Para ser un gran tirador tienes que tener confianza en ti mismo y en tus habilidades con tus herramientas de tiro y caza. ¿Pero cómo es posible tener confianza en uno mismo si desconocemos el funcionamiento de la mitad de nuestro equipo?
Me refiero al visor, ese gran desconocido de muchos cazadores y tiradores, cuando realmente nuestro sistema de tiro es un CONJUNTO, formado por nuestro rifle y este elemento de puntería. Un ejemplo: es como si un carpintero que necesita de una sierra y una cinta métrica desconociese el uso de uno de los dos elementos, o tuviése un conocimiento limitado. Sería imposible que realizase trabajos complejos y posiblemente cometería numerosos errores a la hora de fabricar muebles. El visor es el elemento que menos valoran y conocen en general los cazadores y tiradores, en muchos casos estos se dotan de carísimas ópticas que infrautilizan por puro desconocimiento o eligen visores inadecuados para las modalidades de caza o tiro que realizan.
En este artículo vamos a intentar arrojar un poco de luz a través de los conceptos más básicos que todo tirador y/cazador debería conocer:
MOAs Y MILIRADIANES
Antes de adentrarnos en el mundo de las torretas y retículas vamos a tratar de aclarar el sistema de medida que se usa en ellas. Las dos métricas empleadas se corresponden con el sistema anglosajón o imperial de medida y el sistema métrico decimal. En el primer caso hablaremos de MOAs y en el segundo de MRAD o MILs (miliradianes), obviamente en ambos casos se trata de medidas angulares.
MOAs
Para las mediciones del tiempo y de los ángulos empleamos por convención un sistema de numeración en base 60, el sistema sexagesimal. Donde una circunferencia tiene 360º, cada grado 60´ (minutos) y cada minuto 60” (segundos). Sólo tenemos que recordar nuestros tiempos de colegio con la famosa regla transportadora de ángulos. Por lo tanto en una circunferencia tendremos, 21.600 minutos de ángulo o MOAs (resultado de multiplicar 360 x 60).
MILIRADIANES
Hagamos ahora una aproximación diferente. Todos sabemos que para calcular la longitud de un circunferencia empleamos la siguiente conocida fórmula: L = 2 x π x R. Donde la longitud de la circunferencia variará en función del radio y la constante 2 x π (6,2832). Si dividimos angularmente la circunferencia en 1000 porciones obtendremos el valor de los miliradianes que tiene una circunferencia, son 1000 x 6,2832. Es decir una circunferencia tiene 6.283,2 miliradianes, a efectos de cálculos posteriores usaremos la cifra de 6.283 miliradianes.
Relación entre MOAs y MILIRADIANES
Si antes dijimos que una circunferencia tenía 360º, que eran 21.600 minutos de ángulo, un miliradián equivaldrá a 21.600/6.283 = 3, 438 MOAs.
Tanto un MOA como un MILIRADIAN proyectan o mejor dicho subtienden un arco a 100 m de 2,9088 cm y de 10 cm respectivamente. Como se trata de ángulos pequeños, podemos considerar estas longitudes como rectas y no un arco. Pensad en un queso al que queremos cortar una cuña muy fina, esta tendrá un borde redondeado exterior pero que podemos considerar casi recto, más aún cuanto mayor sea el radio del queso.
Alguno se preguntará que tiene que ver esto con el tiro y la precisión, vamos a intentar explicarlo de forma gráfica. Su pongamos que en lugar de un rifle, tenemos un pequeño cañón y queremos hacer un disparo sobre una pared blanca situada a 100 m, pared que tiene dibujada una cruz donde queremos impactar. Realizamos un disparo y la bala impacta unos centímetros por debajo de la marca. ¿Cuál es la solución sin variar peso, ni forma del proyectil, ni tampoco la carga de pólvora? Pues o acercamos el cañón o apuntamos hacia arriba, es decir variamos su ángulo de tiro. ¿Cuánto? Eso es lo que tratamos de explicar, cuanto deberemos variar su posición angular hacia arriba para que el proyectil en su trayectoria parabólica impacte donde queremos. Ahí es donde entran los sistemas de medida que acabamos de explicar.
RETÍCULA
La retícula en un visor es el elemento del mismo que nos permite apuntar al lugar donde queremos que impacte el proyectil disparado por nuestra arma. Esa es su función primaria y más importante, ahora bien, según sea diseño puede proporcionarnos otras funciones. Hay retículas con funciones especiales para calcular la distancia del objetivo, con funciones de ayuda en cálculo de la deriva por viento, otras están diseñadas pensando en un tipo concreto de munición, etc.
En definitiva se trata de una lente serigrafiada con un dibujo de cruceta más o menos elaborado, según sea su posición dentro del tubo del visor, antes o después de la lente de aumento variable, estaremos hablando de un visor de Primer Plano Focal (First Focus Plane) o de Segundo Plano Focal (Second Focus Plane). Algo que aclaramos en el siguiente apartado de nuestro reportaje.
Tipos
Dependiendo de para qué actividad estén orientadas tendrán un diseño u otro. No es lo mismo una retícula orientada para cazar, que una para el tiro de precisión u otra que esté diseñada para francotiradores militares y policiales. Dentro de esto tres grupos existen multitud de variaciones en los diseños que aportan más o menos información y que tienen más o menos utilidad, casi cada fabricante personaliza las suyas. Ahora bien, nada impide que podamos usar una retícula cualquiera para nuestra actividad o actividades favoritas, la diferencia estará en la facilidad para operar con ella en un propósito que no es epecíficamente el suyo, al final cualquiera de ellas nos permitirá afinar la puntería sobre un blanco.
Retículas iluminadas
Antes de entrar a citar diferentes tipos retículas comentar que estas pueden ser iluminadas o no. Algo de especial utilidad en condiciones de baja luminosidad, niebla o cuando esta se confunda con el objetivo por cualquier circunstancia. Normalmente el color suele ser rojo, aunque puede haber otros y ser conmutables, así mismo son de encendido e intensidad regulable de forma manual, aunque las hay autoregulables mediante una célula fotoeléctrica. Personalmente este tipo de regulación no me gusta, un ejemplo, puede que nosotros nos encontremos a pleno sol, pero nuestro objetivo en una zona de sombra, esto hará que la cruceta se ilumine en exceso produciéndonos cierto deslumbramiento o incluso tapando nuestro objetivo.
Retícula MIL-DOT
Al final de esta sección daremos unos pequeños apuntes sobre las retículas específicas para caza y tiro deportivo. Como el propósito de este reportaje es eminentemente didáctico y también práctico, vamos a analizar más extensamente la que se considera la reina de las retículas tácticas, la MIL-DOT. Una retícula que no sólo se emplea en el ámbito militar, sino que es ampliamente empleada por cazadores de larga distancia y tiradores deportivos.
La retícula Mil Dot fue diseñada por Estados Unidos en la década de los años 70, con el objetivo de ayudar a sus Cuerpos de Marines a calcular las distancias respecto al blanco. A lo largo de la cruz aparecen una serie de puntos, normalmente 5 por cada lado, que están separados por unos segmentos que se denominan subtensiones. Existen variantes que sustituyen los puntos por rayas, está últimas para mi gusto permiten una mayor precisión en los cálculos. A continuación las correspondencias en medidas angulares de los diferentes tramos de una retícula de este tipo.
A primera vista puede parecer un pequeño galimatías ininteligible, pero como vemos de acuerdo al gráfico, un MILIRAND (mil) es una subtensión más dos medios puntos. Este es el dato más importante que debemos retener y que realmente resume las medidas de esta retícula.
Como el movimiento se demuestra andando vamos a emplear un ejemplo de una situación de tiro en la que un francotirador militar puede encontrarse. Supongamos que tenemos como misión abatir a un objetivo yihadista en un área de conflicto de oriente medio, por ejemplo Iraq y lo que vemos a través de nuestro visor de Primer Plano Focal es la siguiente imagen:
Vemos que nuestro objetivo, de acuerdo a las anteriores equivalencias, ocupa cuatro MILs, por otra parte sabemos que en Iraq la altura media de un hombre es de 170,4 cm. Tened presente que para saber la distancia, necesitamos conocer el tamaño de nuestro objetivo, es por ello que deberemos conocer las estaturas medias de los países donde pensamos operar. Podemos emplear una sencilla fórmula:
Distancia = (Altura del objetivo en m x 1000) / MILs
Por tanto para nuestro ejemplo concreto:
Distancia = (1,704 x 1000) / 4 = 426 m
Ahora que sabemos la distancia y conociendo la caída de nuestro proyectil, solo deberemos ajustar los clicks necesarios en la torreta superior para compensar dicha caída. Otra opción más rápida sería apuntarle con una de los puntos / subtensiones inferiores conociendo esa caída. Como podéis comprobar es más sencillo de lo que parece a priori.
Otras retículas
A la hora de elegir una retícula para CAZA debemos tener presente para qué modalidad va ir destinada, por ejemplo no es lo mismo una montería, que un rececho en alta montaña o que un aguardo nocturno. Para modalidades con disparos a corta distancia, debajo de los 100 m., un punto rojo u holográfico son personalmente mis preferidas, aunque hay cazadores que prefieren las tipo “Easy Shot”. En el caso de monterías y aguardos nocturnos con distancias hasta los 150 m, una retícula 30/30 o “Duplex” con posibilidad de iluminación es muy polivalente y por ello una de las más utilizadas. Para recechos a distancias hasta 300 m. una muy adecuada sería la A4 con posibilidad también de iluminación. En recechos de montaña a grandes distancias se imponen las retículas militares tipo MIL-DOT, SKS, RANGE FINDING, etc.
Si nuestra afición es el TIRO DEPORTIVO las retículas se caracterizan por emplear crucetas con hilos mucho más finos que los de caza para que no interfieran con el blanco y que permitan ver lo mejor posible los impactos. Estas retículas se denominan CROSSHAIR aunque tienen el defecto de no permitir el cálculo de distancias como las tipo MILDOT. Retículas de este tipo son las Fine CROSSHAIR y TARGET DOT.
RETÍCULA EN PRIMER Y SEGUNDO PLANO FOCAL
Esta característica hace referencia a la ubicación de la retícula con respecto a la lente de aumentos. Si se encuentra delante de dicha lente FFP (First Focal Plane o Primer Plano Focal) o si se encuentra detrás de dicha lente SFP (Second Focal Plane o Segundo Plano Focal). Es muy sencillo saber si un visor usa un sistema u otro, si al girar la ruleta de magnificación la retícula aumenta de tamaño estaremos ante una óptica de FFP, si por el contrario nuestra retícula no se ve afectada por los aumentos que utilicemos será un SFP. Es por tanto fácil entender que esta característica está referida sólo a los visores de aumento variables, ya que en los visores de aumentos fijos su retícula guarda siempre la misma proporción con respecto al número de aumentos. Aunque es indiferente en este último tipo de visores, por simplicidad constructiva la retícula está colocada por detrás de la lente de aumentos.
Es un atributo que tiene un muy importante peso dentro del precio del visor, siendo los visores de primer plano focal bastante más caros que los de segundo plano. La inmediata primera pregunta que sale siempre a relucir cuando tenemos dos opciones es la de cual es mejor. La respuesta es depende para lo que queramos utilizar. La mayoría de los visores destinados a la caza son SFP y los destinados a tiro de precisión o para francotirador son FFP, aunque últimamente hay una tendencia entre los cazadores, sobre todo aquellos que practican el rececho a larga distancia, que están adquiriendo visores FFP.
La principal y más importante ventaja de los FFP es que es realmente fácil calcular la distancia a la que se encuentra nuestro objetivo conociendo el tamaño del mismo y en consecuencia interactuar sobre nuestra torreta para compensar la caída de nuestro proyectil, lógicamente conociendo sus características de comportamiento con la distancia. Es obvio que incluso puede no ser necesario corregir con la torreta, sino simplemente nos bastará apuntar a la zona de muerte de nuestra presa u objetivo con un determinado punto de nuestra retícula MilDot. Todo esto es posible porque las proporciones entre la retícula y nuestro objetivo se mantienen constantes sea cual sea el número de aumentos que seleccionemos en el visor. Cosa que no sucede en los SFP, ya que esta proporción sólo será válida para unos determinados aumentos, normalmente su valor máximo, pero es conveniente consultar siempre el manual del mismo ya que hay algunos en que es a un determinado valor, por ejemplo 10x.
Los visores FFP no son indicados para disparos a cortas distancias, ya que la retícula se ve realmente pequeña en niveles bajos de aumentos, con lo que es muy difícil calcular el número de subtensiones sobre un objetivo, algo que todavía se complicará más si es usado en zonas densas de vegetación o arbustos, ya que este fondo nos dificultará todavía más ver bien la retícula sobre por ejemplo el animal a abatir.
Son por tanto especialmente indicados para caza donde son frecuentes por orografía o modalidad los tiros a larga distancia, también en usos militares donde la necesidad de realizar cálculos para asegurar un disparo han de ser rápidos y se dan situaciones de estrés y para competiciones de precisión. Es en estas circunstancias donde la simplicidad en el cálculo de distancias es un valor crítico o incluso de vida o muerte donde los FFP encuentran su mejor acomodo.
Por el contrario aquellos usuarios que practican modalidades de caza en distancias por debajo de los 200 m o cazando por encima de esta longitud prefieren no complicarse con cálculos y usan un telémetro láser, seguirán usando los visores SFP.
TORRETAS
Ahora que ya tenemos claro el sistema de medida, veamos cómo se utilizan en las torretas de un visor para corregir los impactos que realicemos con el rifle. Pero antes vamos a ver qué es lo que sucede cuando giramos en un sentido y otro, para entender bien su funcionamiento.
El objetivo de las torretas es variar hacia donde apunta el visor en relación con el arma sobre el que va montado. Vamos a explicarlo mejor, supongamos que usamos un potro de tiro amarrado al suelo y el rifle atado al potro y realizamos un disparo. A continuación miramos a través del visor, veremos con toda probabilidad que el impacto no coincide con el centro de la cruceta de nuestra retícula, salvo que estuviese calibrado o puesto a cero para esa distancia. Supongamos que no coinciden, lo que deberemos hacer para seguir disparando a esa distancia y que coincidan ambos es mover nuestra retícula a la posición del impacto, girando la torreta superior para corregir la altura y la torreta en el lateral derecho para corregir la deriva a izquierda o derecha.
¿Qué sucede dentro del visor cuando giramos las torretas?
Si nos referimos a visores modernos estándar el sistema de funcionamiento es el que podemos observar en la imagen, dentro del mismo está un tubo denominado “tubo erector” que bascula o cabecea en el interior del tubo del visor, en la medida que lo empujemos con un tornillo que se encuentra en el interior de la torreta. Es decir, al igual que un tornillo con un destornillador avanza hacia dentro o hacia el exterior según lo giremos en un sentido o en otro. Como el tubo erector se apoya sobre un fleje o muelle de retorno cuando recogemos “el tornillo” varía su posición por la presión del mismo. Este principio de funcionamiento es idéntico para la torreta lateral derecha.
Hay algunos visores especiales para muy larga distancia que no tienen tubo erector, lo que se mueve es el visor sobre un chasis especial fijado por unas bases especiales al arma. Alguno se preguntará el porqué. Sencillamente porque el tubo erector puede elevarse hasta cierto punto dentro del tubo, en algún momento hará tope. Supongamos que queremos hacer disparos por encima de un 1,5 km, puede ser que la caída no pueda ser corregida para ese calibre y arma con un visor estándar, para eso existen este tipo de visores especiales, donde las torretas están integradas en chasis. También es posible usar tu visor estándar con uno de estos chasis externos. La técnica consiste en “congelar” el visor, llevamos el tubo erector al centro mecánico y lo dejamos fijo, lo “congelamos”, eliminamos las torretas de ajuste de serie y lo montamos en un chasis de ajustes externos.
Existen también soluciones mixtas, con visores estándar sobre anillas que permiten la regulación de la elevación adicional, son soluciones para poder dotar de mucha elevación a visores que internamente disponen de poca. Son muy poco empleadas por la poca precisión que ofrecen en conjunto, al multiplicar el error.
La numeración y los “clicks” de las torretas
Ahora que ya sabemos que son las torretas y cómo funcionan internamente necesitamos saber cuánto las tenemos que girar para corregir nuestro disparo. Para eso tenemos la numeración que aparece serigrafiada en la misma, cada marca que aparece en ellas representa un click. Las graduaciones se corresponderán con uno de los sistemas de medición angular que hemos visto anteriormente, es decir pueden estar graduadas en MOAs o MILIRADIANES, más específicamente en fracciones de estos sistemas de medida. En las torretas en MOAs lo más habitual es que cada marca se corresponda con ¼ (0,25) MOAs, pero las hay con ajuste más fino de hasta 1/8 (0,125) MOAs o más “grueso” ½ (0,50) MOAs. Todo dependerá de la orientación del visor, si es táctico, caza o está pensado para las competiciones de precisión, donde se necesita correcciones más finas. Existen otros fraccionamientos, como 1/3 o 1/6 pero son muy poco habituales.
En el caso de los MILIRADIANES el fraccionamiento más habitual es 1/10 (0,1) MILs aunque las hay de 1/20 (0,05) MILs que son las habituales en visores para muy larga distancia.
Estas correcciones se corresponderán con unas proyecciones de longitud según a la distancia donde se encuentre nuestro blanco. Por ejemplo a 100 m, un click de una torreta graduada en 0,1 MILs representará una corrección de 1 cm, si el blanco estuviese a 200 m. ese mismo click representará una corrección de 2 cm. Si estamos hablando de una torreta graduada en ¼ de MOAs a 100 m un click representará una corrección de 0,7272 cm y a 200 m serán 1,4544 cm. Parece lógico, sobre todo para aquellos que hemos sido formados con el sistema métrico decimal y lo seguimos usando en nuestra vida diaria, que nos encontremos más cómodos y operemos más rápido de cabeza con torretas en MILs. En cualquier caso la tendencia de francotiradores y deportistas de precisión es precisamente el empleo de MILs frente a MOAs.
Ahora que hablamos de clicks, otro aspecto interesante de las mismas, es el número de MOAs o MILs que son capaces de corregir por vuelta completa, en inglés “over travel”. Esto condicionará lógicamente el tamaño o mejor dicho del diámetro de la rueda giratoria que es la torreta. Tener muchos o pocos clicks por vuelta determinará el número de vueltas máximo que puede dar nuestra torreta en directa relación con el máximo cabeceo o deriva del tubo erector y por tanto de capacidad de corrección. En general muchos clicks por vuelta permiten operar más rápidamente aunque hace que estén muy juntos haciendo que la sensibilidad de la misma aumente. Para un uso de precisión pura son mejor las torretas con menos clicks por vuelta y para un uso táctico donde se requiere inmediatez de acción con una precisión no tan apurada las torretas con más clicks por vuelta. También existen torretas con doble rueda de giro para un ajuste superfino, una vez corregido el click más próximo a la corrección modificamos el incremento del mismo.
Por último citar las torretas personalizadas o balísticas o BDC, cuya graduación es específica para un arma y cartucho, donde normalmente lo que encontraremos serán distancias como graduación. Supuestamente sabiendo la caída de nuestra munición a diferentes distancias podremos corregir rápidamente si sabemos a qué distancia se encuentra nuestro objetivo. Por ejemplo, hacemos un cálculo con la retícula sabiendo el tamaño del objetivo o mejor aún usamos un telémetro y marcamos la distancia en la torreta. Particularmente le veo inconvenientes, en tanto en cuanto la munición comercial, aun siendo la misma que empleemos siempre varía bastante según el lote, como pude comprobar sólo hace unos días disparando con un Remington 700 a 200 m. y donde de un lote a otro, la misma munición varió casi 2 cm en su caída. Recargando siempre que usemos los mismos componentes y seamos muy precisos, tendremos un comportamiento más uniforme y constante de la misma, aunque tampoco estamos exentos de pequeñas diferencias en las características de quemado de la pólvora entre lotes. Estas torretas “a medida” se pueden encargar a algunos fabricantes o podemos recubrir la graduación de nuestras torretas con pegatinas más o menos profesionalmente hechas.
Finalmente comentar que existen torretas que permiten prefijar distancias, es decir tienen un sistema que permite prefijar posiciones o “presets” en la misma para una determinada combinación munición, rifle y distancia, son las denominadas “multicero”.
EL PARALAJE
Se denomina paralaje de un visor al error de precisión causado si la visión no está perfectamente centrada en el visor. Si el ojo no está exactamente alineado en el eje óptico del visor, puede existir una diferencia entre la cruz de la retícula y el punto de impacto deseado. Es decir que tendremos error de paralaje si partiendo de una posición de nuestro ojo perfectamente alineada con el eje óptico, al variar ligeramente la posición del mismo moviendo un poco la cabeza, observamos que el la retícula se mueve ligeramente variando aparentemente el punto de impacto sobre el objetivo. Tendremos que la retícula y el objetivo se encuentran en dos planos focales diferentes, pudiéndose llegar a verse incluso la retícula desenfocada. Por tanto si existe un error de este tipo y al no tener el ojo perfectamente alineado con el eje focal, se producirá un fallo al disparar sobre lo que creemos es el punto de impacto.
Para corregir este error, los visores de precisión con gran cantidad de aumentos pensados para disparos a larga distancia, traen un corrector de paralaje. Suele ser una rueda situada normalmente en el lateral izquierdo del visor, la llamada tercera torreta, aunque también puede estar situada como un anillo en el tubo cerca de la lente frontal, en este caso no deberemos confundirlo con el anillo de enfoque del ocular. Girando la rueda de corrección de paralaje haremos coincidir ambos planos, enfocaremos el visor con el objetivo, es como si posásemos la retícula sobre el objetivo. Técnicamente lo que hacemos al girar esa rueda es mover una lente interna para que la imagen se enfoque en la retícula.
RESUMEN
Los visores son posiblemente los grandes desconocidos del mundo de las armas, su progresiva tecnificación y avances no han hecho más que acrecentar ese desconocimiento o avanzar en su infrautilización. En el reportaje hemos obviado hablar de características críticas como son la calidad y tratamientos de las lentes ópticas, la captación de luz, la mecánica interior, el diámetro del tubo, etc. Ya que nuestra intención ha sido mostrar como operar con ellos sobre todo si practicáis el tiro o el rececho a larga distancia.