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Accidentes con armas: primeros auxilios para saber cómo actuar

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Accidentes con armas: primeros auxilios para saber cómo actuar
¿Qué debemos hacer cuando se produce un accidente con armas de fuego?, ¿cómo tenemos que reaccionar? En este interesantísimo y útil artículo descubriremos cómo actuar en estas desagradables situaciones.
Accidentes con armas: primeros auxilios para saber cómo actuar
instructoritb 10/04/2007
Este trabajo representa lo que considero mínimo e indispensable para el legítimo usuario de armas de fuego, en cuanto a primeros auxilios y modo de actuación en situaciones de accidentes con armas se refiere.

Este material va dirigido fundamentalmente a personas que no sean expertas en primeros auxilios, aunque también puede venirles bien a quienes sí lo sean. En todo caso, este artículo no pretende ser un curso magistral en esta materia, sino simplemente convertirse en una guía de ayuda para los usuarios de armas.

1. Definición de primeros auxilios
Los primeros auxilios son la primera atención o ayuda que recibirá un accidentado o enfermo por parte de una persona hasta la llegada de expertos facultativos. Recordemos que, sin un mínimo de capacitación en primeros auxilios, no es recomendable actuar, tanto por la salud del auxiliado y del propio auxiliador, pues una inadecuada intervención puede terminar de manera fatal para ambos. Es fundamental no intentar movilizar al auxiliado por nuestros medios, a no ser que la situación sea leve y consideremos que no produciremos un mal mayor. Ejemplo de estas actuaciones pueden ser las quemaduras o golpes producidos ante la rotura de un arma. En situaciones de mayor gravedad, se necesitará la presencia de un experto facultativo.

2. Prevención: el botiquín
Como en todas las órdenes de la vida, siempre es mejor prevenir que curar. Por eso, en las actividades relacionas con las armas de fuego no está de más llevar un botiquín de primeros auxilios para actuar como primera medida de intervención ante un accidente. Quemaduras por la salida de gases, cortes por vainas vacías y roturas de piezas son varias de las causas de heridas producidas por las armas de fuego. Un simple botiquín con lo básico (apósitos, desinfectantes, un rollo de vendas, cicatrizantes, gasas y cinta adhesiva) puede servirnos para proteger cortes, aliviar quemaduras, frenar sangrados y limpiar heridas. Esto es de suma importancia tanto en el campo de tiro, zonas cinegéticas aisladas y hasta en los propios lugares cotidianos de nuestra vida. No está de más llevar agua en abundancia, pues a parte de saciar nuestra sed puede servir para aliviar una quemadura de primer grado (quemaduras superficiales sobre la piel que producen ardor y dolor).

3. La atención del accidentado
La primera medida de atención será no abandonar al auxiliado. Por varias razones: primero, porque conservar la calma ayuda a dar más seguridad al auxiliado; segundo, para alejar a los curiosos que puedan entorpecer nuestra labor; tercero, para impedir que la persona se sienta sola; cuarto, para tratar de dar abrigo y aliento al accidentado; y por último, porque de esta manera podremos evaluar el estado de salud del herido mientras esperamos la llegada de los profesionales.

Si el herido está inconsciente, tendremos que colocarlo de costado para que no se ahogue con su propia lengua o con posibles vómitos. Estando boca arriba y ladeando su cabeza hacia un lateral lograremos el mismo efecto preventivo. Si vemos que la persona palidece será un síntoma de poca circulación sanguínea hacia su cerebro, por lo que trataremos de mantenerlo en una posición más baja que la del cuerpo para que el cerebro reciba una buena circulación de sangre. En caso de presentar un rostro enrojecido, tendremos que hacer la maniobra en orden inverso. Recordemos que las secuelas en el cerebro son irreversibles y esta simple maniobra podría impedir un mal mayor.

4. Verificación de los síntomas
La verificación de los signos vitales puede ayudar a que una persona se mantenga en un correcto estado de salud. Si falla la respiración, este problema puede derivar en un paro cardiorrespiratorio, así que en caso de sospechar que el accidentado presenta deficiencia respiratoria, lo verificaremos de la siguiente manera: poniendo nuestro rostro sobre su nariz para sentir si exhala y viendo y sintiendo el movimiento de su tórax. También colocado el dedo índice sobre la tráquea y la muñeca o zona radial verificamos su pulso. Un pulso normal en un adulto ronda las 60 pulsaciones por minuto. Si sobreviene el paro cardiorrespiratorio, tendremos que aplicar un masaje para estimular los músculos del corazón y que éste bombee sangre de nuevo. Este masaje también llenará de aire los pulmones, obteniendo finalmente una resucitación cardiorrespiratoria o R.C.P.

5. Posición de seguridad
Recuperación cardiorespiratoria
La posición de seguridad será fundamental cuando el auxiliador tenga que trasladarse para buscar ayuda. Al dejar solo al auxiliado, tendremos que asegurarnos de dejarlo en la posición de seguridad. Consiste en ubicar el cuerpo de la víctima con la cabeza de lado para que no se ahogue por su propio vómito en caso de producirse en nuestra ausencia. Para lograr esta posición, estando el auxiliado en decúbito dorsal, se flexiona una de sus piernas, extendiendo el brazo del mismo lado paralelo al cuerpo. El otro brazo se flexionará por delante del rostro quedando la mano del mismo sobre su mejilla contraria. Lograda esta posición, se llevará la mano del brazo extendido hacia debajo de su cuerpo, sirviendo ésta posteriormente como apoyo. Ya en estas condiciones, nos ubicaremos del lado de la pierna flexionada, tomaremos al auxiliado del codo del brazo flexionado sobre su mejilla y desde la cintura para tirar hacia nosotros el cuerpo. Al rodar sobre su brazo extendido, quedará en posición lateral, descansando su rostro sobre el dorso de la mano que anteriormente ubicamos sobre su mejilla. Para finalizar, la mano que quedó debajo de su cuerpo será retirada hacia atrás, es decir hacia su espalda, evitando que vuelva de forma involuntaria a la posición inicial boca arriba.

6. Contención de hemorragias

En actividades relacionadas con armas de fuego puede darse la desgracia de que nosotros o uno de los que están con nosotros reciba un disparo. En esta situación, seguramente no estaremos totalmente capacitados y tampoco dispondremos de los medios para enfrentarnos a un problema semejante, pero sin abusar de nuestra ayuda pondremos en práctica lo mencionado en los puntos 1, 2, 3, 4 y 5. Ante una herida, lo primero que hay que tener en cuenta es: contener la hemorragia, solicitar auxilio profesional, aislar la herida por medio de un apósito, y limpiar la herida en caso de no recibir ayuda de personal idóneo. Las hemorragias se pueden clasificar como interna, externa y mixta. Es fundamental detener la hemorragia aplicando las siguientes medidas: si la hemorragia es importante, tendremos que mantener al herido acostado, mantener el cuerpo caliente, si la herida está cubierta de ropa, descubrir la misma, y si está en una extremidad, elevarla. Las formas de detener la hemorragia son: por compresión directa sobre la herida con un apósito o pañuelo; por presión indirecta, presionando con la mano y los dedos el torniquete o vendaje; por torniquete, el cual se aplicará lo más cerca posible de la herida, colocando un apósito sobre la misma y sujetándolo con un vendaje para luego cruzar cualquier objeto para retorcer el apósito. Una vez aplicado, se aflojará en adultos cada 15 minutos y para los menores cada 7 minutos.

Los puntos de presión idóneos de una arteria principal se encuentran cerca de la superficie cutánea y sobre una superficie ósea. Hacer presión sobre estas partes tiene como finalidad comprimir la arteria contra la superficie ósea, interrumpiendo así la corriente sanguínea. Ante una herida con arma blanca u otro objeto punzante, nunca intentemos sacar el objeto por nuestra cuenta, ni coser ninguna herida, ya que no estamos debidamente capacitados. Por último, cuando apliquemos un apósito para frenar el sangrado, no deberemos reemplazar el empapado por otro limpio, sino que siempre aplicaremos uno sobre otro. Y como norma general, no dar de beber al herido.

7. Pérdida del conocimiento
Protección ocular y auditiva
El desfallecimiento es una pérdida incompleta del conocimiento. En este caso, la víctima presenta malestar general, sudoración fría, mareos y pérdida de estabilidad. En esta circunstancia colocaremos al auxiliado sentado, poniendo la cabeza contra sus piernas, o bien lo acostaremos con la cabeza más baja que el cuerpo, elevando sus piernas y masajeando sus pies. Así, lograremos una buena irrigación sanguínea hacia el cerebro. El desmayo o lipotimia puede sobrevenir después del estado anterior o de forma espontánea, aplicándose las mismas actuaciones que para el desfallecimiento. En el estado de shock todas las funciones del organismo sufren una depresión que hace que las tensiones orgánicas disminuyan o cesen de manera parcial. Este estado puede ser postraumático, por grandes dolores producidos por fracturas, hemorrágico, por grandes pérdidas de sangre, o por deshidratación. Los síntomas que presenta una persona en shock son: palidez en cara, mucosas y extremidades. Sudoración fría, pulso débil y rápido (pudiendo ser imperceptible), respiración irregular y superficial, apatía y frio. En este caso se actuará como anteriormente se mencionó y tratando de que sea atendido de forma inmediata para asegurar su buena salud en todos los casos, ya sea tanto para un herido o como para el que presenció un accidente y no soportó tal situación sufriendo un desfallecimiento o desmayo. Por último, en un estado de coma actuaremos manteniendo las funciones vitales respiración-circulación y trasladando inmediatamente a la victima a un centro hospitalario.

8. Heridas leves

Es importante utilizar gafas de tiro adecuadas
Protectores auditivos para evitar lesiones
Las heridas leves como quemaduras son producidas por gases despedidos de la deflagración de la pólvora o iniciadores que fueron perforados y que soplan en rostros y vista no cubiertos como también en manos y brazos. Cuando surja una ampolla nunca se reventará, sino que habrá que recurrir al medico para seguir sus indicaciones. Los ojos desprotegidos, en caso de verse afectados y de que un objeto extraño ingrese en su interior (de los tantos que desprende un arma de fuego al momento del disparo como partículas de latón, pólvora, plomo, etc.), no intentar sacarlo. Sólo proteger el ojo con un vendaje que no produzca presión. En caso de sufrir un golpe, aplicar hielo o un objeto frío.

Las lesiones de oído son otra constante de nuestra actividad. Son lesiones complejas y que muchas veces ocurren por no disponer de protección adecuada. En estos casos, sea grave o leve la lesión sólo queda recurrir a un especialista para que evalúe el daño y el posterior tratamiento. En caso de sufrir una hemorragia de oído, nunca tapar o detenerla.

9. Traslado del herido
Por lo general, en el campo de tiro habrá un vehículo y un botiquín de primeros auxilios disponible. También puede haber algún instructor de tiro que esté capacitado para actuar en las primeras atenciones después del incidente que sufra alguien en las instalaciones, pero en un campo de tiro informal o en el propio terreno de caza contaremos con menor grado de preparación para enfrentarnos a un posible accidente (a no ser que estemos en un coto de caza habilitado o que el auxiliador sea médico). En todo caso, el traslado del herido siempre será un punto muy importante y en este caso deberemos tomar las medidas adecuadas para no agravar la situación. Movimientos leves y coordinados serán fundamentales para no torturar más al ya de por sí dolorido accidentado. Evitar movimientos de cabeza y extremidades, inmovilizarlo y mantenerlo abrigado son claves para un correcto traslado.

10. Comentario final
Para terminar con este artículo donde se hace referencia a cómo actuar en caso de encontrarnos con un herido de arma de fuego o blanca en nuestras actividades relacionadas con las armas, quiero dejar claro que puede parecer un texto escaso de recomendaciones pero hay que tener en cuenta que sólo es una referencia para situaciones y lesiones relacionadas a las armas de fuego y sólo válido para el ámbito civil y en menor grado profesionales de las armas. Pero aunque seguramente los profesionales de las armas, llámese instructores, policías o militares, recibirán entrenamiento específico sobre cómo actuar en estas circunstancias, esto no quita que estas accionas las puedan realizar un simple ciudadano. De hecho, quien escribe esto, al terminar su curso de primeros auxilios fue plenamente consciente de que de una manera sencilla pero idónea, se pueden salvar vidas tanto de personas ajenas a nosotros como de nuestros propios seres queridos.

11. Bibliografía
Este artículo no es más que una recopilación de lo aprendido en el curso de Primeros Auxilios para Instructores de Tiro dictado por la Academia I.G.T 1018, dirigida por el Profesor Licenciado Marcelo E. Soriano, I.T.A 025 y mi propia interpretación y aprendizaje del mismo y otros cursos que tocaron el tema.

Comentarios


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JOSE CAM

20, Noviembre 2008 06:58:00

En primer lugar, mi felicitacion por hacer notar un aspecto no visto usualmente en cualquier programa de entrenamiento. En segundo lugar, es recomendable que todo tirador reciba un curso de primeros auxilios, como dice armeropoli, no solo hay que saber provocar el daño, sino tambien auxiliar quiza a nuestros propios compañeros o familiares. Y sobre todo, no olvidar lo importante que es la prevencion. Muchos accidentes ocurren simplemente por no seguir las precauciones de seguridad. Como medico militar, he tenido la penosa oportunidad de ver las desastrosas consecuencias de no seguir elementales medidas de seguridad. Yo diria que la mayoria de los tiradores son civiles, y ellos son justamente los que usualmente no tienen nociones de primeros auxilios. Ojala que no tengan que utilizar ese conocimiento, pero como decimos....es como cuando se piensa en cargar una pistola....es mejor tenerla y no necesitarla....a necesitarla.....y no tenerla

ramon s flores c

26, Agosto 2007 06:03:00

recomiendo hacer un curso de primeros auxilios a todo el mundo, soy policia y a muchos de mis compañeros le pregunto que harian en caso de que su compañero lo hirieran y la gran mayoria no sabe que hacer, les aseguro que el 95% de ustedes tampoco ,seben como causar daños pero no como remediaro, cuidado amigos porque algunas veces los heridos pueden ser de los nuestros y es lamentable cuando uno pierde un compañero por desconocimiento de algo tan elemental como es los primeros auxilios, aun un disparo recibido con un chaleco anti-balas puede resultar catastrofico si uno no sabe manejar la situacion (ojo con este articulo) felicito al creador del mismo

Jose Carlos Lopez Alonso

22, Abril 2007 11:51:00

Muy interesante e instructivo

Luis Antonio Gonzalez Sanchez

21, Abril 2007 02:30:00

me falto un poco, pero esta muy bueno. Felicidades.

RAUL ALBERTO GONZALEZ

15, Abril 2007 02:56:00

seguro que cuidado con el RCP y los traslados, lo que quise siempre dejar claro sobre estos dos temas es que si se da HACER ALGUN CURSO CQUE TRATE EL MISMO Y LA PROBLEMATICA DEL ERROR DE ESTAS PRACTICAS, solo estimule que esto puede salvar vidas pero que hay que TENER CONCIENCIA DE HACERLO BIEN PREVIA PRACTICA CON PERSONAS IDONEAS.
SALUDOS

WWW.INSTRUCTORITB.COM.AR

Jorge de Castro

13, Abril 2007 09:56:00

El conocimiento de como responder a una situación de emergencia es fundamental, como también lo es el haber practicado en un curso en condiciones las maniobras pertinentes en cada situación, buen artículo, es necesario que la gente se conciencie de la necesidad de tener este tipo de conocimientos, como complemento os adjunto esta url en la que explica de forma bastante completa el caso del traslado de accidentados y heridos, tema muy importante en el que el artículo debido a su naturaleza no profundiza.

http://www.seg-social.es/ism/gsanitaria_es/ilustr_capitulo7/cap7_8_transporte.htm

Saludos a todos.

oscar navalon iglesias

12, Abril 2007 12:01:00

Muy bueno, me ha gustado tu exposición, pero también coincido con JERICO : CUIDADO CON LA RCP Y CON LOS TRASLADOS.

Ivan

12, Abril 2007 09:11:00

Creo que es el articulo que mas me a gustado. Lo mas importante con las armas: la seguridad, la prevención... etc.
Muchas gracias

MANUEL LÓPEZ MARTÍN

12, Abril 2007 08:59:00

Está bastante bien, solo dos apuntes: la RCP o resucitación cardiopulmonar, sólo la puede realizar alguien entrenado y familiarizado con la técnica, si se hace de forma incorrecta, además de que no sirve para nada, puedes provocar complicaciones como son las fracturas costales o de esternón, ...y en el caso de aplicar torniquetes, ¡cuidado!, es una técnica que solamente se realiza cuando todas las demás han fracasado al intentar detener una hemorragia, aún así, solo la puede realizar un profesional, sabiendo dónde se aplica (depende del tipo de hemorragia, si es venosa o arterial) y durante cuánto tiempo. Para que estas técnicas fueran efectivas, todo el mundo debería conocerlas, ya que en un caso dado, un ciudadano entrenado en primeros auxilios, puede salvar una vida, pero sabiendo cómo se hace. Un saludo

francisco morales

11, Abril 2007 09:29:00

felicidades por el articulo,un saludo a todos los amantes de las armas.

Juan Manuel Guedeja-Marrón y L

11, Abril 2007 04:00:00

Interesante. Añadir: actuar conforme a P.A.S. (qué hacer y en qué orden): Proteger o prevenir de más riesgos de los que ya hay; Alertar, a los servicios de socorro; Socorrer al accidentado. En caso de masaje cardíaco por pérdida de conocimiento, sin pulso y no respirar, tras llamar al servicio de emergencia, ejercer, por convenio interniacional revisable cada 5 años, 30 compresiones torácicas por cada 2-y no más- insuflaciones-boca a boca-. repetir la maniobra hasta la llegada de los efectivos. Esperemos no vernos nunca en esta situación. Importante, mantener la calmaaaa. Saludos, amigos.

Tony Montana

10, Abril 2007 07:28:00

Gracias por estos artículos tan buenos instructoritb. Son esas cosas que nunca pienas pero que un mal día le pueden pasar a cualquiera... :sad: Y si no, que le pregunten al propietario de la Colt M1911 que se atascó en tu anterior artículo...

Enhorabuena compañero. Un saludo.

Horaci Bernabé Pardo

10, Abril 2007 07:00:00

Muy instructivo, espero no encontrarme nunca en el caso.

Peter Menzel

10, Abril 2007 06:15:00

Muy bueno. Espero que nunca pasa nada - pero mejor ser preparado si pasa algo.

Diego Gutierrez

10, Abril 2007 06:09:00

Muy interesante el artículo, saber estas cosas nunca está de más.

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