Nos referimos a las cajas de seguridad GunVault, unos armeros de seguridad fabricados en Estados Unidos y que recientemente han desembarcado en el mercado español de la mano de la armería www.BlackRecon.com. En el país norteamericano, estas cajas se encuentran entre las más demandadas por un amplio número de profesionales de la seguridad y de aficionados al tiro deportivo. Básicamente, porque allí no se exigen las, en muchos casos excesivas, medidas de seguridad que en España afectan a estos armeros para la guarda y custodia de pistolas y revólveres.
Aun así, para garantizar su loable resistencia, las cajas para armas GunVault están fabricadas con un acero galvanizado de gran dureza, amén de disponer de unos sofisticados sistemas de cierre reforzados, que impiden que se produzca cualquier intento de apertura sin su autorización. Los modelos estándar de GunVault se abren y cierran mediante un código numérico que presenta hasta 12 millones de posibles combinaciones. Dado que dicho código sólo está al alcance del propietario del arma, las posibilidades de que se produzca un robo o una apropiación indebida de la pistola o revólver que se halla en el interior de la caja, parecen realmente remotas. Más aún si tenemos en cuenta que las cajas están equipadas con una alarma visible de LED que se activa tras cada intento fallido de apertura (sólo en los modelos de la gama Deluxe). Así, después de que se introduzcan 3 combinaciones de código erróneas, la caja se bloquea por completo e impide su apertura definitivamente. Por este motivo, y gracias a este particular diseño, las cajas de seguridad GunVault permiten a sus propietarios tener un arma corta a buen recaudo y acceder a ella con sólo pulsar una sencilla combinación de teclas previamente establecida y memorizada por el propio usuario.
Respecto al teclado numérico de apertura que incorporan de serie estas cajas fuertes, conviene señalar que se trata de un diseño patentado por la propia casa GunVault, con el nombre de “No-Eyes Keypad”, y que permite pulsarlo rápidamente aun en la más absoluta oscuridad. Así, actuando como un sistema de tipo Braille, el usuario puede activar su combinación numérica y abrir la puerta de su caja fuerte en apenas unos segundos y sin tener que mirar el teclado, ni iluminarlo con una pequeña linterna. Para conseguirlo, las cajas GunVault presentan un teclado con un diseño muy especial en el que aparece la figura de una mano con 4 dedos. De esta forma, de un modo totalmente intuitivo, el usuario puede colocar sus dedos sobre el teclado y pulsar la combinación memorizada sin riesgo de equivocarse y sin necesidad de estar fijando su atención visual en las teclas de su caja fuerte.
Apertura por huella dactilar
A pesar de que este sistema de apertura mediante una combinación numérica ya resulta bastante más rápido y seguro que cualquier otro mecanismo de los que habitualmente están presentes en nuestros armeros homologados (cierre con llave, pestillos, etc), GunVault ha querido ir un paso más allá y ha diseñado un sistema todavía más veloz y sofisticado para poder acceder a nuestra pistola o revólver. Gracias a la aplicación de una tecnología basada en la biometría (reconocimiento e identificación de alguna característica propia de una persona), el usuario puede abrir su caja fuerte con sólo colocar su mano en la parte superior de la caja. Así, mediante un reconocimiento de sus huellas dactilares, previamente guardadas y memorizadas en la propia caja, la puerta se abre en menos de 2 segundos, lo que significa una respuesta inmediata. Para aumentar las posibilidades de uso de esta caja fuerte, el sistema de apertura biométrico que incorporan estos modelos desarrollados por GunVault permite memorizar y reconocer las huellas de hasta 30 usuarios distintos, lo que lo hace muy útil por ejemplo para una institución de seguridad privada en la que varios vigilantes tengan acceso a las armas de fuego para su trabajo.
Respecto a los posibles usos y aplicaciones de estas cajas GunVault, realmente son más amplias de lo que a priori podría parecer, ya que no sólo son válidas para custodiar con total seguridad nuestras armas cortas de fuego, sino que en ellas también podemos guardar joyas, objetos o documentos de gran valor, tanto en nuestro domicilio particular como durante el transcurso de un viaje. Y es que la mayoría de modelos diseñados por esta compañía estadounidense son fácilmente transportables, sobre todo su versión más compacta y ligera, la caja portátil NV 300.
Como comentábamos al principio de nuestro artículo, en España el uso de estas cajas fuertes de seguridad para la guarda y custodia de armas cortas de fuego se ve prácticamente relegado a un par de colectivos muy concretos, que serían aquellos propietarios de armas de fuego amparadas en las licencias A y B. La primera de ellas, la licencia de armas para profesionales de la seguridad, es exclusiva para miembros de las Fuerzas Armadas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Cuerpos de Policía de las Corporaciones Locales y el Servicio de Vigilancia Aduanera. Todos ellos pueden disponer de un arma corta para uso particular amparada bajo esta licencia y no tienen la obligación, a diferencia de los tiradores deportivos propietarios de la licencia F, de tener que guardar su pistola o revólver en un armero de grado III. Lo mismo sucede con los cada día menos titulares de una licencia B, la conocida popularmente como de “autodefensa”, y que tampoco están forzados a disponer de un armero homologado en su domicilio para guardar su pistola o revólver de uso personal. Por este motivo, cualquiera de ellos puede disfrutar de una de estas cajas fuertes GunVault que, como ya hemos visto, ofrecen una doble garantía: por un lado, la certeza de que el arma se encuentra en su interior completamente protegida y fuera del alcance de los menores o posibles amigos de lo ajeno; y por otro, la seguridad de poder acceder a ella en apenas unos segundos en caso de que sea necesario.
Otros posibles usuarios de este tipo de cajas fuertes serían los propietarios de la licencia AE, o Autorización Especial, la cual permite la tenencia de todas aquellas armas de fuego cuyo modelo o cuyo año de fabricación sean anteriores al 1 de enero de 1890, así como las reproducciones y réplicas de estos mismos modelos. En este sentido, y según lo que establece la resolución de 26 noviembre de 1998 de la Dirección General de la Guardia Civil por la que se determinan las medidas de seguridad que deben reunir las cajas fuertes, no es obligatorio custodiar este tipo de armas antiguas en armeros homologados de grado III. Por este motivo, una buena alternativa para guardar y custodiar estos revólveres históricos tipo Uberti 1873 Cattleman o 1875 Schofield, pueden ser estas cajas fuertes GunVault, suficientemente seguras y resistentes para guardar armas, y que además tienen un precio de venta sensiblemente inferior al de los armeros autorizados.
El arma junto a la cama
Entre todos los modelos de cajas fuertes fabricados por GunVault, el más llamativo quizá sea el SV 500. Esta caja, también conocida comercialmente como SpeedVault, está pensada para guardar una única arma y su diseño está especialmente indicado para colocarla en unos lugares muy concretos. Para ser más exactos, la GunVault SV 500 es idónea para adosar junto al somier de nuestra cama, ofreciendo de esta forma un acceso casi instantáneo a nuestra arma de fuego. Su estructura en formato vertical permite ubicarla pegada a casi cualquier objeto, ya sea debajo de la mesa junto al escritorio, o en cualquier otro rincón de acceso rápido que se nos ocurra. Para su instalación, la SpeedVault consta de una pieza de gran tamaño que actúa como soporte y que se atornilla sobre la superficie donde queremos colocar la caja. Luego, el sistema de apertura y acceso al arma es el mismo que el en el resto de modelos de GunVault, con el tradicional sistema de códigos de combinación numérica, o con el más avanzado sistema de reconocimiento biométrico de huellas dactilares. El interior de esta caja SpeedVault, que en España se comercializa a un precio de tan sólo 249,95 euros, está forrado con una espuma que protege el armazón del arma de cualquier posible ralladura o arañazo con el acero de la caja.
Seguras, rápidas, fuertes e inteligentes. Así son las cajas fuertes de GunVault, tal y como reza su popular lema comercial (“Safe, Quick, Strong, Smart”). Premiadas y reconocidas internacionalmente con varios galardones, como el prestigioso “Producto seguro del año” de 2010 concedido por la Shooting Industry Academy of Excellence, la llegada a España de estas cajas supone toda una revolución dentro del sector armero nacional, acostumbrado a la comercialización casi exclusiva de cajas fuertes de corte tradicional, de construcción más sencilla y con un acceso al arma mucho más lento. Una alternativa por tanto a tener muy en cuenta para todos aquellos propietarios de pistolas y revólveres que busquen un armero seguro, resistente, innovador y de apertura rápida para depositar su arma de cabecera.