El otro día presencié una situación que muchos llamarían graciosa. Estaba un hombre rompiéndose la cabeza con un revólver que acababa de comprar. Se acababa de sacar la licencia de tiro olímpico y no encontraba la manera de meter las balas en el negro. Aunque por ser de Tercera y tratarse de su primera arma corta lo lógico habría sido que se hubiera comprado una pistola, o incluso revólver, del .22 lr (o mejor, de AC) para empezar a pegar todos los tiros del mundo e ir aprendiendo, el hombre salió de la armería con un .38 Special. Nada que objetar, salvo que yo siempre digo que para llegar a Fórmula I hay que empezar por los Karts.
El nuevo tirador, cuya frustración ya se le refelajaba en la cara, se vuelve y ve a un amigo que entraba a la galería, que ya es de Segunda y está en ascenso. Le dice: "Manolo (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia; perdona, Manolo, no eras tú), mira a ver que CÑ le pasa a este trasto, que no va!". Manolo, que ya sabía algo de pegar tiros y conocía un poco el drama que estaba en proceso, le mira con aire de suficiencia mezclado de compadecimiento y dice: "Ná, Pepe (perdona, Pepe, no eras tú), es que el arma ya puede ser muy buena, pero hay que aprender a parar y tirar de la cola del disparador sin descomponer las miras". Le da un pequeño cursillo oral, que omito, y termina por decirle: "Es de la mano para atrás lo que tira. El tiro está en la cabeza". Coge el arma, mira al suelo, coloca los pies como él sabe que le va bien, mete el pugar en el cinturón, y se pone muy serio. Respira, respira, aguanta el aire mientras sube el S&W (perdona, S&W, no eras tú), lo deja clavado y tira de la cola del disparador. Un 1 a la derecha y a las cinco ... en el blanco de al lado. El tirador novel había tocado tanto las miras que había desviado el tiro más de medio metro y bajado palmo y medio.
Está claro que por muy bueno que sea un tirador no puede tirar bien si el arma no está puesta en tiro. Ahora no estamos hablando de que lo más normal es que las cachas de otro no te vayan bien, ni de que un arma puede tener el disparador regulado a gusto del usuario, ni de que cada tirador conoce cómo va su carga, ni nada de todo eso. Estamos hablando de algo tan simple y tan complejo como hacer, con la ayuda del sistema de miras que lleve el arma, que la bala vaya donde queremos.
Es cierto que hay varios factores que intervienen en la puesta en tiro de un arma. Una cachas con pasta aquí o allá, o con un lijado allá o aquí van a hacer que el tiro vaya un poco más centrado. Una carga medio grain más o menos puede hacer que la bala vaya un poco alta/baja y a a la derecha/izquierda, y un crimpado hará que el tiro pique en el 9 alto en vez de punto en once, y así sucesivamente. Y si es un arma larga, la cosa se puede complicar por entrar en juego los cuatro puntos de apoyo, sin ir más lejos ...
Pero hablamos sólo de las alzas o el visor.
Los tiradores nuevos o los que empiezan con un tipo de arma concreta nos preguntan a veces qué hacer para variar el alza y la deriva del tiro. La mayoría de las armas cortas tienen un sistema parecido, basado en clicks de alza y deriva, que es el que aprende rápido un tirador que empieza. Un click se lleva el tiro un centímetro o uno y medio, por ejemplo, y con calma y poniendo la cabeza a trabajar consiguen poner el arma en tiro. El problema es que hay que hacerlo tirando a pulso, porque si se hace apoyado en mesa lo normal es que el tiro no vaya al mismo sitio después, y puede llegar un momento en que se cansa el tirador o incluso la ansiedad le hace no tirar lo bien que tiraría si no tuviera que resolver el problema.
Yo siempre le contesto al tirador que pregunta que se imagine el sistema de las alzas en relación con el cañón como si se tratara de unas tijeras. Un eje, el de miras, sería un filo y el otro, el del cañón, el otro. Si cerramos las tijeras en horizontal, los dos ejes miran al mismo sitio: cañón y el sistema de deriva miran centrados al blanco y hemos corregido la deriva. Si las cerramos en vertical, alza y cañón están juntos en alza. Cuanto más abro las tijeras en horizontal, imaginando que el ojo grande, donde se meten los dedos central y anular y su correspondiente filo son la deriva y el ojo pequeño, el del pulgar, el cañón, estoy llevando el tiro a la derecha porque la línea de miras está centrada y el cañón mira a la derecha. Si abro las tijeras en vertical y centro ese filo y las abro el cañón mirará arriba y los tiros irán altos.
Cuando le coge el tranquillo un tirador, mueve los clicks sea con las roscas moleteadas del arma o con un destornillador si son de tornillo y sabe que mueve el tiro unos milímetros o incluso un centímetro o más según armas. Los sistemas de rosca moleteada, ejemplo típico el de la AW93, hay que aprendérselos porque casi siempre están a ambos lados y una rosca es alza y la otra es deriva, como en un visor. La mayoría de los otros tienen el sistema más intuitivo de un tornillo central que sube y baja el alza según suba y baje el tornillo (en ocasiones es una rosca) y la deriva en tornillo horizontal. Éste puede mover el tiro directamente con cada click, pero también puede ser un sistema de dos tornillos, como el habitual en la carabina Brno 452; en este caso hay dos tornillos enfrentados que se tocan de punta y hay que aflojar un tornillo para que deje sitio al otro. Incluso hay armas, entre las que se incluye la misma 452 y sobre todo los fusiles militares tipo Mauser, etc, que tienen el alza en corredera escalonada.
Si bien la parte mecánica de poner el arma en tiro es relativamente sencilla en el caso de las armas cortas y/o largas de miras abiertas, excepción hecha de los casos en que también se puede jugar con el punto, conviene tratar el tema de la relación miras/punto de impacto. Eso será en la próxima entrega.
Saludos.
JW.