La crisis policial que están viviendo actualmente nuestros vecinos franceses, me sugiere una reflexión sobre las causas que la han provocado. Titulares como “Policías Franceses en pie de guerra”, además de sonoros, nos invitan a pensar en la repercusión que esta afirmación conlleva.
La Constitución Española, en su artículo 17. 1, dice que: ”Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad”, pero... ¿quién tiene encomendado el velar por este derecho fundamental?.
Ley Orgánica 2/1986, de 13 marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
“El mantenimiento de la seguridad pública se ejercerá por las distintas Administraciones Públicas a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”. Pero cuando estas administraciones desatienden e incluso maltratan a sus fuerzas y cuerpos de seguridad, es cuando surge el problema. La policía francesa se queja de desprotección, exceso de trabajo, de sus jefes y de sus propios sindicatos y todo esto está generando una normal repercusión política. Según los últimos sondeos, uno de cada dos policías franceses es votante del ultaderechista Frente Nacional.
Sin ánimo de generar polémicas en cuanto a las similitudes entre la situación actual de la policía francesa y nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad hemos de observar, que desgraciadamente algunas se están replicando:
• En la crisis de Francia, el detonante ha sido la emboscada a una patrulla de la policía el pasado 8 de octubre, en una zona conflictiva del sur de París. El coche de policía cayó en una emboscada y fueron agredidos con piedras, palos y cócteles Molotov. Resultado dos policías heridos, uno de ellos muy grave.
• Septiembre de 2016, en Melilla una patrulla de la Policía Nacional. Una emboscada en la Cañada de Hindum ocasionó daños al vehículo, sustracción de material y una escopeta policial.
• Los recortes presupuestarios en Francia (2007 – 2012), han supuesto una reducción de 5000 agente policiales.
• En España, con la misma crisis, este recorte ha llegado a los 9.500 efectivos hasta el 2015.
Sin entrar en los otros supuestos de inconformismo de nuestros vecinos, deberíamos contemplar la situación de nuestras fuerzas policiales y a poco que observemos veremos qué motivos para ese posible cambio de actitud se dan a diario:
• Agresiones a Guardia Civiles francos de servicio.
• Congelación y rebajas de sueldos.
• Falta de medios adecuados de trabajo como vehículos, chalecos, etc.
• Falta de una formación continuada y actual que prevenga posibles incidentes en el trabajo diario.
Pero como muestra de la falta de consideración y reconocimiento a la labor policial de algunos dirigentes políticos, quiero destacar una noticia que ha saltado a los medios hace muy poco:” Un pueblo gobernado por Podemos “sacrifica” a su policía y planea recortar 860 € mensuales de su sueldo”.
Esta medida supone el 35% de la nómina mensual de la policía local de Serranillos del Valle y con ello pretenden: “MANTENER LA ESTABILIDAD DEL CONSISTORIO”. Señores políticos, ¿realmente creen que con bajarle la nómina 860 € a 10 familias van a solucionar los problemas financieros de su población?. Tal vez, y en mi opinión, lo que subyace en esta medida es la animadversión que algunos sienten por aquellos que visten uniforme y que hacen de su trabajo un fin de ayuda y vocación.
Y a título de sugerencia podrían proponer a los 350 Diputados del Congreso, que donen los 870 € que cobran de dieta, a sus maltrechas arcas (lo que sí que se notaría) y seguramente ellos no tengan problemas para llegar a fin de mes cosa segura en sus policías locales sí les ocurre.
Sin tener una visión alarmista, deberíamos aprender de errores próximos y evitar en lo posible seguir ese mismo camino posteriormente.