A lo largo de los años, el .270 Winchester se ha mostrado como un calibre perfecto para la caza de piezas medianas (corzos, rebecos y muflones) incluso en distancias considerables. Por otro lado, admite una gran cantidad de balas aunque las más populares son las cargadas con 130-150 grains.
Historia del .270 Winchester
El calibre .270 nació hace cerca de 100 años cuando la casa Winchester lo diseñó basándose en la vaina del popular .30-06 Springfield. Prácticamente podría decirse que el único rasgo que diferencia a ambos cartuchos estriba en el cuello de la vaina, ligeramente más estrecha enel .270, lo que le permite utilizar puntas más pequeñas y con una trayectoria más veloz.
Winchester diseñó este calibre con el objetivo de que equipara su rifle de cerrojo Remington M54. La primera aparición del .270 en la escena internacional se produjo en el año 1925. Desde entonces, su popularidad no ha dejado de crecer hasta el punto de convertirse en uno de los grandes clásicos de la munición cinegética.
A pesar de su larga trayectoria, el .270 Win sigue siendo hoy en día uno de lo cartuchos más fabricados y con más ventas en el mercado internacional. Las principales firmas disponen en su catálogo de productos de diversos tipos de rifles preparados para esta munición: cerrojos, monotiros, palanqueros, semiautomáticos...
Un presente complicado
Pese a que las cifras y los resultados lo avalan, actualmente el .270 Win ha perdido una parte importante de su popularidad en favor de otros calibres más potentes. En España, la tendencia de los cazadores les está llevando hacia el uso de calibres Magnum, dejando de lado a las municiones tradicionales que les han ofrecido tan buenos resultados durante tantos años.
Sin embargo, calibres como este .270 o el .243 siguen teniendo una gran aceptación entre los aficionados al rececho, que encuentran en este cartucho una munición más ligera que sus principales competidores (.30-06 y .308).
.270 Winchester, características
Equipado con puntas expansivas, su poder es devastador, siendo capaz de abatir prácticamente todo tipo de piezas de tamaño medio (corzos,rebecos, muflones...), incluso en distancias de tiro considerables, hasta los 300 metros.
Como siempre, de la adecuada colocación de la bala dependerá la efectividad a la hora de tumbar a la pieza, pero lo cierto es que con el .270 se pueden cazar desde los anteriormente citados animales de tamaño medio hasta las alimañas (Varmint), una práctica muy extendida entre los cazadores de Norteamérica.
Su contrastada versatilidad le permite utilizar una gran variedad de puntas con cargas desde los 100-180 grains, aunque los más comunes son los de 130-150 grains, que ofrecen un rendimiento balístico excelente.
El .270 es un cartucho ligero, muy agradable de disparar, con una tensa trayectoria y una precisión más que notable. Por todo esto, aunque la competencia con otros calibres de similar envergadura es elevada, este Winchester sigue siendo un clásico en los montes españoles.