Es lógico que en las últimas semanas te hayas perdido un poco con las intenciones europeas en las restricciones de armas. Pensando en eso, te proponemos un pequeño repaso conciso y sencillo sobre el anteproyecto de ley para reforzar el control de armas de fuego legales y legalmente utilizadas.
Es signo de nuestros tiempos que un foro presuma de ser “plural” por el simple hecho de estar abierto a todas las opiniones; aunque estas evidencien el absoluto desconocimiento de aquello sobre lo que se opina. En nombre de un “ejercicio democrático” aceptamos que al confundir opiniones y pluralidad, las palabras de un ignorante tienen tanto valor como las de una persona con conocimiento de causa. Son cosas que ocurren en el ámbito de Internet a cada momento. Tendrá que ser así.
Lo que resulta inaceptable es que esa difusión de pareceres –que no de criterios– se abandere desde la política y aún mucho peor, que las opiniones se apliquen con valor de ley.
Un gobierno debe conducirse con un CRITERIO basado en la realidad; por tanto, que un ignorante pueda llevar adelante un proyecto de ley basado en una OPINIÓN e incluso obsesión particular e imponerlo en 28 países gracias a disponer de un cargo en el Parlamento Europeo, es un disparate proporcional a la extensión de las naciones que integran la Unión Europea.
Me estoy refiriendo al nuevo anteproyecto de ley para reforzar en la Unión Europea el control de las armas de fuego legales y legalmente utilizadas.
Y lo digo así porque lo que es evidente y palmario es que estas directrices no se hacen para las armas de fuego ilegales, de contrabando o criminalmente empleadas. Ya me dirán si no cómo afecta la ley a quien vive al margen de ella si no es cuando se le atrapa y se le pone a disposición de un tribunal. Entretanto eso no ocurre, las leyes, los reglamentos y las ordenanzas son para el criminal, no sólo algo que ha de ser sorteado, sino directamente objeto de pitorreo.
No me voy a entretener en rebatir todos aquellos puntos del nuevo borrador de ley que en un disparate sin precedentes quiere aplicarse por igual en todos los países de la Unión Europea haciendo tabla rasa de los reglamentos de armas que ya tienen y que componen un mosaico muy variado de grados de permisividad en los que la aplicación de un reglamento común se me antoja inviable.
Es más, si me apuran hasta estaría dispuesto a aceptar las nuevas restricciones que se pretenden si me dejan partir de la misma libertad que con respecto a la posesión de armas tienen, sin ir mas lejos, nuestros vecinos franceses.
Por cierto, que no ha sido la permisiva legislación francesa la que ha facilitado los atentados sino una introducción ilegal de armas pero sobre todo de indeseables dispuestos a emplearlas contra las personas y que en pro de la libertad no pudieron ser detenidos hasta que no cometieron sus crímenes, porque viajar a Siria y volver no es constitutivo de delito.
Las autoridades europeas, aprovechándose de trágicos acontecimientos y de la sangre de las víctimas del terrorismo implementan a toda velocidad nuevas restricciones hacia las armas legales y sus propietarios con las que pretenden justificarse y hacer ver su gran preocupación por la seguridad.
Así, la opinión pública y la opinión publicada –que están calientes en su rechazo por las armas y que nunca han distinguido una escopeta de caza de un cartucho de dinamita– apreciarán en estos cargos europeos una honda preocupación y una gran diligencia. En efecto, la tienen; pero para hacerse pasar por eficientes aunque la realidad sea que, incapaces de atrapar al lobo, le están poniendo el bozal al perro. Más no importa, verdad? porque la gente en general ve estas cosas de lejos y no distingue un perro de un lobo...
En resumen, me cuesta creer que políticos europeos reaccionen así por ignorancia y me cuadra más con la necesidad de ponerse la venda antes de recibir esa pedrada que es la acusación de ineficacia por parte de un pueblo al que no se le podrá replicar ni negar nada por haber sufrido terribles pérdidas.
Por mucho que debidamente controlada y descargada un arma de fuego sea poco más que un puñado de muelles y tubos, a la gente en general le produce un instintivo rechazo que no siente, por ejemplo, hacia los cuchillos de cocina (que son los objetos con los que más crímenes se registran). Aprovechando este rechazo mayoritario, afilado por la actual coyuntura, la UE criminaliza a un colectivo que posee armas que emplea legítimamente y pretende arrebatárselas a pesar de que fueron adquiridas conforme a una normativa oficial que él no elaboró y que las pagó con dinero de curso legal.
Así las cosas, los comisarios de la UE, basándose en un “libro blanco” sobre las armas en Europa con unas estadísticas, no ya cocinadas con esmero, sino directamente falsas por mal calculadas (sería prolijo detallar sus incontables errores) han redactado una infumable directiva de armas de fuego que, entre otras melonadas:
– Prohíbe ciertas armas semiautomáticas; como si las armas de recarga manual no matasen igual.
– Prohíbe las armas inutilizadas bajo la excusa de que pueden volver a ser operativas; aunque en España costaría menos fabricar un arma casera que volver a hacer operativa un arma de fuego inutilizada.
– Prohíbe las que tengan aspecto militar; como si el aspecto matase.
– Prohíbe las armas de alarma, como si una pistola de señales no fuera necesaria en determinadas emergencias.
– Establece un sistema de trazabilidad; como si las armas legales no viajaran ya bajo control.
En la práctica, y dado que el control se hará sobre armas legales, todo esto tiene un matiz que hace que me suba por las paredes: la sola idea de restringirme el uso y hasta de retirarme mis armas de fuego indica que las “autoridades” me sitúan en el mismo plano que los criminales del daesh, del narcotráfico, del robo, del asesinato por encargo, el contrabando o la trata de blancas; y esto es algo que no se lo consiento ni a mi padre, tanto menos a un eurodiputado, comisario europeo o autoridad política de la que puesto a sospechar, sería bueno que se le prohibiera la recepción de valija diplomática; no vaya a ser que en ella estén entrando Kalashnikovs.
¿Qué esto les resulta disparatado y molesto? Ni más ni menos de lo que a mí me molesta que me traten como a un criminal por el mero hecho de poseer armas de fuego.
Preocúpense más de “quien” ejecuta los actos terroristas y cómo le llegan los medios para ejecutarlos y olvídense de quienes estamos en una esfera muy distinta y dedicamos nuestras armas a hacer agujeros a un cartón, a echar abajo una perdiz o a vagar por esas sierras de Dios en pos de una pieza de caza mayor.
Déjennos en paz y resuelvan los asuntos que tienen entre manos y que no son leves, que para eso les eligieron y les pagamos.
Por lo que respecta a España, les aseguro que la basura que nos manda el daesh y que, aún a sabiendas del riesgo, permiten que vivan entre nosotros no han cumplido ni cumplirán NINGUNO de estos requisitos que los cazadores y tiradores españoles sí cumplimos:
– Superar un examen de caza o de tiro.
– Superar un examen de armas.
– Aportar un certificado de penales.
– Superar un test médico.
– Pagar las tasas.
– Contratar un seguro de responsabilidad civil.
– Certificar la pertenencia a una sociedad de cazadores o a una federación de tiro.
– Pagar las cuotas.
– Elegir un arma en un punto de venta autorizado entre una serie de posibles autorizadas.
– Pagarla.
– Pagar las tasas de su guiado.
– Recoger el arma en una Intervención de Armas de la Guardia Civil.
– Mantenerla custodiada y guardada en un armero de seguridad.
– Mantener la actividad deportiva.
– Pasar su revista periódica en la misma Intervención de Armas.
– Comprar munición en cantidad limitada y aportando la guía y/o el DNI.
– Viajar con el arma del domicilio al punto de uso y viceversa sin pasos intermedios.
– Viajar con las armas por la UE con la tarjeta Europea de Armas.
Y ahora excelentísimos diputados y comisarios europeos, dígannos, ¿cual de todas las normas de la nueva directiva que están redactando van a cumplir los próximos terroristas que actúen en Europa?