera a media asta en memoria al compañero fallecido en el altercado
Resumen sobre la intervención policial en Andujar:
Sin ánimo de sentar cátedra y desde mi experiencia profesional, quiero dejar unos puntos de vista (totalmente criticables), que aporten: A QUIEN CORRESPONDA, la opinión de un policía que desde su faceta de formador y más de 40 años de servicio en la calle, permita a los responsables (político y jefes), modificar y adecuar aquellos aspectos que puedan evitar que se repitan este tipo de dolorosos hechos y además se garantice una mayor protección al ciudadano.
Quiero a mi vez valorar la actuación de los compañeros implicados en el luctuoso suceso, lamentando la pérdida y deseando que el otro compañero, se recupere lo antes posible, de las secuelas físicas y psíquicas que esta situación le han producido.
Eugenio Martínez Salido
Inspector de Policía Local