Caza en Argentina, un paraíso natural idóneo para la caza menor | ||||
Raúl Alberto González (instructoritb) (21/04/2008) | ||||
En Argentina se suele cazar en cotos cercados y explotados netamente para la actividad cinegética, si bien el 90% de la caza se hace en campos naturales y explotados para la agricultura y la ganadería. Donde yo vivo, en el oeste de la provincia de Buenos Aires (a 500 kilómetros de la capital argentina), es una zona con pastos naturales, llanura, medanos, pasturas y campos cosechados en los que se alimentan las perdices y liebres principalmente. El clima y las distintas especies La liebre europea, introducida en el siglo XX en la zona central de Argentina, no vive en madriguera o cuevas, sino que duerme de día en camas escondidas entre los matorrales y a veces en lugares inesperados carentes de pastos altos. Por lo general, aquí en Argentina no nos gusta que nuestro perro se levante y salga como loco corriendo detrás de una liebre, pero no deja de ser un tiro muy deportivo, principalmente en aquellos lugares donde tenemos pocos segundos para efectuar los disparos. Otra de las especies más conocidas de Argentina es la perdiz colorada. En este caso, se trata de un gran ave, muy bella, y bastante sensible a las fumigaciones, pues se alimenta de semillas e insectos envenenados. Es una pena que se encuentre casi en extinción en muchas zonas, aunque se está recuperando en distintos lugares gracias a las repoblaciones en cautiverio y las posteriores sueltas. Prohibida en muchas zonas, sólo se pueden cazar algunas piezas en los lugares de cría. La perdiz colorada es una especie capaz de evadir al perro con agilidad y velocidad, casi sin ser percibida por nuestra vista. Su vuelo es repentino y vertical, aunque una vez en el aire comienza un vuelo horizontal con planeos intermitentes como los de la perdiz chica, aunque la colorada es tres veces más grande que la anterior y sus hábitos son de andar en bandos o por parejas. La copetona es una perdiz similar a la montaraz y la colorada en tamaño y hábitos de andar en grupos grandes. Actualmente, está extinta y es solo un recuerdo de nuestra pampa. Por su parte, la codorniz, se caza en el sur de nuestro país y se adaptó después de varias sueltas y escapes de criadores. En cuanto a los patos, abundantes en número a no ser por carencia de lluvias y falta de agua, se pueden cazar bien en la provincia de Buenos Aires, bien en las zonas del norte del país. Con los reclamos adecuados se logran jornadas espectaculares de tiro en una mañana o un atardecer. La paloma representa hoy en día una plaga nacional en la pampa y en la provincia de Córdoba principalmente. En un atardecer esperando a orillas de algún monte, está garantizado que un tirador puede efectuar unos 200 tiros como mínimo. Por último, el zorro gris y la viscacha son tiros ocasionales. Ambos producen daños; el primero a los nidos y crías en verano, y la segunda a la agricultura. Para la caza de la viscacha se usa el calibre .22LR equipado con un buen visor, ya que son escurridizas, de hábitos nocturnos y viven en madrigueras. Las armas y las municiones Sobre el peso de las armas influye que se camina bastante, sobre todo si uno lo pretende porque las extensiones así lo permiten. Resumiendo, un arma de calidad liviana anda bien para todo. Un kit de limpieza básico ayuda a mantener el equipo en plenas facultades, sobre todo después de mojarse en la laguna o ensuciarse en la llanura. No menos importante que las armas es el tema de la munición. El calibre idóneo es el 12 con vainas de 70mm. Sirve para todo y todos los climas. En este sentido, he visto a muchos cazadores atormentarse cuando en días de viento fuerte el calibre 12 preponderaba y daba más posibilidades en comparación con el 20. La munición indicada para perdices es la 7 o 71/2; para patos y palomas la 3 y 5 (según el viento); y para liebre la misma que para la perdiz, ya que la liebre se nos cruza cuando cazamos a las perdices. NOTA: hasta la fecha, en Argentina no es obligatorio el uso de perdigón de acero, aunque ojala algún día nos acostumbremos a cuidar más el medio ambiente, incluso recogiendo las vainas usadas. Legislación y documentación En comparación con otros países, la normativa de caza en Argentina es muy liberal. Para la perdiz y para la liebre hay un cupo estándar de 10 piezas por día y por cazador, aunque siempre es la zona y las estadísticas previas al inicio de la temporada las que determinan los cupos para todas las especies. Para cazadores nacionales y extranjeros se recomienda tener toda la documentación actualizada, se pueden introducir las armas sin problemas y en la misma aduana está la oficina del Registro Nacional de Armas (RENAR) donde se hacen los trámites de ingreso temporáneo de armas al país pagando la correspondiente tasa. Los cartuchos sólo se pueden obtener en el propio país, con una oferta muy variada. Respecto a la indumentaria, lo más adecuados es pantalón, chaqueta, chaleco de cazador con bolsillos para la imprescindible cámara fotográfica, cartuchos, navaja, y un calzado adecuado, liviano y resistente. Para la caza del pato, la paloma y la avutarda el camuflaje es indispensable. En todo caso, los “waders" de neopreno son los más aconsejables cuando el agua está muy fría. La ropa que usan en Europa es compatible y más sofisticada que la nuestra, por lo que si vienen no tendrán problemas en este sentido. Muchos de los cazadores procedentes de Europa han quedado maravillados de las bondades de nuestros campos y del entorno donde se practica la caza. Esto fue un resumen para mostrar nuestra salvaje y natural caza menor argentina que es acompañada de paisajes hermosos, rurales y tranquilos, completados con comidas del lugar. Ojala algún día se den el gusto de compartir jornadas de amigos, caza, perros y naturaleza en Argentina. |
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