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Calibres y municiones para francotirador

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En este apartado vamos a referirnos a los calibres y municiones más habituales disponibles para rifles semiautomáticos militares y policiales que prestan servicio en la actualidad, en agencias de policía, ejércitos y tropas insurgentes.

Aunque hay poca munición catalogada como “sniper” disponible en el mercado civil, mucha de la denominada como “match” es susceptible de proporcionar buenos resultados en cuanto a la precisión. Incluso municiones y proyectiles expansivos con punta de polímero tienen un buen comportamiento con estos rifles. Además añaden el plus de su efecto terminal y su falta de sobrepenetración, algo que muchas veces no parecen tener en cuenta los francotiradores, dada la obsesión por obtener grupos lo más cerrados posible.

Por otra parte, su capacidad para atravesar parapetos debería ser otra de las variables a contemplar a la hora de seleccionar la munición. En este sentido por ejemplo, los proyectiles tipo “bonded” (núcleo y camisa de proyectil unidos por procesos químicos y/o metalúrgicos) empleados en la caza de piezas con gran densidad muscular y ósea, suelen mostrar un muy buen comportamiento a la hora de atravesar el cristal de ventanas y vehículos.

Lo descrito anteriormente son pequeñas muestras de como en el mercado civil, es posible encontrar munición que puede resultar realmente efectiva en el ámbito militar y policial. A continuación vamos a hacer un somero repaso a las características generales de estos calibres y a las municiones que se han denominado como de francotirador para el uso por tiradores designados. En cada calibre hemos hecho mención de las municiones más conocidas, que son novedosas o que incluso en algunos países han sido de venta como material excedente militar entre civiles. 

 

7,62x51 NATO

Es el calibre por excelencia y más común entre tiradores designados occidentales, debido a su imposición en los años 50, por parte de EEUU, como cartucho de dotación de los países miembros de la OTAN. Existen numerosas variantes y configuraciones civiles y militares que abarcan cualquier tipo de requerimiento táctico. Es un 30-06 al que se le ha acortado la longitud de la vaina para poder ser usado en acciones cortas y rifles a priori más ligeros.

 


M118LR

Los primeros pasos y desarrollo de la munición tipo match para francotirador en el ejército de los EEUU fueron dados en 1964, precisamente con rifles semiautomáticos M21 compitiendo en concursos de precisión a 300 yardas. Esta munición se denominaría M118 y daría buenos resultados con estos rifles durante la guerra de Vietnam. Problemas posteriores con la calidad de la fabricación y su comportamiento por encima de las 700 yardas motivaron diferentes cambios fundamentalmente en el proyectil, aunque también se trabajaría sobre la pólvora y vaina. El proyectil adoptado fue uno de 173 grains de la casa SIERRA perteneciente a su línea “Match King”. Había nacido la munición para larga distancia M118LR, corría el año 1998 y a fecha de hoy sigue siendo utilizada, aunque está siendo reemplazada por la que comentaremos a continuación.

 

MK316

Los escenarios de lucha cambian y la munición M118LR no resulta adecuada para las nuevas áreas de conflicto en Oriente Medio. Las temperaturas extremas no le sientan bien a la pólvora empleada, los ratios de quemado varían, lo que afecta a la velocidad de los proyectiles. Estas variaciones son del orden de 5,5 fps (1,7 m/s) por variación de grado de temperatura. Además se producen quejas por el excesivo fogonazo que produce, algo que le permite al enemigo localizar a los francotiradores e interfiere con los dispositivos de visión nocturna. Las mejoras se traducen en un cambio de la pólvora empleada hasta entonces en favor de la IMR 4064, con alta estabilidad térmica y a la que se añade carbonato cálcico. Las vainas y pistones se cambian por otros de tipo match de la casa FEDERAL. El proyectil sigue siendo de la gama “Match King” de SIERRA pero en este caso de 175 grains.

 

SLAP (Saboted Light Armor Penetrator)

Desarrollada por Olin Corporation, propietaria de Winchester. Este cartucho originalmente se ideó para el calibre .50 BMG, pero empieza a estar disponible en el mundo militar en 7,62x51. Como su propia denominación indica es un cartucho con proyectil tipo “sabot”, es decir una bala subcalibrada envuelta por un armazón de polímero. Este recubrimiento se desprende del proyectil, que es de tungsteno, cuando abandona el cañón, viajando este último a muy alta velocidad y siendo capaz de atravesar blindaje de vehículos rusos de transporte de infantería tipo BMP. Estos proyectiles no son los más adecuados para blancos humanos, ya que son algo menos precisos y producen menos efecto terminal, están pensados para operaciones de sabotaje destruyendo todo tipo de equipamiento.

Existe también una versión trazadora, aunque en términos generales las municiones trazadoras no son las más adecuadas para un francotirador, en tanto en cuanto delatan su posición y no son excesivamente precisas. Tal vez su único uso en este ámbito, es el utilizarlas en distancias relativamente cortas por sus capacidades incendiarias.

 

7,62x54R

Es posiblemente el cartucho militar más antiguo que sigue en activo, ya que data de 1891 cuando fue adoptado por el ejército ruso para sus Mosin-Nagant. Una muestra de su antigüedad es que su vaina es de pestaña, algo que a priori debería ser un hándicap para su uso con cargadores, pero que en ningún momento se evidenció en nuestras pruebas. También decir que no solo pervive en el fusil de francotirador Dragunov y clones de los países que estaban en la órbita de la antigua URSS, sino que todavía es usado en algunas ametralladoras como la PKM.

 

7N1, 7N14, 7N26

 


Si por algo se han distinguido la munición rusa en este cartucho es su apuesta permanente por proyectiles con una progresiva mayor capacidad de perforación. Algo que es aplicable a la munición específica antipersona de los francotiradores pertenecientes al área de influencia rusa. Ya en 1966 con la primera de ellas, la denominada 7N1, los proyectiles de 150 grains de la misma empleaban profusamente el acero. En este caso la camisa y la mitad superior del núcleo son de este material, siendo la mitad inferior de plomo para darle peso en la base. La forma del proyectil es afilada y con cola de bote.

En 1999 se produce otra importante variante, preocupados por la resistencia de los nuevos blindajes, el 7N14, una evolución de la munición 7NPS de 1978. En este caso se varía la forma de la parte superior del núcleo pasando de ser troncocónica a afilada, además se varían las características de templado del mismo haciéndolo más duro. Finalmente en 2002 aparece una versión, que da una nueva vuelta de tuerca a las capacidades perforantes de estos proyectiles. Se mantienen los 150 grains de peso del proyectil, pero el núcleo es completamente de acero, con la calidad que se usa para fabricar herramientas. Esto le proporciona una capacidad de perforación de 10 mm sobre placas de protección balística grado 2P a 200 m.

 

7,92x57 Mauser

Este es otro cartucho con solera, adoptado por el ejército del Imperio Alemán en 1903, participó en las dos guerras mundiales y fue en su momento uno de los cartuchos militares más difundidos del mundo. A fecha de hoy sigue siendo utilizado por algunos ejércitos, es también bastante popular entre cazadores y tiradores deportivos de todo el mundo. Esto último sin duda debido a que a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, grandes cantidades de rifles procedentes de excedentes militares llegaron al mercado civil.

 

M75

El M75 es la más conocida de la munición para tiradores designados en este calibre. Es un diseño del ejército de la ya extinta Yugoslavia tras la Segunda Guerra Mundial. Basado en el cartucho de infantería M49 al que se le introdujeron mejoras para este uso. Es un proyectil cuya forma es de punta afilada y cola de bote, peso de 198 grains, con núcleo aleación de plomo y antimonio encamisado.

 

Características generales de los rifles actuales

Los rifles semiautomáticos son los habituales de dotación para tiradores designados en casi todos los ejércitos. El rango máximo efectivo de uso sobre un blanco humano se sitúa hasta los 600 – 800 metros, se emplean cargadores de alta capacidad (10-20 cartuchos) para poder abatir múltiples objetivos con rapidez y ofrecer incluso un fuego efectivo de supresión hasta los 1.000 metros, poseen mira telescópica de relativamente pocos aumentos, son rifles bastante ligeros, normalmente poseen bípode para optimizar la precisión y muchos de ellos están preparados para recibir un supresor. Siendo su principal seña de identidad la polivalencia, ya que pueden ser usados con cierta facilidad en el combate a corta distancia (CQB).

En el caso de los francotiradores “puros” el planteamiento táctico es diferente, son efectivos por encima de los 800 metros, con distancias máximas que pueden llegar hasta los 2,5 km. Algo que podemos comprobar si revisamos la tabla de records de distancia de francotiradores. Los primeros puestos están copados por acciones militares desarrolladas en Iraq y Afganistán, algo que no es de extrañar por las características del entorno y por la evolución de los rifles actuales.

En este caso se trata de armas pesadas para disparar desde posiciones estáticas camuflados y/o parapetados. Abundan los calibres muy grandes o de tipo magnum. Las ópticas son las más avanzadas y de mayor calidad, con gran número de aumentos y algunas con calculadoras balísticas integradas, en consonancia con el alcance eficaz del arma. Aunque uno de los elementos diferenciadores más evidentes es la cuidada ergonomía del chasis, con una culata con carrillera y cantonera ajustables, pistolete táctico y guardamanos especializado. 
Hay un aspecto importante del que no hemos hablado hasta ahora que diferencia a ambas plataformas, la fiabilidad. Teóricamente los rifles semiautomáticos, al tener más componentes en movimiento, son susceptibles de sufrir problemas mecánicos que supongan interrupciones.

Tenemos que ponernos en situación y pensar que los escenarios de batalla actuales son muy diversos y que no es lo mismo disparar en un campo de tiro europeo que hacerlo estando desplegado en Iraq, donde por ejemplo la arena lo invade todo. Ahora bien en este sentido y en favor de los rifles semiautomáticos hay que decir casi todos ellos tienen como base un rifle de batalla que ha sido mejorado. Algo que suele garantizar su funcionamiento, ya que los anteriores han sido diseñados para soportar condiciones muy adversas y para ser mantenidos de forma sencilla.

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