Como su nombre indica, este nuevo rifle Browning es una versión de su prestigioso BLR de palanca creado para quienes deben cazar moviéndose entre espesa vegetación, verbigracia ojeadores o batidores y perreros.
Posee una culata laminada acabada con barniz satinado y sus superficies metálicas están tratadas con Cerakote en color gris antracita, lo que garantiza una longevidad sin igual y que se pueda someter a duras condiciones meteorológicas sin que el exterior se vea afectado. Sus órganos de mira con alza de batida y punto de fibra óptica, asociados a un cañón corto la convierten en una excelente arma para el propósito antes citado.
En este rifle corto, ligero, cómodo y resistente, Browning comete de nuevo lo que a nuestro parecer es un error: fabricarlo en calibre 300 WM, pues sin duda en su cañón de 47 centímetros el calibre que mejor desarrollará su potencial será el 308, siendo el 30-06 el tercer calibre en el que se fabrica. Aunque muchos cazadores no lo sepan, en este tipo de “tubos” y en igualdad de calibre (300 WM, 30-06 y 308 comparten exactamente la misma bala) será aquel cartucho con menos pólvora pero más vivaz el que mejor rendimiento ofrecerá en la relación velocidad/retroceso.
En cuanto a otras características cabe destacar su cajón de mecanismos de ergal, el cargador extraíble con capacidad para cuatro cartuchos estándar y tres Magnum y un peso de 3,100 ó 3,200 kilos.
Como el resto de sus hermanos, este BLR es uno de los pocos rifles de palanca del mundo que gracias a su cargador de petaca puede albergar y disparar los calibres de bala ahusada (no los chatos convencionales de las armas de palanca con almacén tubular).
Otra característica de estos modelos es que el bloque del disparador desciende junto con la palanca al accionarla (en vez de moverse sólo la palanca y el guardamontes) por lo que no nos pincharemos el dedo índice con el gatillo al cerrar la palanca.
Vía: Browning
