Aunque no es que me pillara cerca ni mucho menos, era una buena oportunidad de ver en directo competir a Jorge Llames y si coincidía, al resto de la delegación española. Aunque eran varios días, sólo pude ir uno de ellos en viaje relámpago de ida en vuelta en coche. Así qué decidí hacer el viaje el segundo día de pistola de velocidad y su final.
Lo que viví allí fue mucho más de lo que esperaba, la verdad. Las instalaciones de Las Gabias de Granada son estupendas, un poco abandonadas, pero alojan todas las modalidades. Allí había varios centenares de deportistas de prácticamente todas las nacionalidades, en su mayoría gente muy jóvenes, con un ambiente estupendo. Parecía, realmente lo digo, un campamento juvenil temático del tiro. Deportistas de una una otra nacionalidad, hablando generalmente en inglés, compartiendo vivencias y pasión, e incluso como no podía ser de otro modo con tanta hormona suelta, algunos flirteando (y sí, hay chicas guapas en el tiro para el que tenga la curiosidad).
Puedo asegurar sin ninguna duda que el día que estuve yo, que era creo que el último de competición, toda la gente que estaba en las instalaciones eran o deportistas, o miembros de los equipos, organización... y yo, que me da que yo era el único público asistente. Constaté que este deporté no llama la atención del público ni aún celebrándose el mundial en tu pueblo.
Al primero que iba a ver era, según los horarios, a Pablo García. Sin embargo, al ver que empezaba la serie y él no estaba en su puesto, me temí que su mujer se había puesto de parto (como así fue, enhorabuena desde aquí Pablo). Y esperé a la serie de Jorge, que era su segundo día de competición. Le vi competir y la verdad es que es todo un profesional. Estaba super concentrado y cuajó unas estupendas series. Al final quedó fuera de la fase final debido a un cero en la última diana del día anterior, que por milésimas no le entró en puntuación (y es que los 4 segundos...). También vi competir al cubano Pupo, al chino Li... cuando terminó estuve comiendo con Jorge, su novia Sonia Franquet (también experta tiradora que había competido el día anterior) y con el seleccionador nacional. Charlamos del tiro, de la afición, y de los pocos medios que tienen en esta federación. Y es que es verdad, veías el despliegue de por ejemplo los norteamericanos, con una delegación de muchos deportistas, entrenador, fisio, seleccionadores... vamos, un despliegue de dinero increíble. Y nosotros todos en una furgoneta y llevando a un puñado de deportistas con grandes esfuerzos. Tiempos de crisis, ya se sabe... en fin.
Vimos juntos después la final, y cómo la ganaba el chino Li con una facilidad a la hora de hacer dieces como el que está viendo la tele, seguido del alemán Reitz (del que me gustó la técnica y la manera de hacer las cosas) y del norteamericano Milev (el más veterano de los que estaban).
Y sin más, me volví para casa, de paso con una fotillo con Reitz antes de irme.
