El público al que va dirigido este artículo son los tiradores deportivos con licencia recién adquirida, o sea novatos, y los veteranos con licencia que quieran comenzar a competir en serio. Son una serie de consejos que hay que tener en cuenta para adquirir un arma de fuego.
Ojala este artículo pudiera ser todo lo completo que a mí me gustaría, no obstante no quiero aburrir a nadie con demasiados tecnicismos y creo que si una información es clara, corta y concisa, la información llegará a su destino.
El público al que va dirigido este artículo son los tiradores deportivos con licencia recién adquirida, o sea novatos, y los veteranos con licencia que quieran comenzar a competir en serio. Cuando digo en serio no es para ganar ningún súper campeonato, sino para que los que quieren practicar el tiro como deporte y conseguir la mejor marca que puedan obtener, los trofeos lleguen a sus manos si hacemos las cosas bien.
Una vez finalizado el curso de obtención de la licencia F, y obtenida ésta de las autoridades, llega la hora de comprar un arma, ya sea larga o corta, según nuestro gusto. Me referiré principalmente a las cortas por conocerlas mejor que las largas, de las que apenas conozco nada, pero supongo que lo que vale para las cortas será también de aplicación para las largas.
Se nos ofrece una amplia gama de productos para nuestro hobby preferido, esto va desde diferentes calibres a diferentes marcas y modelos, y por supuesto el precio, nuestro principal enemigo.
Desgraciadamente, veo con demasiada frecuencia a tiradores con armas “no apropiadas” para la práctica deportiva, y me explico, sirven para tirarle a las latas o “plinking” y poco más, y teniendo en cuenta que en ningún campo de tiro suele estar permitido esto, son inútiles para darle a un blanco a 25 metros con cierta precisión, salvo en manos expertas, que es lo que no es un tirador novel.
Estas armas son modelos similares en apariencia a pistolas de ordenanza, normalmente de 9mm, y encima fabricadas por grandes marcas. Una vez mencionada la apariencia, hay que decir que el empuñe suele ser malo, dado que son de tamaño algo más reducido, el disparador no puede ser regulado de ninguna manera, los elementos de puntería suelen ser fijos, el cañón aunque dé las medidas reglamentarias, es demasiado corto, y lo único bueno que se puede decir de estas armas es el calibre .22 LR y como ya he mencionado el precio. Muchas no llegan o apenas sobrepasan los 300 euros.
Cuando el tirador novel comienza en tiradas de precisión o entrenamientos, comienza a conocerlas, pero cuando asiste a una tirada oficial, entonces se da cuenta de lo que ha comprado, y entonces vienen los lamentos por la falta de información, las prisas por comprar, y la necesidad de comprar algo barato.
Lo más lamentable es que seguramente este tirador seguirá con este arma durante un tiempo, dado que ya ha realizado una inversión en material, seguramente no tendrá buenos resultados, o en todo caso y a pesar del esfuerzo en sus entrenamientos, los resultados serán siempre inferiores a otros tiradores mejor equipados.
El resultado será el abandono prematuro de la actividad, o bien la necesidad de volver a comprar otra arma más adecuada con un nuevo desembolso económico, y lo peor de todo es que seguramente venderá su arma “no apropiada”, a otro pobre novato y se repetirá la historia.
Por tanto, me voy a permitir unos consejos que seguro serán de utilidad:
1. Comience por el calibre .22 LR, y si lo hiciera con aire comprimido mejor.
2. Conozca las modalidades que se practican en su club, de nuevo el .22LR es el más versátil y el más económico en armas de fuego, esto permite más entrenamientos y más competiciones diferentes. Si el arma es multicalibre, es decir con cañones para el calibre .22LR y el .32SW, tendrá casi garantizado que el arma es de calidad y con un largo recorrido por delante.
3. No compre cualquier hierro barato, aunque sea muy bonito o se parezca a los que salen en las películas de policías. Pregunte a sus entrenadores y tiradores veteranos con un buen nivel deportivo acreditado.
4. Busque marcas conocidas y modelos deportivos, es decir aptos para la competición, dependiendo de las modalidades que le gusten. En el reglamento se describen todas las especificaciones de peso del arma, peso del disparador, calibre, largo del arma, etc.
5. El arma que compre debe poder regular el alza y la fuerza en el disparador, si además dispone de otras regulaciones como la cacha, el recorrido del disparador o los tiempos de éste, mucho mejor. Si el alza del arma no es regulable en altura y en deriva, olvídese de ella.
6. Las cachas anatómicas tienen tallas como la ropa, compruebe que la cacha que lleva el arma es de su talla.
7. En las disciplinas de precisión solo se utilizan cinco disparos por serie, por tanto no es necesario que los cargadores puedan llevar más cartuchos. Eso sí, si puede compre un arma con dos cargadores, ya que en caso de avería contará con otro de repuesto.
8. Un arma de segunda mano es una buena opción, permite comprar un modelo de competición a un precio reducido. Si puede pruébela antes de comprarla, y si puede comprarla con alguien que sepa probarla y encontrar posibles defectos, mejor.
9. Olvídese del “para comenzar ya vale”, no se auto-convenza de que una compra muy barata pero que no cumple lo antes citado es válida para nuestro deporte, estará equivocado y lo pagará caro, porque su cupo de armas no podrá ser aumentado por falta de puntuación, no podrá vender su “hierro” porque no vale más que para tirar a los botes, y ya se habrá gastado un dinero en un arma que no es la suya. Tampoco podrá inutilizarla, porque hoy en día inutilizar un arma es casi tan caro como comprar una nueva.
10. Compre un arma de calidad comprobada, a lo mejor el precio le parecerá excesivo para comenzar, pero si compra bien, no deberá hacer más compras en una buena temporada. Si además es multicalibre, es decir con cañones para el .22LR y el .32SW, mejor, como ya dije anteriormente, suelen ser armas de calidad. No compre modelos demasiado antiguos (12 a 15 años), ya que puede verse sin repuestos.
Suerte y buenos tiros.