Una de estas situaciones –según dicen– se dio el pasado domingo con motivo de las elecciones, día en el que “más de 44.000 guardias civiles formaron parte en toda España del dispositivo de seguridad que trabajó para velar por el buen desarrollo de la jornada electoral”.
Como es sabido, el dispositivo electoral de la Guardia Civil establece un componente por colegio electoral y varias patrullas volantes de protección de los citados colegios, “lo cual significa que la plantilla de los puestos de seguridad ciudadana se encuentre trabajando a entre un 80 y 90% de su potencial.
Teniendo en cuenta que el número de chalecos asignados en las unidades ronda el 25% respecto a la plantilla, nos encontramos con que el domingo no hubo chalecos antibala para todos los componentes que realizaron dicho servicio. Otra carencia importante fue la de radioteléfonos portátiles suficientes para que dichos agentes se encontrasen comunicados con sus unidades o con el COS”.
A todo esto, los representantes de Guardias Civiles suman un factor nada despreciable: “El nivel de alerta 4 por amenaza terrorista en el que nos encontramos”, por lo que dan a conocer “esta falta de material inadmisible para los guardias civiles, que además se ven obligados con frecuencia a patrullar en vehículos con cientos de miles de kilómetros y en condiciones técnicas muy deficientes”.
La AUGC, que ha denunciado de manera reiterada estas carencias, ha iniciado recientemente una campaña que, bajo el lema ‘Un agente, un chaleco’ reclama que cada guardia civil pueda contar con esta prenda imprescindible para su seguridad, “algo que en la actualidad está muy lejos de la realidad”, según dicen.
Vía: AUGC