Tiro al Plato: Optometría aplicada al tiro | |||||||
Rafael Martín Díaz (24/04/2009) | |||||||
El campo visual Es el espacio que divisan y dominan nuestros ojos sin necesidad de realizar movimientos secundarios. Esto implica la habilidad de prestar atención a lo que se está mirando (campo central) y a la vez percibir y usar, si fuese necesario, lo que está alrededor de su punto de fijación (campo periférico). Dominar el campo visual es de gran importancia dado que posibilita al tirador un mayor espacio de reconocimiento alrededor de su punto de interés o zona de tiro. El factor de visión Es obvio que hay personas que tienen ciertas deficiencias en la vista, y lo lógico es corregirlas con unas lentes. Por el contrario, hay otras que se han habituado a esa irregularidad, y al no tener que forzarla en esos momentos, no logran percibir ese problema que padecen. Realmente, lo importante es, en el caso de que usemos lentes, utilizar las adecuadas y revisarlas con regularidad para poder tener una visión clara. El ojo humano empieza a flaquear a partir de los 35 o 37 años, dependiendo como es lógico de cada persona. Es importante al utilizar gafas de tiro que los cristales sean de calidad, ya que en el mercado hay una gran variedad, existiendo algunos más perjudiciales que beneficiosos.
Todas las personas desarrollamos una parte de nuestro cuerpo más que las demás. Se dice que la parte derecha es la parte creativa y la izquierda es la que desarrolla, analiza y razona. Así, lo mismo ocurre con nuestros ojos. El ojo rector es el que tiene una mayor agudeza visual, el que domina la visión en profundidad. El otro ojo manejará por tanto la visión periférica y espacial y, entre ambos, conseguirán hacer llegar a nuestro cerebro una imagen, en la que tenemos un ojo que es dominante sobre el otro. La mayoría de tiradores suele tener como ojo dominante el derecho, dado que existen más personas diestras que zurdas, no siendo esto demasiado significativo. Suele haber un porcentaje elevado de personas diestras cuyo ojo rector es el derecho, así como zurdas cuyo ojo es el izquierdo. Debemos ser conscientes de que nacemos con el ojo rector, que no es educable. Aunque también se dan casos en los que el ojo rector de algunas personas ha cambiado a cierta edad. Todos los tiradores deberíamos de hacer una prueba muy sencilla que consiste en unir las yemas de los dedos separando la mano hacia delante. A una distancia de unos 50 o 60 cm aproximadamente, localizaremos un punto fijo con los dos ojos abiertos. A continuación, cerraremos el ojo izquierdo y si perdemos de vista ese punto que hemos centrado, sabremos que nuestro ojo rector o dominante es el izquierdo. Si sucediera lo contrario, entenderíamos que nuestro ojo rector es el derecho. Por otro lado, la tridimensionalidad del plato en la cancha resulta fundamental para el cálculo o medición de distancias. Si tiramos como lo hacen la mayoría de los deportistas de plato, es decir, con un ojo cerrado y otro abierto, perderíamos un entre un 27% a un 31% de visión. Con los dos ojos abiertos favorecemos el encare, por lo que el tiro se efectuará a mayor rapidez. Del mismo modo, también nos dará más seguridad en nosotros mismos, dado que vemos todo, no sólo parte de lo que tenemos delante. Tirar con los dos ojos abiertos es entrenable, se puede conseguir. Siempre se aconseja tirar con los dos ojos abiertos, puesto que como decimos, así aumentaremos el campo visual. Debemos tener en cuenta que siempre hay que crear una sola línea: ojos, boca de cañón y plato, todo formando una misma trayectoria imaginaria. Defectos visuales más comunes -Defectos Refractivos: son aquellas anomalías visuales en las que se ve con cierta borrosidad, tanto de lejos como de cerca. Pueden darse en circunstancias puntuales. Al disparar observaremos el plato con una forma poco perfilada y veremos un objeto de color que se desplaza en el espacio. a) Congénita: de nacimiento debido a error orgánico. b) Patológica: cuando el ojo crece más de lo normal. c) De índice: suele darse si surgen cambios en la estructura ocular. d) Nocturna: debido a la poca iluminación, el ojo no percibe los detalles. e) Falsa miopía, espasmo de acomodación, o miopía hipertónica. f) Miopía instrumental: le ocurre a las personas que trabajan con microscopios. -Hipermetropía: es cuando el sistema óptico ocular es incapaz de trasladar la luz procedente del exterior a la retina. El tirador hipermétrope verá el plato cada vez mejor a medida que se aleje del mismo, por lo que tendrá que utilizar lentes convergentes. -Astigmatismo: deformación de la superficie de la cornea que deforma la visión tanto para ver de cerca como de lejos. Es una enfermedad de nacimiento y no avanza con la edad. En este caso, el tirador apreciará el plato poco nítido, limpio o claro, por lo que deberá usar cristales correctores. -Presbicia o vista cansada: los cambios ocasionados por la edad disminuyen de forma irreversible el poder de acomodación. La presbicia es, por lo tanto, una condición fisiológica. Hay una apreciable disminución de enfoque en nuestro ojo, por lo que se deberá usar lentes convergentes para regular esta carencia o problema. - Ojos rojos - Necesidad de frotarse los ojos con frecuencia - Parpadeo acelerado - Cerrar o guiñar un ojo innecesariamente - Desviar un ojo - Borrosidad ocasional - Ver doble - Deslumbramiento fácil - Dolor de cabeza al volver de la cancha de tiro - Errores repetidos y no justificables en el cálculo de profundidad, distancia y velocidades Un último apunte relacionado con las características de nuestros ojos aplicadas al tiro. Llamaremos punto remoto a la distancia máxima a la que puede estar situado un plato en su trayectoria, para que un tirador lo distinga claramente (no siendo necesario un alcance óptimo de rotura del plato. Y punto próximo a la distancia mínima. Rafael Martín Díaz es Entrenador Nacional de la Real Federación Española de Tiro Olímpico (R.F.E.T.O.), Diplomado por la R.F.E.T.O. en Recarga de Cartuchería, y Asesor Técnico de Rifles y Escopetas GRAVEX |
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