La semana pasada se dio un paso adelante en la lucha por uno de los derechos básicos del ser humano: la legítima defensa. La Cámara de Diputados de Italia ha aprobado una propuesta de ley que, de ser adoptada definitivamente, legalizaría el uso de armas de fuego contra invasores / delincuentes que accedan a viviendas, oficinas o negocios durante la noche.
Este proyecto de ley señala uno de los problemas más característicos de parte de la Zona Euro: la indefensión ante un ataque en el hogar, algo que en España conocemos bien. Así, de ser aprobada la ley en el senado, se considerará legítima defensa la protección de uno mismo y de sus propios bienes, mientras que la agresión se produzca de noche. Además, se excluirá de culpabilidad a aquellas personas que usen armas para protegerse de situaciones de peligro para su vida, integridad física o sexual, llegando incluso a establecer que, en caso de muerte del agresor, los costes procesales y gastos compensatorios correrán a cargo del estado (únicamente en el caso de que el ejecutor sea juzgado y declarado inocente).
Es cierto que debemos elogiar el avance que realiza el país transalpino y que comparado con nuestro ejemplo es una gran victoria para los legítimos usuarios de armas y cualquier ciudadano en situación de peligro. Sin embargo, no todo es perfecto en esta reforma (tal como nuestros lectores habrán notado en el párrafo superior), algo que ha dejado claro Liga Norte, uno de los partidos políticos que votó en contra del proyecto de ley... y no precisamente por estar en contra de la autodefensa, sino por verla insuficiente. El líder del partido, Matteo Salvini, fue expulsado de la Cámara de Diputados, profiriendo gritos de "Vergüenza", para luego declarar ante los medios que "la defensa siempre es legítima, no sólo de noche".
Abandonando partidismos, debemos señalar otro punto importante: la proporcionalidad de la agresión. Según este proyecto de ley, debe existir "proporcionalidad de la reacción con la ofensa", algo que en teoría parece lógico, pero que en la práctica se suele convertir en el vacío legal que acaba inutilizando las leyes relacionadas con la autodefensa. ¿Cómo se calcula la proporcionalidad en un momento de máxima tensión, sin entrenamiento y con pocos segundos para tomar una decisión? Esto es lo que debe pensar el ciudadano Mario Cattaneo que disparó con su fusil a Petre Ungreanu, un asaltante de origen rumano, que entró por la fuerza en su casa de madrugada. Ungreanu murió en el acto y Cattaneo fue acusado de homicidio.
Casos como el de Cattaneo (que mira con esperanza a este proyecto de ley) ilustran perfectamente el problema que sufrimos en gran parte de Europa y también que el trabajo de entidades como ANARMA sirve de mucho.
Nos tomamos este pequeño paso como una victoria, pero dejando siempre claro que queda aún mucho para que podamos disfrutar de un derecho pleno a la legítima defensa.
Vía: LaVanguardia.com