Estamos seguros de que más de un lector habrá pensado en cierto arqueólogo cinematográfico, al leer el encabezado de este editorial. Para aquellos que no sepan de qué hablamos, “Debería estar en un museo” era una de las frases icónicas de Indiana Jones, una referencia ficticia pero que nos sirve para poner un ejemplo claro y sencillo que ilustre el actual problema con el coleccionismo de armas de fuego.
Volviendo a la figura del Dr. Jones, el intrépido aventurero se encontró durante su ficticia carrera con cientos de hallazgos históricos, los cuáles siempre remitía a museos para poder ser disfrutados y estudiados por todo el mundo. Por supuesto, nunca faltaban indeseables que querían sacar dinero o simplemente destruir lo que debería ser patrimonio de la humanidad. La respuesta era siempre la misma: “Debería estar en un museo”.
Hace un mes pudimos disfrutar de un encuentro de coleccionistas de armas en un enclave incomparable: la casa de la familia Unceta. Entre anécdota y anécdota asistimos tristemente a la realidad de algunas de las colecciones de armas más importantes de España: son prácticamente insostenibles para el propietario. A los coleccionistas de toda la vida no paran de ponerles restricciones de todo tipo. A los nuevos coleccionistas prácticamente les aterra enfrentarse a su libro. Y no hablemos de las herencias, un auténtico privilegio que se convierte en un suplicio para aquellos que heredan una carga llena de trabas.
¿Qué hacemos con el patrimonio armero de España?
La pregunta es: ¿qué hacemos con el patrimomio armero de España? Muchos diréis que los museos deberían hacerse cargo de las piezas, pero debéis recordar que en España la gran mayoría de los museos están gestionados por la autoridad local... y si la susodicha está en contra de las armas, ya puede tratarse de un arma de 300 años: no se valorará. Tras mucho debatir con coleccionistas sobre el tema y ver la auténtica caza de brujas que existe sobre el coleccionismo de armas en España, llegamos a una conclusión agridulce: parece que la única manera fiable de conservar el patrimonio armero de España es sacarlo fuera del país, poniéndolo en manos de coleccionistas que lo valoren de verdad. Por supuesto, es un honor que fuera de nuestras fronteras valoren de tal manera nuestra historia... pero todo tiene un precio.
Permitidnos hacer una visita al Antiguo Egipto, o más concretamente al British Museum, uno de los museos más importantes del mundo. No hace falta añadir que la colección de arte egipcio del British es vergonzantemente enorme, contando con piezas vitales para la historia de la tierra de faraones. Y no apelamos a la vergüenza tan sólo por los siglos de expolio, piratería y fraude a los que los egipcios fueron sometidos por los ingleses (entre otros muchos), sino por la cantidad de obras de incalculable valor, totalmente malvendidas, en muchos casos pensando en su mejor conservación. En todo caso, queda claro que los egipcios no eran conscientes del error garrafal que estaban cometiendo al entregar su patrimonio histórico. Afortunadamente estas cosas no pasan en un país totalmente desarrollado como España... ¿verdad?
Os recomendamos ver este vídeo de Forgotten Arms en el que se ve claramente como en EEUU alucinan con nuestra historia armera
No es una casualidad que hayamos dedicado el actual número de Armas.es a la historia de las pistolas Astra, un capítulo dorado dentro de la historia armera de España. Esperamos que sirva para despertar nuestra conciencia, para que en un futuro próximo no tengamos que llorar la ausencia de aquello que ahora nos pertenece y que debería ser un orgullo y no una carga.
Que los españoles poseemos una de las culturas más ricas de todo el mundo es indudable. Que también somos líderes en ningunearla, queda fuera de discusión. Tomemos conciencia y actuemos antes de que perder nuestra auténtica riqueza: la historia.