La venta de armas se ha disparado en los últimos meses en toda Europa, debido a la intensa ola de atentados que ha azotado al continente. Sin embargo, hay algo que no cuadra: si la mayoría de los europeos no tiene derecho a la autodefensa, ¿qué relación hay entre este fenómeno y el miedo creciente? La respuesta está clara: leyes desactualizadas y un problema como de difícil solución con las opciones convencionales.
Llevamos un par de meses leyendo en todas las cabeceras las consecuencias de las olas de atentados en Europa: el Gobierno de Alemania aconsejando a sus ciudadanos el abastecimiento preventivo, una revisión de los permisos de la policía francesa para llevar armas en lugares públicos... sin embargo, el movimiento que más llama la atención es el aumento en las ventas de armas, llegando hasta niveles tan llamativos como los de la República Checa, que ha pasado de 6.000 a 300.000 permisos en sólo 5 meses. Quizá este número les parezca pequeño a nuestros lectores, pero si a eso le suman las declaraciones del presidente checo, Milos Zeman, que literalmente pidió a la población que se armara, tenemos un clarísimo nuevo punto de vista sobre las armas. "Los ciudadanos deberían poder tener armas. Sólo así podrán actuar en contra de estos terroristas", declaró Zeman a la televisión checa.
Alemania es también uno de los mayores implicados en este proceso y probablemente con toda la razón del mundo, puesto que en el pasado mes la actividad terrorista se centró en el país teutón. A priori existe el dato del aumento de la venta de armas menos letales en un 50 por ciento... sin embargo, es cierto que también ha habido un repunte del interés por la caza y el tiro deportivo. ¿Casualidad?
Por su parte, Suiza también ha sufrido cambios durante este periodo. Además de ser uno de los países con mayor número de armas por habitante durante muchos años -y uno de los más estables y seguros-, la Policía Local suiza ha anunciado que se ha detectado un aumento de las ventas de armas en al menos 12 cantones de los 26 que componen el país. "No existe una explicación oficial para este aumento, pero por lo general vemos una conexión con los atentados que han tenido en Europa", declaraba Hans Peter Kruesi, un portavoz de la Policía Suiza.
Un detalle importante a tener en cuenta sobre Suiza, es que el estado cuenta con la autodefensa como medio válido para mantener el orden, puesto que sus fuerzas del orden se componen principalmente de voluntarios civiles. Sin embargo, una cosa está clara: su sistema funciona. ¿Una educación diferente? Puede ser, pero de este caso sin duda nos quedamos con que la autodefensa, si se ejerce con responsabilidad, puede ser la respuesta.
Dejando a un lado los países centroeuropeos... ¿qué pasa en el sur de Europa?
Como siempre, los "sureños" vamos a contracorriente. Es cierto que la venta de armas en el sur de Europa ha aumentado ligeramente, pero quizá no lo suficiente como para detectar una tendencia. Sin embargo, lo que si que ha aumentado claramente es la venta de armas en el mercado negro, y cuando decimos mercado negro nos referimos tanto a la posible venta a delincuentes / terroristas, como a particulares. La prueba es la gran cantidad de noticias sobre detenciones efectuadas por venta ilegal de armas.
La semana pasada se anunció la segunda parte de la operación Taronja, que acabó con una red de tráfico de armas en Sevilla, tras haber empezado en Alicante. Sin embargo, la semana pasada también pudimos enterarnos de varias detenciones de particulares que vendían armas sin licencia. Esto se ha multiplicado en los últimos tiempos notablemente, seguramente relacionado con los últimos actos terroristas.
La pregunta está clara: si los gobiernos centroeuropeos han comenzado a ver la posesión de armas y la autodefensa como una solución (al menos parcial) ante el problema del terrorismo, ¿por qué la otra mitad niega la evidencia? Esperemos que no nos arrepintamos de no haber seguido a nuestros vecinos del viejo continente...