La marca Proof Research hace cañones de fusil envueltos en fibra de carbono. Esto no es nuevo, pues de hecho ya los hemos visto en algunos rifles de caza como los Christensen Carbon Series que aplican esta fibra a varias partes de sus armas incluido el “stock”. No es por tanto descabellado sospechar que precisamente los cañones que monta Christensen son elaborados por Proof Research.
Este tipo de tubos parece que irán ganando terreno a los de acero, cosa que cabe esperar cuando su tecnología se abarate y en consecuencia su precio baje. Cabe preguntarse si en un futuro todos los rifles tendrán cañones cubiertos de carbono –por mucho que su parte funcional siga siendo de acero– sin olvidar que en los laboratorios de investigación de todo el mundo siguen apareciendo fibras cerámicas o basadas en la celulosa altamente resistentes entre los que el grafeno lleva ventaja por su extrema flexibilidad y resistencia (una sola hoja podría soportar el peso de un elefante apoyada sobre un centímetro cuadrado).
Pero volviendo al carbono y dejando a parte los posibles desarrollos de materiales hoy por hoy meramente experimentales, podemos comentar que la primera ventaja de los cañones con envuelta de carbono es que son mucho más ligeros, aunque sabemos por experiencia que esta característica puede convertirse en un inconveniente a la hora de disparar cartuchos potentes.
Lo interesante es que profundizando un poco, los test de resultados dicen que también son más precisos. Igualmente son más duraderos, a pesar de que el espesor de sus aceros es menor que en los rifles en los que el cañón es sólo de acero.
Según Proof Research sus cañones son hasta un 64% más ligeros que los de acero y mejoran de la disipación de calor. Este último factor es el que explica la mayor durabilidad de estos cañones. También gracias a ello, la dispersión también es menor en series de disparos continuadas a lo que hay que añadir una precisión mejorada por la reducción de la vibración armónica del cañón.
Por el momento Proof Research fabrica tres modelos de rifle, por supuesto todos ellos con cañón forrado de fibra de carbono en distintas longitudes y grosores.
El más ligero es el Summit. El Terminus está dirigido a un público que busca los disparos largos en la caza. Finalmente el Tac II está concebido como un rifle de precisión a larga distancia para el combate o la competición.
Pero no sólo los rifles de corte civil son objetivo de Proof Research sino que también fabrica cañones para las plataformas y los fusiles AR militares. En realidad sus cañones se agrupan en tres tipos de los que dos están envueltos en carbono (Bolt Action Carbon Fiber y AR-Type Carbon Fiber) y el tercero es un cañón enteramente metálico –“pre hardened chromium stainless steel” de acero 416 R.
Proof Research es una empresa estadounidense en la vanguardia de varias tecnologías, produciendo cañones compuestos, acciones y rifles completos.
Su división aeroespacial de Ohio trabaja en la industria aeroespacial y concretamente en proyectos relacionados con la resistencia a altas temperaturas que ha aplicado ya a aviones bombarderos y cazas “fantasma” de asalto como el F-35 ó el B2.
Sus productos incluyen la próxima generación de preimpregnados, resinas, adhesivos y materiales compuestos que soportan temperaturas de hasta 1.500° F ( 815.5º C )
Algunos de los compañeros de viaje empresariales de Proof Research son Zeiss, Vortex, Nightforce, Leupold o Hornady.
Vía: Loadout Room, Proof Research.