Es muy probable que durante estas dos décadas de producción, más de un aficionado haya escuchado hablar de esta potentísima carabina. Aun así, si todavía queda algún lector que no conoce de lo que es capaz la Webley Patriot, o Beeman Kodiak en su denominación en el mercado estadounidense, a buen seguro que esta carabina les resultará de lo más sorprendente. Disponible en 3 calibres, los clásicos 4.5, 5.5 y el hermano mayor 6.35mm, lo primero que llama la atención de la Patriot es su gran tamaño. Con una longitud que sobrepasa los 120cm y un peso superior a los 4 kg, en cuanto abrimos su caja y nos asoma su cuerpo somos conscientes que estamos ante un rifle de aire “de los de verdad”. En este sentido, más que una carabina, a la Patriot deberíamos considerarla como un rifle, ya que todos sus componentes recuerdan más a los del tradicional fusil de fuego real, que a los de la clásica carabina de plomillos. Su cañón de acero de ánima estriada, su culata de madera de estilo Montecarlo, o su disparador regulable en varias etapas ya nos indican que lo que tenemos entre manos es un arma de alta calidad.
Desde su aparición en 1992, la Webley Patriot despertó la atención de todos los aficionados al tiro con armas de aire al convertirse en el rifle de muelle más potente y preciso del sector. Estas increíbles prestaciones pronto la catapultaron a una posición dominante entre aquellas armas eólicas pensadas para cazar. En España, donde recordemos la caza con rifles de aire comprimido no está permitida, lógicamente no tuvo tanta repercusión entre los amantes de la actividad venatoria, pero en otros países, como el de su cuna británica, o en el gigante mercado estadounidense, la Patriot acabó convirtiéndose en una indiscutible líder de ventas. Máxime cuando con balines de calibres tan gruesos como el 6.35mm (.25), el resultado obtenido en cuanto a velocidad, potencia y precisión, seguía siendo muy superior al del resto de modelos de la competencia.
Durante muchos años, prácticamente podría decirse que hasta la eclosión definitiva de las carabinas PCP (de aire precomprimido), ningún otro modelo fue capaz de equiparar el ratio potencia-precisión establecido por Webley y su Patriot, lo que terminó de encumbrar a este mítico rifle entre millones de aficionados de todo el mundo.
Un gran cañón abatible
Al igual que sucede con la mayoría de carabinas de cañón basculante, las primeras cargas de la Webley Patriot resultan realmente duras y pesadas. No obstante, en este modelo en particular se añade a esta generalizada dificultad el hecho de que la Patriot posee un cañón totalmente de acero de unas considerables dimensiones (45 cm). Una vez abatido el cañón, colocamos el balín en la recámara del rifle, cerramos del cañón y nos preparamos para el disparo. Tras una correcta alineación de los elementos de puntería, colocamos el dedo en el disparador, arrastramos el gatillo y soltamos el primer disparo… ¡pum! el ruido es fuerte, seco, y el movimiento de retroceso de la carabina va en consonancia. En ese momento es normal que pensemos “qué fuerza tiene este bicho”, pero sobre todo, qué preciso es, ya que vemos que el impacto del perdigón ha ido al lugar exacto a donde estábamos apuntando. Realizamos una segunda carga y un segundo disparo, apuntando al mismo sitio, y doblando de nuevo el tiro. Repetimos la operación hasta en 5 ocasiones y logramos una agrupación excelente en un blanco ubicado a 20 metros de distancia. Así, nada más salir de la caja, y sin hacernos a su disparador.
Aun así, queremos sacar mayor partido a la Patriot, pues sabemos que la niña bonita de Webley es capaz de esto y mucho más. El primer paso es regular y quitar fuerza a su disparador (para nuestro gusto bastante duro de serie). En este caso, se trata de un conjunto llamado “Quattro” que permite ajustar el gatillo en varias fases. Así, se puede regular su recorrido y su presión de forma individual en la primera y segunda etapa, dejando la fuerza y la longitud de su recorrido a gusto de cada tirador. Una vez ajustado el disparador, decidimos colocar una mira óptica sobre su cajón de mecanismos.
A pesar de que las miras que trae de serie la Patriot son realmente óptimas (a destacar su alza trasera regulable y las inserciones de fibra óptica Hi-Viz tanto en el punto delantero como en la mira trasera), probamos con la instalación de un visor BSA 6-20x54 que nos permite apuntar sobre nuestro objetivo con todavía mayor claridad y precisión. Unas anillas para carril de 11mm nos bastan para colocar rápidamente el visor, y una vez centrado, repetimos una nueva serie de 5 disparos. Esta vez, logramos el objetivo de que el disparo nos sorprenda, al acortar el recorrido del disparador, y los resultados de precisión siguen siendo excelentes. Es evidente, la Patriot es un arma muy bien hecha.
Gran parte de culpa del buen funcionamiento de este rifle de aire recae sobre su sistema de muelle o pistón “Powr-Lok”. La principal virtud de esta tecnología es que las medidas del resorte encajan de forma exacta y perfecta con la recámara de compresión del muelle, lo que ayuda a que se reduzcan a la mínima expresión las temidas vibraciones y movimientos bruscos que tanto afectan a las miras telescópicas. Además, esta menor vibración también incide en que el arma sea más precisa, algo que hemos podido comprobar personalmente con el modelo de calibre 5.5mm analizado.
BlackRecon.com, importadora y distribuidora oficial de las armas Webley en nuestro país. En su web podemos conseguir las versiones en calibre 4.5 y 5.5mm por 279,95 euros, mientras que por sólo 10 euros más se encuentra a la venta el modelo más potente de la gama en calibre 6.35mm.