A veces uno subestima algunas cosas en este rubro, muchas veces nos es sencillo descalificar o no dar la verdadera importancia a ciertos accesorios, o simplemente considerarlos “Pomada Yankee” como dicen ustedes. Así estaba el tema para mí con la miras de tritio, las consideraba útiles para defensa, incluso las recomendaba, pero no tenía muy en claro Cuan útiles eran.
Hace un mes aproximadamente mi amigo y socio me trajo un juego de miras de tritio para mi G22 que consiguió a precio vil y compró 2 (el famoso déme dos de los Argentinos) y bueno ya que las teníamos vamos a probarlas. Otro amigo con armería hizo la magia de instalarlas y así mi G22 tuvo sus bellas miras de tritio, color verde (soy daltónico) algunas traen el alza de un color y el guión de otro, por si algún despistado alinea el guión por fuera del alza (casi imposible con un empuñe decente).
Al principio el tema venía de curiosidad, vean que lindos son los puntitos fosforescentes!!, pero en poco me dí cuenta que podía encontrar el arma en la oscuridad sin esfuerzo, que los puntos no iluminaban mi rostro y que las miras son invisibles desde cualquier punto menos desde detrás de la miras (justo donde uno quiere estar).
La prueba de fuego llego de manera inesperada y poco grata, pero estos son los tiempos que nos toca vivir.
Una madrugada de sábado algún “mutante” (diría mi amigo Alejandro), pensó que sería genial meterse a mi casa y ver que onda. La cuestión es que el inadaptado eligió la puerta que tiene adosado un ventanal para tratar de forzarla, al principio parece que le iba bien, pero de pronto estalló el vidrio del ventanal, con un estruendo que despertó a todo el barrio inclusive a mí (que además de hazaña, fué lo más sobresaliente de la cuestión).
Abrí ojos sin saber donde estaba, pero sentía los vidrios del ventanal todavía cayendo desde las partes altas, miré a mí alrededor y encontré sin esfuerzo los 3 puntitos que me decían: Aquí estoy. Una vez mi G22 en la mano, la tranquilidad se hizo presente a la par de que mi cerebro se despertaba un poco más.
Puse las miras por delante y empecé a caminar hacia la entrada, sinceramente la tranquilidad que dan esos 3 puntitos alineados por delante es ABSOLUTA, llegué al teléfono, siempre cubriendo la puerta y sin prender la luz llamé al 911, todo lo demás es anécdota, nunca se supo quien intentó entrar ni hubo alguna otra cosa que no fuera reparar los daños y reforzar las rejas de la casa (léase poner rejas donde aún no había).
¿Miras de tritio? Indispensables para un arma de defensa!!!.
Adrián Tomate© De Rosa
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