La firma Winchester desarrolló en 1963 este potente cartucho como una variante de su popular .338 Win Mag. El objetivo de la marca estadounidense era crear un cartucho que compitiera directamente con el célebre 7mm Remington Magnum, considerado por aquel entonces como el calibre más potente del mercado. Actualmente, el .300 Winchester Magnum se ha convertido en uno de los cartuchos más utilizados en disparos a largas distancias (700 metros). En cuanto a su empleo en la caza, este calibre permite la adopción de todo tipo de balas expansivas. Los pesos de los proyectiles oscilan entre los 150 y los 220 grains, en función de la especie que se quiera abatir. Es un calibre idóneo para las piezas más pesadas de caza mayor.
Características: Versatilidad, precisión y potencia.
Distancia efectiva: 700 m