En respuesta al artículo publicado por El diario El Mundo sobre la localidad española con la mayor media de armas por habitante, hoy lanzamos un órdago por todos los pueblos españoles que mantienen viva la tradición de las armas.
De sobra es conocido por nuestros lectores que, al menos una vez al mes, nos gusta señalar alguno de los atropellos que se cometen en contra de la cultura de las armas en la prensa generalista. Hoy nos hemos encontrado con un reportaje del diario El Mundo que habla sobre el pueblo de Alamillo (Ciudad Real), enmarcado en su sección "La España Exagerada". Dicha sección ha tenido invitados ilustres tales como "El pueblo con más suicidios de España" o "El pueblo con más curas de España". Con ese antecedente, esperábamos un nuevo ataque gratuito... sin embargo, el resultado ha quedado en poco más que la anécdota, puesto que el texto mantiene un tono medianamente respetuoso. Sin embargo, no nos cuadra el contexto de "La España Exagerada".
Entendemos que el artículo no deja de ser una curiosidad, por lo que en este caso vamos a olvidarnos de la intencionalidad del autor (fuera la que fuera). Sin embargo, queremos aprovechar la ocasión para alabar la figura de los pueblos armeros de España, un auténtico pulmón para la cultura de las armas.
En el caso de Alamillo, estamos hablando de un pueblo de 528 habitantes, de los cuáles 269 poseen licencia de armas y se contabilizan unas 670 armas, lo cuál nos da una media de 1,3 por habitante. Lo que a El Mundo le resulta exagerado, a nosotros nos parece lo más normal del mundo, si tenemos en cuenta que hablamos de una región en la que la caza tiene un fuerte arraigo y tradiciones -además de más de 3.000 hectáreas de cotos-.
El artículo además menciona otras localidades como La Zoma (Teruel) -16 habitantes y 10 licencias de armas (62,5%)-; Alpeñes (Teruel), -23 habitantes y 13 licencias-; Sant Jaume de Frontanya (Barcelona), -27-15-, y La Cierva (Cuenca), -39-20-.
Pues bien, lejos de querer exhibir nuestros pueblos como reductos de lo raro y lo anticuado, hoy felicitamos a localidades como las antes mentadas por seguir sus tradiciones sin dejarse influenciar por el acoso de los medios de comunicación y el mundo actual. Queremos lanzar una pregunta a todos nuestros lectores, sean del perfil que sean (tiradores, policías, coleccionistas...): si ya es difícil defender nuestros derechos siendo un número importante de usuarios de armas, ¿qué sería de nosotros sin el enorme porcentaje de usuarios de armas de caza?
Casos como los de estos pequeños pueblos nos recuerdan que debemos estar unidos, como si se tratase del mismo "Fuente Ovejuna" de Lope de Vega, un símbolo de "la unión del pueblo contra la opresión y el atropello". No nos queda más que felicitar a Alamillo por lucir su pasión e invitar a más localidades a mostrar con orgullo sus tradiciones armeras.