El Barrett M95 es uno de los rifles más potentes y precisos que ofrece el mercado actual. En manos de un tirador selecto debidamente instruido, este rifle sniper se convierte en un arma prácticamente infalible. Los soldados de los cuerpos de Marina e Infantería del Ejército español pueden dar buena fe de sus prestaciones.
Rifle Barrett M95 en calibre .50
Cuando Ronnie Barrett se fijó como objetivo la creación de un rifle semiautomático que disparara munición del potente calibre .50 BMG (12,7mm x 99 Browning), nada le hacía presagiar el éxito cosechado varios años después del nacimiento de su primer arma. El propietario de la compañía estadounidense Barrett Firearms diseñó a principios de la década de los 80 un rifle capaz de disparar estos poderosos cartuchos con una notable precisión. Ese rifle era el M82, un arma que posteriormente fue mejorada y que bajo la denominación de M82A1 consiguió hacerse un importante hueco dentro del competido sector de los rifles sniper. Tanto es así, que la aceptación internacional del M82A1 fue “in crescendo" imparablemente hasta el punto de consolidarse como uno de los sniper más vendidos en todo el planeta. Una de las primeras unidades militares en incorporar el Barrett M82A1 a sus filas fue el Ejército sueco, quien en 1989 adoptó oficialmente este rifle para equipar a sus tiradores selectos.
Rifle Barrett M82A1. US Defense.
También conocido a partir de entonces como “Light Fifty" (el 50 ligero), la popularidad del Barrett M82A1 se disparó hasta cotas insospechadas tras la participación de Estados Unidos en la Guerra del Golfo (1991). En aquel conflicto, el rifle Barret M82A1 desarrolló un papel absolutamente protagonista, sobre todo en las campañas bélicas conocidas como “Desert Shield" y “Desert Storm". Sobre el desierto arábigo, los marines estadounidenses pudieron comprobar las bondades y el buen hacer del rifle diseñado por Ronnie Barrett. En este sentido, y gracias a la potencia y la precisión del Barrett M82A1, los tiradores selectos norteamericanos eran capaces de inutilizar a los BMD iraquíes con disparos realizados desde distancias cercanas a una milla (1.600 metros). Además de estos vehículos blindados, gracias a su potente munición (calibre .50 BMG) y al uso de puntas perforantes, los soldados de Estados Unidos pudieron destruir varios misiles Scud justo en el momento de su despegue. Estas acciones se convirtieron en el escaparate perfecto para demostrar a todo el planeta que el Barrett M82A1 era una de los rifles sniper más eficaces y precisos del momento.
Soldado con Barrett M82A1. US Defense.
El protagonismo de esta mítica arma, conocida dentro de las Fuerzas Armadas de EEUU como SASR (Special Applications Scoped Rifle), también se ha extendido a otros países y conflictos internacionales. En este sentido, más de 40 ejércitos de todo el mundo han incorporado alguno de los diversos modelos del Barrett a su equipamiento armamentístico. Otro escenario donde los rifles Barrett del calibre .50 brillaron con luz propia fue la guerra de la antigua Yugoslavia. En aquel triste conflicto, los soldados bosnios emplearon estas potentes armas para atacar a las fuerzas serbias en la batalla de Sbrenica. Pocos años después, el Barrett regresó a la región balcánica para intervenir en la guerra de Kosovo. En aquella ocasión, Florin Krasniqi y sus aliados del ELK (Ejército de Liberación Kosovar) adquirieron decenas de estos rifles para enfrentarse a los serbios. De esta forma, el poder, la precisión y la eficacia de las armas diseñadas por Ronnie Barrett volvía a quedar demostrado ante los ojos y las atentas miradas de medio mundo.
M95: el Barrett español
A mediados de la década de 1990, las Fuerzas Armadas españolas se vieron ante la inminente necesidad de incorporar a su dotación armamentística un rifle preciso para disparos a largas distancias. Así, tras un largo y competido concurso oficial, finalmente las autoridades militares españolas se decantaron por el Barrett M95, una evolución del M90, que a su vez derivaba del legendario M82A1. Las primeras unidades del M95 llegaron a España en 1998, con un coste aproximado de unos 2 millones de pesetas cada una. Estos rifles venían dotados de serie con dos tipos de visores: para labores diurnas se entregaba el austriaco Swarovski Optik Habicht PF 10X42L; y para situaciones de uso nocturno se empleaba el NVIS (Night Vision System) KN202FAB del fabricante noruego Simrad Optronics A/S.
En primer plano, el Barrett M95.
Como ya se ha mencionado anteriormente, el Barrett M95 era una evolución del M90. Ambos rifles se diferencian básicamente en que el M95 está concebido como un arma bull-pup, por lo que su disparador se encuentra por delante del cargador y su culata es más reducida que la del M90. Por lo demás, el M90 y el M95 comparten bastantes rasgos, tanto estéticos como de funcionamiento. En este sentido, los dos rifles utilizan un sencillo y robusto sistema de acción por cerrojo manual, a diferencia del original M82A1 cuyo mecanismo de acción era semiautomático. El pesado cañón del M95 presenta un diseño acanalado que reduce su peso y facilita su refrigeración tras cada disparo. Al final del cañón aparece un freno de boca de cuatro etapas, dos a cada lado, que ayuda a disminuir el efecto del retroceso y reducir la sobreelevación. Gracias a su diseño bull-pup, la unidad del disparador se encuentra por delante de un robusto cargador desechable con capacidad para 5 cartuchos del calibre .50 BMG (12,70x99 mm). También se comercializan cargadores especiales con capacidad para almacenar hasta 10 cartuchos de esta potente munición. El último elemento destacable del Barrett M95 es su cantonera, diseñada específicamente para absorber gran parte del fuerte retroceso provocado por los disparos. Además, la cantonera ha sido diseñada de tal forma que en su interior se ha habilitado un pequeño hueco que, a modo de anclaje, ayuda al tirador a apuntar con mayor facilidad.
Comparación entre el .416 Barrett y el .50 BMG
Gracias a todas estas características, desde hace varios años el Barrett M95 domina, prácticamente sin oposición, el sector de los rifles sniper dentro de las Fuerzas Armadas españolas. En este sentido, el Ejército del Aire dispone de varias unidades del Barrett M82A1, el Ejército de Tierra cuenta con el M95SP, y la Infantería de Marina dispone de varios efectivos del M95. Estas armas son utilizadas por todos los tiradores selectos de los respectivos cuerpos, atendiendo siempre a una premisa básica: neutralizar objetivos de especial interés desde una distancia segura que impida una rápida reacción del enemigo. Y es que, como quedó sobradamente demostrado en conflictos como la Guerra del Golfo, con un Barrett M95 se pueden alcanzar objetivos ubicados a una distancia cercana a los dos kilómetros, aunque según su diseñador su alcance máximo sea de 6.800 metros.
Cargador desechable del Barrett M82A1.
Sin embargo, aunque a simple vista pueda parecer un rifle definitivo, el M95 no es la última aportación de Ronnie Barrett al sector de las armas para francotiradores. En este sentido, hoy en día Barrett Firearms comercializa el M99, una evolución del M95 (del que todavía se siguen produciendo y vendiendo unidades a buen ritmo) con funcionamiento monotiro. En su tradicional línea innovadora y de investigación, la compañía estadounidense trabaja actualmente en dos proyectos para el Ejército norteamericano. Uno es el M468, un nuevo receptor para la plataforma del M4 preparado para el calibre 6,8mm Remington SPC. Esta munición ofrece una mayor capacidad de penetración que el 5,56mm OTAN utilizado en los actuales fusiles de asalto de los Estados Unidos. El segundo proyecto en el que está inmerso Barrett es el XM109, esencialmente una conversión del M82A1 (M107 en su versión militar) diseñada para disparar munición del calibre 25mm. Precisamente en el año 2005, una de las criaturas de Ronnie Barrett, el M82A1/M107, fue elegida como uno de los 10 mejores inventos de la historia militar.
El último modelo del Barrett XM109.
Barrett M82A1 con visor diurno y el bípode desplegado.
Ya ha pasado casi una década desde que el Barrett M95 llegó a manos de los soldados españoles. En este decenio, los tiradores selectos han podido disfrutar con la enorme precisión que ofrece esta excelente arma sniper. Sin embargo, son muy pocos quienes han podido comprobar “in situ" las bondades de este rifle, pues las armas del calibre .50 están prohibidas en España para el uso civil. Lástima que no todos podamos disparar con uno de estos sniper… mientras tanto, los seguiremos dejando en manos de las tropas españolas.