Ayer visité, como tantas otras veces la página web de mis rifles semiautomáticos preferidos para acabar más que enfurruñado con la marca que admiro (admiraba) y respeto (respetaba) y en la que pongo (puse) mi confianza: Browning FN.
No acabo de entender aún que un asunto tan banal me tenga tan contrariado, pero es que la extinción de los cañones de 56, 58 y 61 cm. en la línea de los modelos Long/Short Track y Zénith me ha causado una enorme decepción. Y es que al parecer el doble criterio de dar a un rifle la longitud de cañón que determinan su uso y la cantidad de pólvora de su cartucho ha pasado a mejor vida, teniéndose únicamente en cuenta la primera variable (el uso) y olvidando por completo la segunda (el cartucho).
Tanto es así que el catálogo Browning 2012 distingue ya los semiautomáticos para batida de los semiautomáticos para rececho (en los que sí figuran los Acier de cañón "largo") mostrándolos en páginas distintas y cláramente separadas.
Temporadas atrás esta firma mantenía con dignidad modelos semiautomáticos con cañones de 56 cm. y aún antes, disponía de ejemplares con cañones de 61 cm. para los modelos magnum, que es lo que procede como mínimo para cartuchos con gran carga de pólvora, según mi modesto entender.
En los últimos años, estas longitudes se reservaban para series limitadas y modelos de lujo (Stalker, Prestige Wood...) y de aquella manera, aunque onerosa, siempre se mantenía una oferta para los cazadores que creo que con acierto preferían cañones largos.
A día de hoy, eso se ha terminado. Esto al menos se deduce de lo expuesto en el catálogo pdf de la web Browning, donde TODOS los modelos semiautomáticos –salvo un Zenith tope de gama y los maravillosos y fiables MKII (hoy llamados Acier)– aparecen tristemente "capados" a 51 cm.
Modelos de Long/Short Track con miras de batida y cañones de 51 cm. para el mercado europeo
Cosa curiosa resulta que en el catálogo de Browning para América el caso es el contrario; es decir, encontramos diversos modelos de cañón largo y apenas alguno de cañón corto.
Modelos de Long/Short Track sin miras abiertas y con cañones largos para el mercado americano
Que estas cosas ocurran en otras marcas no tenía para mí trascendencia porque difícilmente recurriría a ellas; pero que lo haga la marca de mis amores, me ha sentado casi como una afrenta personal y un desprecio a la libertad de elección este incondicional; de forma que si los cañones cortos eran antes una opción, han pasado a ser ahora CASI una obligación, si no fuera, como digo por la pervivencia de los viejos modelos Mark II y un sólo modelo tope de gama.
El viejo y fiable Mark II (actualmente denominado "Acier") que es el único modelo estandar que se fabrica con cañones de 56 cm. para calibres estandar y de 61 cm. para calibres magnum.
Un precioso Zenith Prestige Wood con cañón de 56 cm. Presente en el catálogo europeo de 2011, ha desaparecido en el de 2012. Según me indican los compañeros de foro "Josua" y "Robertocazaruta" ha sido sustituido por un nuevo modelo de similar aspecto que incorpora botón de tensado del percutor en el cuello del pistolet. De nuevo es el "tope de gama" el único que ofrece varios largos de cañón en la serie Zenith.
Haciendo una gracieta, este deseo de mayor longitud en el cañón se puede relacionar con un trauma de tipo sexual. No seáis malos; no tiene que ver con un capricho de orden fálico sino que está bien fundamentado.
El año pasado, en una quedada con amigos del foro, el cronómetro de "Cansino" reveló algunos hechos palmarios que relacionaban longitud de cañón y velocidad de proyectil y algunas presuntas mentirijillas con respecto a los datos que los fabricantes declaran sobre la velocidad de su munición.
Quizá esos datos no sean tan falsos, pues si bien en todas las municiones empleadas faltaron a la cita bastantes metros por segundo, no es menos cierto que las mediciones de los "municioneros" se hacen en condiciones ideales y partiendo de cañones muy largos en los que se quema toda la pólvora del cartucho.
En cualquier caso, sirvan como ejemplo los 748 metros por segundo de una bala Norma Plastic Point disparada en un cañón de paso 1/10 de 56 cm. y su declaración oficial de 823 metros por segundo (también es cierto que nuestra medida no fue exactamente en boca).
Si estos metros desaparecen en un cañón de 56 cm. con munición 30.06, ¿podéis imaginar los que se esfumarán en un cañón de 51 cm.?
O aún más: ¿qué velocidad dejará de adquirir una bala del 300 Winchester Magnum disparada en un cañón de esa longitud? Sin duda rozará las velocidades del 30.06 hasta llegar casi a igualarse el poder de ambos cartuchos, con los inconvenientes añadidos para el 300 WM de tener más retroceso y un mayor precio en su munición. Todo un despropósito.
Entiendo que el uso típico de un semiautomático es el de disparos a piezas en movimiento a corta distancia en las batidas que tan de moda se han puesto gracias a la emoción que aporta un animal tan tosco y salvaje como el jabalí y su capacidad para despertar el instinto venatorio.
Se podrá argumentar que en esas distancias cortas y medias no es necesario imprimir a la bala mayor velocidad que la que se obtiene con un cañón de 51 cm; pero en congruencia no habría que emplear en estos cañones y en estos usos calibres de vaina larga.
Entiéndaseme que cada cual puede utilizar lo que le venga en gana e incluso equivocarse a plena satisfacción y no lo criticaré; pero lógicamente esos errores no los quiero para mí y me surgen dos preguntas:
– ¿De verdad estorba tanto un cañón de 56 cm. en comparación con uno de 51?
– ¿No sería más consecuente que esos rifles cortos –que no dan la potencia propia de los cartuchos que emplean– fueran recamarados para cartuchos de vaina más corta (con menos carga de polvora)?
Tampoco un 9,3x57 un 8x57 un 7,5x55 ó un 7x57 llegarán a quemar toda su pólvora en un cañón de 51 cm. pero al menos estarán más cerca de hacerlo que un 30.06 ó un 9,3x62 y ya no digamos que un 7 mm Rémington Magnum, un 338 Wínchester Magnum o un 300 Wínchester Magnum.
Dicho sea de paso me parece que los calibres magnum no están concebidos para ser disparados en rifles semiautomáticos, ni les encuentro mucho sentido en este tipo de armas.
No menciono en estos ejemplos de cartuchos cortos al 308 Wínchester por las conocidas y estúpidas limitaciones de nuestro reglamento de armas, que impide dispararlo en armas semiautomáticas; pero a nadie se le escapa que su utilización con cañones cortos sería más lógica que el uso del 30.06.
Entiendo perfectisimamente que un perrero, ojeador, batidor (llamémosle como queramos) emplee un rifle con 51 cm. de cañón e incluso con tan sólo 47 cm. –como el que ofrece Rémington en su modelo 750 Woodmaster "Carbine"– pero hecha esta excepción, no me parece que un cañón de 56 cm. sea tan incómodo en puesto fijo. De hecho, en años cazando en postura con un viejo MKI de esa longitud no he notado nunca tal inconveniente.
Para moverse por este bosque es más que necesario, exigible, un rifle con cañón corto o supercorto
Siendo rigurosos, casi con cualquier longitud de cañón encontraremos alguna vez un árbol o maleza que nos estorbe, solucionando esta eventualidad modificando algo nuestra ubicación o acondicionándola mínimamente. El que me diga que en postura estática encuentra muchos más obstáculos con un cañón de 56 que con el de 51, está sugestionado.
A efectos prácticos nunca me he visto incómodo con el cañón de 56, incluso en pasos entre maleza muy cerrada
Se puede alguien preguntar por qué admito el cañón de 56 y no el de 51. Sencillamente porque esa es la longitud que empleo y no lo había más largo para el 30.06. Así que no admitiría ni un centímetro menos; de la misma manera que los que tengan cañón de 58 no admitirán un centímetro menos y lo mismo harán los que vayan equipados con 60 ó 61 cm. Es una cuestión de conformidad y de lo que uno considera adecuado para quemar una cantidad decente de pólvora.
Si usted cree que va servido con un cañón de 51 centímetros y la pólvora desperdiciada no le causa la menor desazón, ¡adelante con los faroles y siga feliz! ¡Total, por 5 cm. arriba o abajo!... Pero a mí me parecen matasuegras, chufletas y turutas, cosa que no puedo evitar y no pasa de ser una pura opinión personal (debidamente razonada, eso sí).
La moda de acortar cañones afecta también a rifles de cerrojo; pero al menos en este campo todas las marcas mantienen modelos con longitudes acordes a los cartuchos que disparan
Así las cosas, me pregunto qué me quedará si desaparecen los Acier y me cabe una duda: ¿es la demanda la que obra estas modificaciones en las líneas de fabricación o por el contrario es la moda impuesta por el fabricante la que avoca al cazador a tener que usar determinados rifles, calibres y longitudes de cañón?
Esto tiene su paralelismo en otros bienes de consumo y como ejemplo vemos los automóviles en los que cada vez es más difícil encontrar un pequeño todoterreno con reductora, pues se han convertido en todocaminos con rueda de asfalto que el vendedor elogia asegurando que "con los nuevos sistemas electrónicos de control de tracción y de control de descenso usted ya no necesita una reductora ni necesita saber gestionar los frenos y la caja de cambios".
¿Y qué sabrá usted lo que yo necesito?