Accidentes con armas: atascamiento de proyectiles en una Colt M1911 A-1 | ||||||||||
instructoritb 26/03/2007 | ||||||||||
Revisión técnica del arma Se trataba de una pistola Colt M-1911 Model Government, Civilian (comercial), calibre .45 ACP, cachas de madera y pavonado brillante (algo oxidado por estar guardada mucho tiempo en una funda de cuero y envuelta escasamente engrasada en papel de periódico). Al examinar el arma, compruebo que está descargada y lo primero que hago antes de desarmarla es tratar de ver el por qué de su bloqueo a la mitad del recorrido normal de la corredera. Al querer abrirla, ahí noto que la boquilla guía del cañón hace tope sobre una deformación circular en el cañón, lo que me hace suponer que un cartucho se atascó y dilató el tubo.
Examen del cañón Una vez que el cañón antiguo estaba en mi poder, pues el arma recibió uno nuevo haciendo uso de la cadeneta y el perno original (ni esta pieza ni el arma sufrieron deformaciones), me puse a intentar descubrir el misterio del interior del cañón producto del incidente. Seccioné con mucho cuidado el tubo y a medida que lo amolaba y limaba, lo iba enfriando con agua para conservar el núcleo de los proyectiles que suponía de plomo. Ahí voy descubriendo que hay más de un proyectil atascado. De hecho, cuando completo el corte veo que hay cuatro proyectiles dentro: proyectiles estándar de 230 grains (14,5 gramos), camisa de latón y núcleo de plomo. Dejo prolijo el cañón puliéndolo, saco fotos, lo escaneo y lo llevo a la armería para que vean con sus propios ojos que no estaba loco. Lástima que el dueño del arma y afortunado de salir ileso no vio el cañón. Causas de atascamiento El atascamiento de proyectiles en un cañón, si de antemano no había nada obstruyendo el tubo, puede producirse por el mal estado de un cartucho o por un cañón y un arma en malas condiciones. Cartuchos con una carga propelente escasa por una mala recarga, pólvora húmeda o vieja es lo que hace perder las mínimas condiciones para un encendido correcto. Los iniciadores en mal estado por causas similares a las sufridas por la pólvora son otra de las causas.
En otras ocasiones, la explosión del tubo puede deberse a un exceso de presión, pero ¿qué causas la producen? Descartando los fallos de materiales, este fenómeno deriva de una sobrecarga de un cartucho, pólvoras inadecuadas, etc. Cuando se produce un atascamiento por un proyectil que no fue impulsado correctamente, sucede que, si se dispara otro proyectil detrás del atascado, se genera un pico de presión alto, superior a los límites preestablecidos en fábrica en lo referente a la resistencia mecánica del tubo cañón. En ese momento se rompen las paredes del tubo, algo que sucede tanto en armas cortas como largas. A veces, afortunadamente sólo el arma acusa violentamente el accidente, pero en otros casos es el tirador quien también sufre secuelas graves. Que sucedió en el cañón de la M1911 Analizándolo detenidamente, me animo a dar el siguiente veredicto de lo que sucedió y por qué se contradice el caso con lo anteriormente explicado (pues el cañón no estalló). A mi entender, primeramente el cañón se encontraba erosionado por una mala limpieza y conservación. Si pudiera examinarlo microscópicamente, seguramente sería el ánima o su interior, una superficie porosa, oxidada y con restos de materiales propios de residuos de la combustión de la pólvora y del encamisado de los proyectiles. También los cartuchos que acompañaban al arma seguramente eran viejos y estaban en mal estado de conservación. Así las cosas, posiblemente el primer atasco se debió a un disparo débil, causado por una pólvora en mal estado.
El propio desplazamiento hacia atrás de la corredera, ayudó a tolerar esta brutalidad, dejando escapar los gases por detrás de la recámara, produciéndose una apertura y extracción parcial por el tope de la boquilla guía del cañón. De todos modos, lo que alertó al tirador, fue un encasquillamiento propio de la parcialidad de apertura del arma a consecuencia de la boquilla guía que hizo tope con el abultamiento en la superficie externa del cañón. Seguramente, de no haberse dilatado el tubo, hubiera efectuado inconscientemente un disparo más por el espacio que quedó en la parte estriada. El proyectil que está separado del resto es producto del desplazamiento por la inercia efectuada por los disparos tres y cuatro. Si se hubiera atascado uno y el siguiente hubiese sido un disparo normal, las consecuencias hubieran sido otras. En definitiva, éste es un caso de disparos débiles que no sobrepasaron los límites para romper los materiales, pero sí para deformarlos. Conclusión Es necesario que siempre conservemos nuestras armas en buen estado, verificando además el estado de los cartuchos. En este sentido, muchos cartuchos de “surplus" pueden haber sido cargados con pólvoras sin protectores ni los conservantes adecuados, debido a que se los pensaba utilizar inmediatamente con fines bélicos. Así, lo barato a veces sale caro, y un arma puede romperse pero el valor de una extremidad, un ojo o una vida vale incomparablemente mucho más que cualquier objeto material. Por otro lado, un accidente como éste deja algo positivo entre todo lo malo: comprobar la calidad de las cosas bien hechas y los buenos materiales empleados. Y es que este cañón de la pistola Colt M1911, diseñada por el genial John M. Browning, unido a la calidad de las viejas producciones Colt, evidenciaron que son un diseño y una fabricación que soportan el maltrato provocado por la negligencia de cualquier tirador. |
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