Realizar una pequeña reparación en un arma de fuego, arreglar una pieza dañada, o simplemente sustituir un punto de mira o montar de forma correcta una mira telescópica, era una tarea que, hasta hace relativamente poco tiempo, muchos propietarios de armas de fuego encomendaban a su particular maestro armero. Esta figura profesional, cuyos orígenes se remontan al año 1703, cuando el rey de España Felipe V creó esta figura militar para referirse a la persona encargada de las reparaciones y el mantenimiento que requerían los nuevos y primeros fusiles militares del Ejército español, ha gozado históricamente de un gran prestigio en nuestro país.
Por lo general, las expertas manos y el buen hacer de estos maestros armeros conseguían grandes prodigios y ajustes en todas las armas que tocaban, lo que hacía que sus servicios tuvieran una gran demanda. Para la realización de sus trabajos diarios, los armeros recurrían a los tradicionales tornos, fresadoras, caja de limas… en definitiva, cualquier herramienta que fuera apta para trabajar con los nobles materiales de las antiguas armas de fuego: acero y madera, principalmente.
Con el paso del tiempo, la vigencia de esta figura de maestro armero ha ido perdiendo relevancia, fundamentalmente por varios motivos. En primer lugar, por la falta de renovación en la profesión, ya que muy pocos jóvenes han reemplazado a los antiguos maestros armeros en este bonito pero duro trabajo. En segundo término, por la proliferación de cada vez más armas de fuego fabricadas con materiales menos manipulables y que requieren menos ajustes y mantenimiento, con los distintos tipos de polímeros como principal exponente de esta tendencia. En tercer lugar, porque cada día los usuarios de armas tienen más conocimientos e información acerca de cómo reparar, limpiar, o mantener en perfecto estado de revista su arma de fuego.
En este sentido, las publicaciones especializadas, las redes sociales, y las consultas informales en las cafeterías de los clubes de tiro han contribuido enormemente a ello. Por último, y no menos importante, el lanzamiento y la comercialización a escala mundial de diversos productos relacionados con el mantenimiento y los ajustes de un arma de fuego ha propiciado que cada propietario, sin ser un experto en bricolaje ni un avezado mecánico armero, pueda llevar a cabo una pequeña reparación en su arma de fuego sin necesidad de recurrir a las manos de un auténtico profesional en la materia.
Siguiendo esta última línea, hoy en día podemos encontrar en el mercado de accesorios de tiro un sinfín de productos fabricados por diferentes marcas que están complemente orientados hacia el mantenimiento de las armas de fuego por parte de un propietario no profesional. Algunos de ellos se comercializan bajo el sello de los propios grandes fabricantes del sector armero, mientras que otros están diseñados y fabricados por algunas firmas especializadas en la producción de todo tipo de accesorios para armas de fuego.
En la primera categoría encontramos por ejemplo un completo set de botadores fabricado por Winchester. Esta funcional herramienta de maestro armero está compuesta por el tradicional martillo de dos cabezas, una de nylon y otra de acero, y un completo set de 14 botadores de diferente calibre. 8 de estos botadores tienen el cabezal de latón, 4 lo tienen de acero, y los otros 2 tienen el cabezal de un compuesto de nylon. Con esta útil herramienta, que se presenta en un cómodo y pequeño maletín de plástico rígido, el propietario de un arma de fuego puede, entre otras cosas, quitar los pasadores de cualquier arma para su despiece y, en caso de ser necesario, proceder a su limpieza o reparación.
Además de este completo “Punch Set”, la casa Winchester también comercializa un juego de destornillador con 31 tipos de cabezas intercambiables, lógicamente de distintos tamaños y diámetros, y que se adaptan a prácticamente cualquier tornillo que podamos encontrar en un arma de fuego, o en alguna de sus monturas y piezas instaladas.
Herramientas específicas para el AR
Como ya es bien sabido, la plataforma del AR15 es una de las más personalizables y configurables del mercado armamentístico. Por este motivo, no es de extrañar que existan un amplio y variado grupo de herramientas específicamente diseñadas para manipular y trabajar con el Black Rifle. Una de las firmas que más ha explorado este campo es la estadounidense NcStar, en cuyo catálogo de productos encontramos varios accesorios de gran utilidad para desmontar por completo este mítico fusil semiautomático. Uno de ellos es la llave NcStar TARW, una herramienta con un diseño especial que permite separar de forma rápida y sencilla el upper del lower, amén de poder llevar a cabo otras tareas de mantenimiento y reparación del rifle, tales como por ejemplo la sustitución de la bocacha apagallamas, o la extracción de la cantonera en el modelo Colt M16. Un poco más completa y versátil que la llave TARW es la multiherramienta NcStar TAR, la cual en un tamaño ultra compacto y que permite su manejo con una sola mano, pone a disposición del usuario diferentes herramientas para el perfecto mantenimiento de cualquier Black Rifle.
El legendario diseño de Eugene Stoner también cuenta con otros productos nacidos exclusivamente para su aplicación en tareas de ajuste de este fusil. Es el caso por ejemplo de una herramienta diseñada y fabricada también por NcStar cuyo único propósito es regular el alza del AR15. Del mismo modo, también encontramos otro producto similar comercializado por la misma compañía cuyo uso únicamente se aplica para desmontar el guardamanos de este icónico rifle.
Todas estas herramientas y muchas más, como las llaves multiusos y dinanométricas de Warne para la correcta instalación de un visor sobre un arma de fuego, o una llave especial de NcStar para regular las miras del AK47, están a disposición de cualquier usuario que quiera acometer sus propias reparaciones, ajustes y labores de mantenimiento de sus armas de fuego bajo su propio techo. Ahí están los utensilios, ahora todo es empezar a practicar.