La Mesa Gallega por la Caza ha mantenido durante el mes de septiembre reuniones de trabajo con diversos Grupos Parlamentarios del Gobierno Gallego para trasladarles la preocupación del colectivo cinegético por la prohibición del uso de perdigón de plomo en aquella comunidad autónoma.
Cabe recordar que tal medida partió de una propuesta del BNG que podría quedar sin efecto si finalmente los grupos políticos atienden a los datos técnicos que presentó la Mesa Gallega por la Caza.
Esto supondría un enorme alivio para centenares de cazadores que se veían abocados a tener que comprar nuevas escopetas capaces de disparar munición de acero o tener que emplear aleaciones libres de plomo con un mayor coste y menor variedad de munición, algo que la Mesa Gallega por la Caza consideraba que causaría un caos y que sería algo imposible de asumir.
Este organismo de carácter cinegético ha propuesto una moratoria de cinco años con dos objetivos: una adaptación progresiva a nuevas armas y municiones y dar tiempo a que se completen estudios serios sobre los efectos del plomo en el medio ambiente.
La Mesa Gallega por la Caza no olvida que “a día de hoy, gracias al esfuerzo, trabajo y dinero de los cazadores, ya se dispone en el mercado de la primera alternativa fiable al perdigón de plomo” pero considera que sea como fuere debe darse tiempo al colectivo que no puede “digerir” cambios tan bruscos.