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Cartuchería semimetálica: El alma de nuestra escopeta

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La escopeta puede emplear una amplia gama de tipos de munición: perdigones, postas, bala, munición no letal y munición especializada,... Es esta cualidad la que le otorga su versatilidad. Lo que carga la escopeta, es lo que determinará el propósito de la misma.

Nomenclatura de la cartuchería semi-metálica

Vamos a comenzar explicando como se denomina y clasifica la cartuchería semimetálica, algo imprescindible para poder comprender las características de las municiones que citaremos durante el artículo. Normalmente cuando compramos una caja de munición para una escopeta veremos que esta se identifica con una secuencia de tres segmentos de números, que se corresponde con diferentes características del cartucho.

Vamos a verlo con un ejemplo, en una caja con la siguiente información 12/70 – 7 – 32, el primero hace referencia al calibre y longitud de la vaina, el segundo al número de perdigón que carga y el tercero al gramaje o peso en gramos de la carga de perdigones o proyectiles que lleva. Lógicamente en los cartuchos de bala se obvia el número correspondiente al perdigón o posta y se sustituye por el tipo de proyectil. Veamos a continuación que significa cada número:

El calibre

Diagrama Postas

Los números de postas por cartucho y sus pesos varían ligeramente según fabricante. 


La popularidad de los calibres de escopeta ha variado en el tiempo, a muchos les sorprenderá si les digo que el calibre más usado en Europa hace 40 años era el 16, de hecho hay todavía muchas en circulación. Pero que el marketing y la influencia en el mundo de las armas de EEUU hizo que su calibre 12, catalogado por ellos como “para todo uso”, terminase imponiéndose en el resto del mundo. Realmente este calibre tiene su razón de ser y polivalencia si entendemos la diversidad de fauna de Norteamérica, donde incluso su caza menor comprende grandes aves difíciles de abatir por su envergadura y/o en otros casos por volar a gran altura. Todo ello sin olvidarnos de su amplia fauna disponible para caza mayor. Aunque el 12 es el rey indiscutible en popularidad en nuestro país, en el pasado hubo otros calibres realmente muy válidos que aún perviven, estos en orden de difusión son el 20, 16 y el .410.

A diferencia de un rifle o de un arma corta, el calibre de una escopeta nada tiene que ver con la medida de los proyectiles que dispara. La denominación de los mismos es herencia de un antiguo sistema inglés, donde el calibre se expresaba en base al número de esferas de plomo del diámetro del cañón que se podían fabricar con una libra de plomo. Así por ejemplo, el calibre real de una escopeta del 12 es 20,20 mm, de una libra de plomo salen 12 esferas iguales de diámetro 20,20 mm. En un calibre 20, cuyo cañón se corresponde con un diámetro de 17,25 mm, salen 20 esferas de ese diámetro con esa misma cantidad de plomo. El .410 se corresponde con un calibre de escopeta 36, ahora bien para este calibre, la longitud de los cartuchos es diferente según nos refiramos a Europa o EEUU. El 36 europeo le corresponde una longitud menor (65 mm) que al .410 americano (76 mm) y mucho menos que las versiones magnum de este, por lo que disparar un .410 en una escopeta del 36 solo puede tener consecuencias negativas, ya que producirá un grave accidente.

Ya que hablamos de longitudes de los cartuchos, es importante señalar que existen versiones alargadas de los mismos que suelen recibir el nombre de magnum, naturalmente nuestra escopeta deberá tener una recámara preparada para poder acogerlos con seguridad. Así por ejemplo, los cartuchos del 12 estándar les corresponde una longitud de 70 mm, sin embargo los magnum son de 76 mm. Lo mismo que en el caso del calibre 20, 70 mm para los estándar y 76 mm para magnum. Citar que por ejemplo existen para el calibre 12 cartuchos de 89 mm, denominados super magnum, pero en nuestro país son realmente difíciles de encontrar y las escopetas con esa longitud de recámara que los pueden disparar no son muy habituales.

Perdigones y postas

 

La variedad de municiones proporcionan una inigualable versatilidad a la escopeta


Internacionalmente se denomina perdigón a todo proyectil esférico cuyo diámetro sea igual o inferior a 5,75 mm, en nuestro país se le considera como tal cuando es menor o igual a 5 mm. En función de su tamaño reciben una numeración, que no es igual para todos los países, para España, EEUU, Francia y Alemania:

Con respecto a las postas, son todos aquellos proyectiles esféricos cuyo diámetro es igual o superior a 6 mm. Al igual que en el caso anterior, nuestro país se considera posta cuando es mayor de 5 mm. En la siguiente tabla que mostramos en el artículo, podemos ver los diferentes cartuchos de postas y sus características (no todos están disponibles en nuestro país).


Ya que hablamos de número de perdigones y postas por cartucho, vamos a explicar someramente el porqué de la dispersión. Esta se debe al choche de los diferentes proyectiles entre ellos en una suerte de juego de canicas o billar, donde las bolas al chocar unas con otras, en determinados ángulos, salen disparadas en muchas ocasiones lateralmente, otras simplemente son empujadas hacia a delante. El juego del billar o las canicas se desarrolla en un solo plano, mientras que en una escopeta la carga de postas o perdigones se mueve en tres dimensiones, de ahí la formación de una figura cónica que se va abriendo a medida que recorre más espacio.

Balas


Genéricamente se cataloga como bala en una escopeta a aquellos proyectiles de diámetro igual o superior a 9 mm. Aunque con los nuevos tipos balas subcalibradas, recubiertas de armazones de polímero denominado “sabot”, esta denominación ha perdido precisión. Con respecto a la forma del proyectil podemos catalogarlos en tres tipos:


Los tres tipos de proyectiles habituales son: sabot, brenneke y slug, además de sus correspondientes variantes. Las brenneke y slug cargan el peso en la parte delantera del proyectil siguiendo el principio de comportamiento de la pelota de badminton (pluma) o de una flecha. Además estas llevan en el cuerpo del proyectil unas estrías a modo de aletas helicoidales que sirven para estabilizar en lo posible el vuelo del proyectil. Las tipo sabot son balas subcalibradas que llevan un armazón de plástico para ser usadas en cañones rayados, cogen estría lo que les dota de movimiento giroscópico estabilizando el vuelo del proyectil.

El gramaje

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Hexolit 32 demoledor para caza y uso táctico


Cuanta mayor sea la carga, mayor será la masa de perdigones que sale del cañón y mayor número de impactos recibirá nuestro objetivo. Esto es importante en disparos largos, ya que a medida que avanza este conjunto de perdigones se va abriendo en forma de cono y por tanto dispersando por el efecto antes explicado. Esto a efectos cinegéticos también puede suponer que un exceso de gramaje, a una distancia corta, produzca mayor destrozo en una pieza de caza. Por el contrario supondrá un mayor shock en un uso antipersonal.

Con respecto a las postas el gramaje no es una consideración a la hora de elegirlo, sino el número de “canicas” que alberga el cartucho, que en cualquier caso tendrán un determinado peso. En el caso de un cartucho de bala indicará el peso del proyectil, los hay de diferentes pesos pero los más populares son los de una onza (28,34 g) de peso.

Munición de uso policial y defensivo


Cuando concretamente nos referimos a la escopeta como un arma antipersonal, el número de cartuchos apropiados se reduce drásticamente. Lógicamente hablando de su uso defensivo quedan excluidas las municiones especializadas de tipo militar/policial: abre-puertas, lanzadoras de pelotas de goma, lanzadoras de gas, etc. puesto que no están pensadas para la incapacitación de objetivos humanos. Aunque sí citaremos algunos cartuchos “exóticos” diseñados para la defensa del hogar del mercado norteamericano, aunque la mayoría no están disponibles en nuestro país.

Perdigones

 

El saco de frijoles no es una opción cuando está en juego la integridad de nuestra familia


Esta elección puede parecer en principio no muy acertada en general para el incapacitar objetivos humanos. Ahora bien para la defensa en casa, donde las distancias de combate son escasas y la sobrepenetración es un aspecto crítico, son una buena opción. Sólo en esas circunstancias los perdigones son válidos, en espacios abiertos con mayores distancias no deben ser usados para el propósito de la autodefensa. Son una alternativa a las postas en la muy corta distancia, ya que las postas tienen capacidad de atravesar paredes e incluso pueden llegar a traspasar en parte un cuerpo humano. Con los perdigones tenemos un muy buen poder de parada sin riegos de lesionar a terceros.

Bien es cierto que todo dependerá de la naturaleza de las paredes y la distancia del impacto, pero en el improbable caso que algunos perdigones lograsen pasar a través del tabique, lo harían ya prácticamente sin fuerza a diferencia de lo que harían las postas. También debemos tener en cuenta que no es lo mismo impactar contra una pared de ladrillo tabiquero, lo más habitual en nuestro país, que una plancha de Pladur o un panel de los utilizados en EEUU tipo “sandwich” de yeso y papel, denominado Sheetrock.


En general los expertos recomiendan perdigones del 7 ó 8 con una carga de 32-34 gramos como los más adecuados para su uso en interior de una vivienda. Estas medidas presentan un adecuado balanceo de poder de parada con escasa sobrepenetración en distancias muy cortas, hasta los siete metros. Debemos evitar perdigones mayores, munición con alcance potenciado o específicos para tiro al plato. Con las distancias que hay en un cuarto de una vivienda tipo o incluso un pasillo, la masa de pellets impactará bastante agrupada casi como una sola masa y no sobrepenetrará. Estos perdigones que son los recomendados para el interior de la casa, dejan de serlo cuando nos desplazamos al exterior de la misma o estamos operando en campo abierto. En cuanto salgamos al exterior deberemos cambiar nuestra munición por postas.

Postas


Las postas son sin duda las responsables de la reputación de la escopeta como un arma dotada de un tremendo poder de parada. Estas te dan la potencia de un rifle a corta distancia, pero no tienen el inconveniente del peligro de una bala perdida o excesiva sobrepenetración en un entorno urbano con alta densidad de gente. Al igual que los perdigones su proyección según avanzan metros es cónica, la amplitud de este cono hasta el impacto determinará la dispersión de los impactos. Las dos variables principales que influyen en las características de la dispersión son lógicamente las propiedades de la munición y del cañón.


Para hacernos una idea es realmente raro que dos escopetas de diferente fabricante, aún con similares características y usando la misma munición, repitan patrón de impacto. Es por ello que deberemos testar nuestra escopeta con diferentes cartuchos hasta que encontremos el que menos dispersión nos ofrezca durante más distancia, evitando la dispersión excesiva. Como vemos es un concepto alejado del mito “limpia pasillos” descontrolado del que todos hemos oído hablar y que el cine de Hollywood se ha encargado de difundir.


Los cartuchos de caza y aquellos diseñados para uso policial no han sido ajenos a las mejoras y evolución de la munición. Estas incluyen desde la aparición de tacos de polímero avanzados que preservan la integridad en el viaje de los perdigones o postas por el interior del cañón, balines cobreados o “tácticos”, adiciones de polímeros entre la carga de balines, pólvoras con diferente progresividad y reducción efecto retroceso, etc. Con esto quiero decir que existe una gran variedad de munición, que nos permitirá encontrar la más adecuada para nuestras condiciones y arma.

Letalidad


Vamos a aclarar un aspecto que muchos tiradores equivocan al respecto de las postas, por ejemplo en el caso de uno de los cartuchos que hemos probado en nuestra comparativa, las postas 00 contiene nueve balines de diámetro de 8,4 mm. Esto NO quiere decir que el disparar este cartucho equivalga a disparar 9 proyectiles de pistola de este calibre simultáneamente. La pobre balística de uno de estos balines hace que pierda mucha velocidad y por tanto capacidad de penetración, sobre los 25 metros ya pierden aproximadamente la mitad, sobre los 45 m el descenso de su energía, al límite del poder de penetración.

Alcance


Teniendo en cuenta lo anterior, el poder de parada de este tipo de cartuchos viene dado por la capacidad de infligir impactos múltiples que multiplican la capacidad del daño y el efecto shock, más que el que pueda producir un solo proyectil o posta a un individuo. En principio el comportamiento de los cartuchos con pocas postas presenta una mayor dispersión, según se incrementa la distancia. Aunque como hemos dicho anteriormente tendremos que evaluar el comportamiento del binomio escopeta-cartucho. En términos generales la elevada dispersión de estos cartuchos hace que no sea recomendable disparar con ellos más allá de los 20 - 25 m, como podremos comprobar fácilmente.

Bala


El tercer tipo de munición estándar antipersonal en una escopeta es la bala, que convierte la escopeta en una suerte de rifle para la corta distancia. Usar sólo balas en una escopeta es desaprovechar su principal virtud, que no es otra que la proyección en cono de perdigones o postas que permiten apuntar de forma “imprecisa” y por tanto con mayor rapidez en el combate a corta distancia.

Alcance

 

La escopeta de corredera y los modernos cartuchos de bala son ideales para monterías y esperas


En principio desde un punto de vista táctico deberían ser empleadas cuando estamos en combate en el límite de la efectividad de las postas, en mi opinión por encima de los 25 m. hasta un máximo de 80 m para proyectiles estándar, que es hasta donde ofrecen una precisión razonable. Para distancias mayores, hasta los 150 m, podemos exprimir el uso de la escopeta con proyectiles tipo sabot en cañones rayados.

Otros cartuchos para uso policial y defensivo
En EEUU la mayoría de los fabricantes de munición ofrecen cartuchos HOME DEFENSE en sus catálogos. Algunos se tratan de adaptaciones de sus cartuchos de caza y otros son soluciones ingeniosas con características peculiares que a veces ofrecen más “espectáculo” que efectividad. Por otra parte muchos de ellos están prohibidos debido a nuestra restrictiva legislación.

HEXOLIT 32


Es un cartucho letón distribuido por ZASDAR en España, del que ya hicimos un reportaje en el número 70 de armas.es, donde nos sorprendieron sus impresionantes cualidades mixtas para caza y uso táctico. Es un proyectil de acero en forma de copa, que en su parte anterior tiene un carrusel de cuchillas metálicas en forma de pétalos de flor sustentados por un armazón de polímero. Las pruebas balísticas sobre gel balístico demuestran, que a su brutal efecto de puta hueca, hay que sumarle el efecto “tuneladora” de sus cuchillas poliédricas. Por otra parte su masa en acero le otorga otras cualidades de tipo táctico antimaterial: detección de vehículos, rotura cerraduras, reventón de ruedas, etc. Por esto mismo es un cartucho con sobrepenetración que no debería ser usado en interior de viviendas.

 

Postas encadenadas


Se busca un comportamiento de hélice al disparar este tipo de cartucho, teóricamente inflige terribles cortes, grandes heridas e incluso amputaciones sobre el objetivo. No las hemos podido probar por estar prohibidas en nuestro país. Aun con lo prometedor que parece, creo que estadísticamente es mejor disponer de un mayor número de proyectiles que solo dos encadenados.

El saco de frijoles (munición no letal)


Diseñado inicialmente para el control de multitudes por fuerzas antidisturbios, consiste en una bolsa de fibra rellena de perdigones que se expande tras el impacto, causando un trauma no letal que incapacita al agresor, al menos en teoría. No soy fan de este tipo de munición, en tanto que hay individuos que pueden resistir este tipo de impactos (de gran envergadura, drogados, con adrenalina, etc.) y por tanto no quedar incapacitados. La invasión de nuestro domicilio pone en peligro nuestra integridad y la de nuestra familia, no es un juego, por lo que requiere la mayor de las contundencias.

Existen muchas otras, a cual más exotica: aliento de dragón, dardos o flechetes, cartucho rhodesiano, perdigones imantados, etc. Todos ellos serán objeto de un artículo futuro.

Munición para caza mayor

El calibre mínimo para caza mayor y para la fauna de nuestro país es el 20, utilizar uno inferior supone en la mayoría de los casos dejar animales heridos. Ahora bien los únicos calibres en los que se ofrece actualmente una oferta variada de cartuchos son el 12 y 20. Con respecto a estos, las postas están descartadas para caza mayor debido a su prohibición en nuestro país, las balas son el único tipo permitido para dicha actividad. Podemos distinguir entre dos grandes tipos de balas de acuerdo al tipo de cañón al que están destinadas: balas estándar para cañones lisos y balas subcalibradas o sabot para cañones estriados.

Balas estándar


Son de los tipos que hemos citados anteriormente y que como hemos comentado cuando hablábamos sobre las escopetas y su uso defensivo, ofrecen una precisión y contundencia hasta aproximadamente los 80 m. Siempre y cuando tengamos en cuenta que se trata de proyectiles pesados con gran caída y con una velocidad estándar sobre los 400 m/s por lo que requieren cierta adaptación en tiros largos (sobre los 80 m) para animales en movimiento. Existen versiones magnum que mejoran estas velocidades por encima de un 25% pero son pocos los fabricantes que las ofrecen en su catálogo, seguramente uno de los más prestigiosos es Remington. Dos ejemplos son sus SLUGGER® High Velocity Slugs, en su versión magnum que desarrolla en boca velocidades de hasta los 570 m/s o las SLUGGER® Rifled Slugs también en su versión magnum alcanzan los 536 m/s.

Balas subcalibradas


A finales de los años 80 se produjo uno de los mayores avances para el mundo de las escopetas, la fabricación de cañones estriados. Los primeros aparecieron en USA, donde varios fabricantes de armas y municiones empezaron a ofrecerlos junto a cartuchos con proyectiles subcalibrados. Los proyectiles de estos permiten a la escopeta alcanzar piezas con precisión hasta los 150 m., caso por ejemplo de los Remington Premier ACCUTIP, un proyectil tipo sabot de 385 grains con velocidad en boca del arma de 579 m/s que mejora su coeficiente balístico gracias a una punta de polímero. Otro ejemplo de bala sabot en calibre 20 es la Remington CORE-LOKT Ultra, una punta de 260 grains con velocidad en boca de 579 m/s.

Como hemos comentado las balas subcalibradas son las ideales para usar en cañones rayados. El envoltorio de polímero o sabot toma estría produciendo el deseado efecto giroscópico, este contenedor de la bala se desprende al salir del cañón habiendo ya cumplido su función. Es factible utilizar balas estándar en este tipo de cañones con buenos resultados, siempre que después de varias pruebas encontremos la más adecuada, aunque su uso tiene el problema de emplome del cañón, que nos obligará a limpiezas profundas del mismo. Por el contrario el uso de cartuchos sabot en un cañón sin estrías no es recomendable, hace que el proyectil subcalibrado cabecee en el interior del mismo con la consiguiente pérdida de precisión.

Remington Premier AccuTip Bonded Sabot Slug


Es uno de los cartuchos sabot para cañónes estriados más innovadores del mercado, dobla el rango de alcance tradicional de una escopeta y proporciona una nueva dimensión de uso al calibre 12 y también el 20. Este último es una plataforma muy precisa con un menor retroceso y comodidad en el disparo, que tienen como consecuencia una mayor precisión en el tiro.
Algunas de las características claves de esta munición son:
- Gracias a su punta de polímero Power Port™ proporciona un superior coeficiente balístico y precisión.
- Los cortes del proyectil en espiral y la tecnología patentada de expansión controlada garantizan una gran efectividad entre los 5 e incluso hasta los 200 m.
- Más del 95% de retención del peso del proyectil tras el impacto.
- Chaqueta metálica de latón extra-fuerte diseñada específicamente para estos cartuchos.

En los últimos años gracias a las experiencias adquiridas dentro del mundo de la avancarga, se ha llegado a la conclusión que los tacos de polímero que envuelven a los proyectiles subcalibrados deben ser lo más finos posibles. Siendo por tanto la bala del mayor diámetro posible, de esta manera lograremos que en su viaje por el interior del cañón ni se ladee, ni cabecee. Un proyectil de mayor diámetro significa un mayor contacto del taco en la base del mismo y menor estrés para el recubrimiento exterior frente a otro que tenga menor diámetro con el mismo peso. Esto explica por ejemplo las malas prestaciones de una bala del .44 (.429 pulgadas), frente a otras de .451 ó .458, en un arma de avancarga del calibre .50. Remington se aprovechó de este conocimiento en el diseño de las Accutip, ya que son de un mayor diámetro que las similares de su competencia.

 

 

 

 

 

 

Comentarios


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elinstructor

19, Diciembre 2021 14:09:05

Haciendo el calculo del calibre real conociendo el nominal (peso libra 453,59 g, peso especifico del plomo 0,0114 g/mm3 y peso bala esférica 37,8 g), al calibre nominal 12 no le corresponde el calibre real 20,20 mm, le corresponde de calibre real 18,5 mm.Salu2.

topp

25, Junio 2018 14:16:01

Y donde se pueden encontrar todas estas municiones...? Porque a la hora de la verdad luego no se encuentra ni la mitad de lo expuesto en cualquier armeria.

cottonclub

25, Junio 2018 11:07:19

Tampoco ha dicho nada de las subcalibradas con sabot y su uso en choKes cerrados.

PECTO

25, Junio 2018 08:36:16

Tiene razón, además me suena repetido

gumersindo

24, Junio 2018 15:48:42

Sintesis patrocinada de todo lo que al respecto llevamos debatiendo en el foro durante mas de una decada.

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