El origen de esta espectacular arma lo podemos situar en un requerimiento o pedido de la OTAN para el diseño de un PDW, o lo que es lo mismo, un Arma de Defensa Personal. Este requerimiento tuvo lugar el 16 de abril de 1989, y se produjo como respuesta a los avances registrados en la composición de los chalecos antibala y la protección de vehículos con blindajes livianos. Esta nueva realidad convertía en obsoletas a un grupo de armas de calibres como el 9mm, .45 ACP, .40 S&W y algunos otros empleados en subfusiles y armas cortas que portaban los tripulantes de tanques, helicópteros y aviones para autodefensa. Por lo general, a estos profesionales el fusil de asalto les suponía un auténtico engorro, al tener que utilizarse en los reducidos espacios de sus vehículos.
Subfusil de asalto FN P90.
Ante esta situación, el principal objetivo era diseñar un arma compacta y con unas capacidades balísticas de penetración similares a las de un fusil de asalto. Aparte de estas características, también se exigía el cumplimiento de dos reglas fundamentales: en primer lugar, la nueva arma debía contar con un alcance efectivo de 200 metros; y en segundo término, su entrada en servicio no debía retrasarse más allá del año 2000.
La prestigiosa compañía belga FN Herstal aceptó el desafío de la OTAN y se puso manos a la obra en la creación de un arma de defensa personal (PDW). Sin embargo, el reto iba más allá de la fabricación de un fusil de asalto, pues FN Herstal también tuvo que desarrollar un nuevo proyectil que cumpliera con las características balísticas deseadas. En este sentido, diseñó y fabricó un revolucionario cartucho del calibre 5.7x28mm, con efecto antiblindaje, y al que bautizó con el nombre de SS190. Una munición especial para un fusil de asalto especial: el P90. Pero el trabajo de la empresa belga no concluyó ahí, pues con la intención de no dejar nada al azar, creó la pistola Five-seveN, una revolucionaria arma que también dispara proyectiles del 5,7x28 y cuyo objetivo era convertirse en arma de dotación de oficiales y personal de la OTAN.
El FN P90 entró en servicio en el año 1994. Se trata de un arma accionada por retroceso de masas, por lo que su aparición supuso superar el tradicional sistema de accionamiento por gases muy extendido por aquel entonces en distintas armas tipo M-16. Su funcionamiento más simple y fiable, su diseño ambidiestro (con los comandos de seguro y selector de tiro a ambos lados del subfusil), su expulsor de casquillos hacia abajo para evitar la distracción del tirador, su empuñadura ergonómica que permite el uso con guantes voluminosos, su particular sistema bull-pup (con el cargador montado encima del arma perpendicular al cañón), su gran capacidad de carga (hasta 50 cartuchos) y su cargador fabricado con materiales translúcidos (lo que permite una visión inmediata de la capacidad de munición que queda) son virtudes más que suficientes para encumbrar al FN P90 a los altares de los subfusiles de asalto modernos.
Despiece del P90.
Otra característica a destacar en el arma belga es la rampa que alinea directamente el cartucho con la recámara cuando ésta se alimenta. Se trata de un excelente logro, y en contra de lo que en su día pensaron algunos expertos, evita que el cargador se encasquille, aunque vayan provistos de una funda porta cargadores que los protege del polvo y de la suciedad hasta su empleo.
Por otro lado, el P90 es un subfusil fácilmente maniobrable, que se adapta al tirador como una extensión de su propio cuerpo. Sus piezas están fabricadas con polímeros de primera calidad, incluyendo el martillo. En este sentido, los diseñadores belgas optaron por dejar pocas piezas de metal para reducir el peso del arma. De hecho, el P90 apenas pesa 3 kg. (descargado), una cifra revolucionaria para su época. El arma está diseñada de manera que las piezas móviles, en el momento del disparo, amortiguan y reducen enormemente el efecto del retroceso. Así, la fuerza de retroceso del FN P90 es prácticamente la mitad de la que presentan armas de mayor calibre, lo que facilita su control incluso con tiros en ráfagas largas.
Retícula diurna y nocturna del P90.
El desmontaje básico del arma se puede llevar a cabo sin tener que usar herramientas. Se efectúa en menos de 10 segundos por personal ya entrenado, quedando el arma dividida en cuatro grupos principales que son: el cañón, las partes móviles, el conjunto del martillo y el sistema del gatillo. Precisamente, el gatillo tiene dos fases y permite efectuar fuego semiautomático, aunque el selector de tiro esté en automático. En cuanto al sistema de puntería, está provisto de un visor óptico integrado tipo “reflex" que proyecta un punto de color en la visión del tirador, facilitando el encare de blancos a baja visibilidad. Aunque no es realmente un sistema de visión nocturna y no tiene mucho aumento, tiene raíles para integrarle miras de distintos tipos a conveniencia del usuario. Entre los diferentes accesorios que se pueden incorporar al FN P90 encontramos dispositivos láser, linternas tácticas, silenciadores y supresores de sonido.
Pistola Five-SeveN de FN Herstal
El P90 fue adquirido por muchos departamentos de policía y fuerzas militares de todo el mundo. Por el contrario, su especial configuración que facilita su ocultación, así como su gran potencia de fuego y penetración balística, han hecho que esta arma esté vetada en muchos países para su venta a civiles. Sin embargo, a pesar de este impedimento, FN Herstal ofrece una versión civil tipo carabina y sólo en modo de fuego semiautomático pensada principalmente para el mercado norteamericano y de países donde las leyes permitan su uso.
Cartuchos del calibre 5.7x28mm
Quizás todavía sea muy pronto para realizar un estudio de su efectividad, ya que muchos cuerpos policiales y fuerzas especiales que están dotados con esta arma no hacen declaraciones sobre su efectividad. Sin embargo, muchos expertos opinan que el proyectil del 5,7x28 es muy liviano y veloz, con lo cual no tiene casi poder de parada y cuando impacta contra un blanco lo perfora, traspasándolo y permitiendo al objetivo atacado poder responder al ataque. Según esta premisa, la munición del P90 tampoco será efectiva en actuaciones en espacios reducidos, tipo SWAT, por lo cual, muchas unidades policiales todavía siguen utilizando sus HK de calibre 9mm y las escopetas tácticas. Además, antes de equipar a un grupo o unidad con el FN P90 habrá que tener en cuenta que su munición no se consigue con facilidad, como otros tipos de cartuchos, ya que en este caso debe ser importada por el fabricante.
Pese a todo, gracias a su original y revolucionario diseño, en los últimos años el FN P90 ha conseguido erigirse en uno de los subfusiles de asalto protagonistas del sector armamentístico. Y es que este peculiar subfusil y su controvertida munición han logrado cumplir una de las metas de todo nuevo producto: no dejar a nadie indiferente.