El protagonismo del SVD Dragunov en nuestra sociedad aumenta cada día. A pesar de sus más de 40 años de historia, este rifle con alma de sniper continúa demostrando su eficacia en todos los conflictos bélicos en los que está presente. El último, la guerra de Irak.
En los últimos meses nos estamos acostumbrando a ver en los informativos de televisión numerosas imágenes del Dragunov. Este hecho, motivado en gran medida por su destacado papel en la guerra de Irak, está favoreciendo el crecimiento de su popularidad, situándolo en una lucha codo con codo contra su “hermano" pequeño: el AK47. Y es que, como cualquier arma de origen ruso que se precie, el SVD Dragunov se caracteriza por su resistencia, robustez y fiabilidad, propiedades que comparte con el fusil de asalto diseñado por el célebre Mikhail Kalashnikov.
Pero si Kalashnikov es el responsable del AK, el nacimiento del Dragunov corresponde a Evgeniy Fedorovich Dragunov. Este prestigioso diseñador de armas deportivas, creador de armas tan populares como el Cenit, el Biatlón-7-2, o la Strela, (todas ellas ganadoras de medallas olímpicas), recibió en 1958 el encargo de diseñar un nuevo rifle que sustituyera al antiguo Mosin-Nagant 1891/30 como arma oficial del Ejército Rojo. En aquel momento, Dragunov aceptó este complicado reto con la intención de dar a luz al primer rifle soviético de carácter militar diseñado específicamente para el tiro de precisión. En su intento, Dragunov tuvo que hacer frente a una serie de importantes contradicciones, como por ejemplo, el deseo de crear un rifle ligero pero al mismo tiempo bastante preciso, un hito bastante complicado para la época. Finalmente, después de cinco años de intenso trabajo, en 1963 el gobierno de la URSS adoptó oficialmente el conocido como Snaiperskaya Vintovka Dragunova (SVD), un rifle semiautomático con un alcance eficaz próximo a los 600 metros.
Vista interior del proyectil 7N1.
Las primeras unidades de Dragunov utilizaban una munición específica, denominada 7N1 y diseñada por Sabelnikov. Estos cartuchos, exclusivos para francotiradores, iban cargados con proyectiles recubiertos de acero. Posteriormente, la ingeniería armamentística soviética desarrolló la munición 7N14, un nuevo cartucho con una carga de 151 grains y un proyectil capaz de alcanzar una velocidad de 2.723 pies por segundo. Según Nikolai Bezborodov, uno de los directivos de la fábrica de Izmash, la munición 7N14 es la más precisa de toda la que se puede emplear en el Dragunov. Sin embargo, obtener este tipo de cartuchos es prácticamente misión imposible para el mercado europeo, ya que el gobierno ruso nunca se ha mostrado demasiado proclive a exportar su munición oficial para sniper. Por este motivo, una opción más que interesante para los propietarios de este rifle es optar por la recarga. En este sentido, los propietarios de un Dragunov pueden recargar munición tanto del calibre 7.62x54R como del .308, los dos tipos de cartuchos más utilizados en este arma.
Kit completo del SVD Dragunov versión militar.
En un primer vistazo, uno de los elementos más identificativos del Dragunov es su culata. Realizada en madera laminada de gran dureza, su exclusivo diseño reduce notablemente el peso del arma y facilita al tirador un agarre mucho más cómodo. Por el contrario, se echa en falta un dispositivo para ajustador la longitud o un sistema que facilite al sniper la adopción de cualquier posición.
El SVD Dragunov original para francotirador iba equipado con una mira telescópica PSO-1 de 4x24 aumentos, retícula iluminada y detector de rayos infrarrojos. Además, como complemento adicional, también se le podía aplicar una bayoneta similar a la del AK 47, aunque con la bayoneta desplegada el rifle pierde bastante precisión. Una característica que evidencia que el Dragunov no es un auténtico rifle sniper es que, como sucede en cualquier otro fusil, el SVD también dispone de miras abiertas.
Copias y derivados
Actualmente, existen en el mercado numerosos clones del Dragunov original. Uno de los más populares, pues su venta está orientada hacia el sector civil, es el NDM-86 en calibre .308. Se trata de un rifle de origen chino similar al SVD aunque sus acabados no son tan buenos ni tan resistentes como los de la versión militar original. Esto significa que es necesario andar con sumo cuidado y proteger el rifle de posibles arañazos y chispazos producidos por la expulsión de las vainas. Otra de las copias más difundidas en los últimos años es la versión rumana. En este caso, estas armas reciben el apelativo de PSL (Puska Semiautomata Luneta) y se comercializan en los calibres 7.62x54R y .308.
SVD Dragunov Tiger.
La propia casa Izmash también ha lanzado nuevas versiones del legendario Dragunov. Una de las más aceptadas internacionalmente es el modelo Tiger, un rifle de estética diferente al SVD original en el que priman los polímeros. Junto al Tiger, la firma rusa también comercializa el SVDS, una versión reducida del Dragunov original.
En las últimas semanas, los medios de comunicación han asociado el uso de esta arma a los francotiradores iraquíes que están sembrando el pánico entre los soldados estadounidenses en el sureste de Irak. Por otro lado, el Dragunov también ha contado con un destacado protagonismo en otros conflictos bélicos internacionales como la Guerra de Vietnam o los conflictos en Chechenia. Un arma que irrumpió en el sector con el objetivo de convertirse en una referencia para los tiradores de elite y que más de 40 años después de su nacimiento parece haberlo conseguido