El pasado fin de semana disfrutamos de la mano de Bergara de una magnífica jornada de caza. Gracias a su invitación ocupamos uno de los puestos en la montería que sorteó entre los poseedores de sus rifles Apex o de alguno de sus cañones hechos a medida.
El pasado fin de semana disfrutamos de la mano de Bergara de una magnífica jornada de caza. Y es que, gracias a su invitación, pudimos ocupar uno de los puestos en la montería que sorteó entre los poseedores de sus rifles Apex o de alguno de sus cañones hechos a medida. A continuación, os relatamos con todo detalle cómo se desarrolló esta inolvidable experiencia.
Nada mejor cuando empieza la temporada de caza que tener la oportunidad de acudir a una buena montería. Esto es lo que nos ha pasado gracias a la empresa Bergara. Como todos recordaréis, hace algunas semanas Bergara informó a través de armas.es que iba a sortear 3 puestos en una montería entre todos los propietarios de alguno de sus monotiros Apex o de sus cañones para rifles. El sorteo tuvo como afortunados ganadores a Vicente Magro Otero, Emilio Centurión García y Luis Bardal (quien no pudo asistir y cedió su plaza a su amigo Lucas Soriano). Pues bien, con todos ellos, procedentes de distintos puntos de la geografía española y acompañados por sus parejas o amigos, coincidimos el pasado sábado 9 de octubre en la localidad cacereña de Santa Marta de Magasca.
Además de los premiados, a la cita montera también asistieron diversos representantes de armerías conocidas del país, el editor de la revista Caza Mayor del Grupo V, José María García, y por supuesto una representación de Armas.es, todos ellos invitados por la empresa Bergara.
Todos los miembros del grupo nos reunimos en un antiguo molino que hoy en día se ha reconvertido en una acogedora y confortable posada. Muchos cazadores ya han pasado por este idílico rincón cacereño, algo que puede constatarse con sólo ver los incontables recuerdos de caza menor y mayor que adornan toda la posada. A nuestra llegada ya nos estaban esperando el director comercial de Bergara, Félix Fernández, y varios miembros de su equipo. La recepción fue prácticamente inmejorable, pues nada más “aterrizar” en el hotel, los responsables de Bergara nos obsequiaron con un inesperado regalo de bienvenida: una silla “plegable” de caza.
Después de acomodarnos en nuestras espaciosas habitaciones, disfrutamos de los aperitivos y una fabulosa cena, regada con buen vino y acompañada de un sabroso cabrito al horno. Tras alguna que otra copa y varias horas de charla entre amigos, nos retiramos a descansar a las habitaciones.
Al día siguiente (domingo día 10), nos levantamos temprano, pues teníamos una hora de coche por delante hasta llegar a los puestos donde se iba a celebrar la montería. Después del pertinente desayuno, sobre las 08.00h de la mañana nos subimos a los vehículos y partimos de Santa Marta de Magasca en dirección hacia la frontera con Portugal. Tras más o menos una hora de conducción nos encontramos con la amplísima finca de la montería. Y aquí, por si nos habíamos quedado con hambre en el desayuno, nos esperaba un impresionante almuerzo compuesto por los alimentos más tradicionales de la zona: migas con huevo frito, chorizo, lomo, etc. Un almuerzo de cazador, como los de toda la vida.
Ahora sí, después de dar buena cuenta de las migas se realizó el habitual sorteo de puestos y los organizadores nos explicaron qué hacer (y qué no hacer en el puesto), así como a qué y a qué no se le podía disparar. Esta montería patrocinada por Bergara era principalmente de venado. Nos trasladaron a nuestros puestos a bordo de un todoterreno y allí esperamos a que fueran entrando las piezas. Como suele ocurrir en esta modalidad cinegética, la suerte influye mucho, ya que hubo cazadores a los que les entraron varias piezas y tuvieron un buen nivel de abates, mientras que a otros apenas les entró uno o dos animales durante toda la jornada. También hubo quien, por una mala elección del rifle o del visor, apenas pudo abatir ningún venado.
Finalmente, la montería se saldó con unos buenos resultados en general. Aproximadamente se abatieron unas 30 piezas, algunas de ellas excepcionales, como el ejemplar que aparece junto a estas fotografías. Aún así, también es cierto que se vieron bastantes hembras e incluso pequeñas reses, a las que algunos cazadores decidieron no disparar. Tras la recogida de todas las piezas abatidas llegó el momento de reponer fuerzas con una suculenta comida que nos permitiera conducir tranquilamente de vuelta hacia nuestros hogares.
Por último, desde Armas.es queremos agradecer a Bergara su invitación a esta montería, y cómo no, animar a esta empresa española a que siga promocionando este tipo de eventos para tiradores y cazadores. A ver si el próximo año podemos repetir la experiencia.