Hace años que en Europa se aprobaron dos directivas –directiva de aves y directiva de hábitats– cuyo objetivo inicial era defender la vida silvestre y los espacios naturales más valiosos del continente “pero lo que en principio planteaba una defensa de la naturaleza ha terminado siendo un ataque a los ciudadanos, que poco a poco han visto recortados sus derechos y libertades, y una amenaza de muerte para la práctica de la caza”; así al menos lo dice la Oficina Nacional de Caza (ONC), quien critica que al amparo de esas norma de aplicación comunitaria han desaparecido o se han limitado enormemente prácticas cinegéticas, algunas de ellas tradicionales, como la contrapasa de la paloma, el parany, el silvestrismo, la media veda y la perdiz con reclamo.
Para la ONC, algunas directivas son “totalmente ajenas a la ciudadanía y sólo han satisfecho a grupos ecologistas, orquestadores de grandes y amenazantes campañas mediáticas, que han encontrado en ella sustanciales fuentes de ingresos de dudosa repercusión para la naturaleza y que las han aprovechado para intentar la extinción de la caza y los cazadores”.
Creen los directivos de la ONC, con Antonio Sarasketa a la cabeza, que una de las dos normativas a las que se refieren es la Red Natura 2000, “cuyo desarrollo sólo ha sido un engaño con el que se ha intentado proteger el medio a costa del dinero de agricultores, ganaderos, cazadores o propietarios de la tierra. La Red Natura 2000 –sigue diciendo Sarasketa– no sólo no premia los buenos modelos de gestión, sino que sólo ofrece limitaciones sin compensación ni ayuda alguna por parte de la Unión Europea. Además, es una figura de protección desconocida por la mayor parte de la población a pesar de las enormes cantidades de dinero entregadas a los grupos ecologistas para darlas a conocer. Sólo saben de ella aquellos que padecen sus limitaciones”, termina sentenciando.
La ONC ofrece el siguiente enlace para apoyar su iniciativa: www.sialacaza.com https://ec.europa.eu/eusurvey/runner/EUNatureDirectives