El concepto de rifle desmontable, o take down en su versión anglófona, es un concepto centenario. Su nacimiento está ligado a las primeras aventuras africanistas en las que el gran cazador blanco acudía al continente negro en busca de los animales más peligrosos del planeta. Para reducir su tamaño durante los viajes a África y soportar mejor los calurosos paseos por la extensa sabana, las grandes firmas armamentísticas de la época desarrollaron un modelo de rifle desmontable en dos partes: una en la que sólo se quedaba el cañón y el guardamanos (además del visor si lo llevaba incorporado), y una segunda con todo el conjunto de la acción y la culata. Surgían así los primeros rifles take down, armas de leyenda que pronto acapararon la atención de los grandes cazadores del momento.
El prestigioso fabricante británico Holland & Holland tiene el honor de ser una de las primeras que marcas en acuñar los términos “take down” para describir un modelo de rifle de cerrojo fácilmente desmontable. Aquellos primeros rifles take down tenían como principal razón de ser la reducción de su tamaño, y por consiguiente, la ocupación de menos espacio a la hora de guardar el arma en su funda o maleta. Esto hacía que el rifle, desmontado y guardado correctamente en su maleta, apenas llamara la atención ni despertara el interés de los curiosos cuando el cazador lo portaba hacia su aventura africana.
Al mismo tiempo, y mientras en el Viejo Continente europeo la ya citada Holland & Holland y otras marcas de gran fama internacional como las alemanas Merkel y Mauser seguían lanzando al mercado nuevos modelos take down, en Estados Unidos el eco producido por este tipo de rifles empezaba a dejarse oír con fuerza. Tanto es así que las grandes firmas norteamericanas del momento como Winchester, Savage o Marlin, no dejaron pasar la oportunidad y emprendieron la producción de diversos modelos de rifles take down. Llama la atención, por ejemplo, la versión desmontable del “palanquero” Marlin 1893, más que nada porque hasta entonces prácticamente todos los rifles separables tenían al cerrojo como principal sistema de acción.
La época de oro de los rifles take down podríamos decir que se prolongó durante más de dos décadas, concretamente entre 1950 y 1970, época de mayor auge de la caza africana. A partir de entonces, la popularidad y la aceptación de este tipo de armas fue decayendo en favor de otros modelos más nuevos y con mejores prestaciones cinegéticas que los take down conocidos hasta la fecha. Sin embargo, el cambio de siglo trajo consigo el resurgimiento de los rifles desmontables, los cuales empezaron a volver a ponerse de moda tanto entre su público más tradicional -los cazadores de safari o con facilidad para viajar y cazar en cualquier rincón del mundo-, como entre un nuevo sector atraído por las ventajas de este tipo de armas: los tiradores de elite.
Entre las fuerzas del orden
La eficacia y el excelente rendimiento que los rifles take down han demostrado en el terreno cinegético ha propiciado que en los últimos años el uso de estas armas se haya ido extendiendo hacia otros ámbitos. Es el caso de las fuerzas del orden. Hoy en día no resulta nada extraño ver a tiradores de elite de distintas unidades especiales armados con un espectacular rifle take down. Estos modelos permiten al tirador selecto disfrutar de todas las ventajas de un rifle desmontable: cómodo transporte, sencilla ocultación y rápido montaje.
Algunas compañías como las estadounidenses Arms Tech Ltd o la más popular EDM Arms, fabricante esta última del legendario Windrunner M96 .50, han sido capaces de desarrollar rifles de gran potencia y con un desmontado fácil y muy rápido. Concretamente, por lo potente de su calibre (.50BMG), el modelo “Tactical Takedown” de EDM Arms es un rifle anti-material que puede dividirse en pocas piezas, que caben en un pequeño maletín, y que puede transportarse con suma comodidad. Es decir, que el tirador puede llegar a su “lugar de trabajo” con su maleta, montar el arma sin necesidad de ninguna herramienta, apuntar y disparar sobre el blanco. Después, sólo tiene que desmontar el arma, guardarla de nuevo en el maletín y abandonar su puesto de tiro. Por su parte, el producto estrella de la empresa Arms Tech es sin duda el rifle TTR-50 (Tactical Takedown Rifle). En menos de un minuto, según asegura el propio fabricante, el rifle queda completamente montado y listo para ser disparado contra su objetivo. Otro modelo take down que también produce Arms Tech es el TTR-700, un rifle de cerrojo con un calibre mucho menos potente que el TTR-50 (7,62x51mm frente al .50BMG, respectivamente) y cuya particularidad es que puede despiezarse hasta el punto de guardarse en una pequeña funda para ordenadores portátiles.
Modelos actuales
Aunque como acabamos de ver, el uso de los rifles take down también puede extrapolarse a ámbitos más tácticos o militares, la verdadera esencia de estos legendarios rifles siguen siendo los viajes de caza. Para este perfil de cazador que necesita un arma de transporte ligero, los más afamados fabricantes de la actualidad producen rifles take down de primera calidad. Es el caso por ejemplo del Mannlicher Luxus, un rifle de alta gama fácilmente desmontable, del Sauer S202, o de los excelentes modelos “Traveler” confeccionados por la estadounidense Dakota Arms. Todos estos rifles comparten además la importante ventaja de poder adaptarse a varios tipos de calibres. Así, con un simple cambio del cañón, el cerrojo y el cargador, el Sauer S202 Take Down puede alimentarse por ejemplo con cartuchos del .270 Win, del .300 Win Mag, del .375H&H Mag, e incluso del .416 Rem Mag. Esta opción multicalibre permite a sus propietarios desplazarse a una cacería con una única arma y poder abatir con distintos calibres las piezas deseadas.
Respecto a la citada saga de rifles Traveler diseñados por Dakota Arms, apuntar que actualmente hay tres versiones disponibles de este precioso modelo 76. Los precios de este trío de rifles take down van desde los 6.095 dólares de la versión Classic hasta los casi 9.500 dólares del modelo Africano. Como su propio nombre indica, el Traveler de Dakota Arms ha sido creado pensando en el cazador que se recorre medio mundo para abatir a su presa. Como cualquier modelo clásico de rifle desmontable, el Traveler se divide en dos partes: la de la acción de cerrojo y la culata; y la del cañón y el guardamanos. El fabricante estadounidense también ofrece la posibilidad de incluir en la misma maleta de transporte un segundo cañón de otro calibre para así combinar dos armas en una.
Otro de los que últimamente se han unido a esta moda de fabricación de rifles take down es la firma H-S Precision, especializada en modelos de cerrojo. Dentro de su gama de rifles desmontables encontramos 3 modelos de distinta categoría, con unos precios que van desde los 4.500 dólares de las versiones más básicas (PTD y VTD) hasta los 5.000 dólares del modelo táctico TTD. El sistema que H-S Precision emplea para el desmontado de sus rifles take down es el mismo que durante varios años usó la casa Winchester para su M70 Custom Shop. Por otro lado, y como ya desde hace años viene siendo habitual en el mercado estadounidense, algunos maestros armeros como Randy Selby, propietario de la empresa Randy’s Custom Rifles, se han especializado en la fabricación de rifles take down. Estos trabajos personalizados se realizan bajo petición expresa del cliente, quien por lo general busca en este concepto de rifle desmontable un arma polivalente que le permita dar caza a diversas especies animales.
¿Y qué pasa con el visor?
Una de las dudas que surgen con más frecuencia cuando un tirador se plantea la compra de un rifle take down tiene que ver con el visor. ¿Se descentra el punto de mira con el montaje y desmontaje del rifle?, es lo que muchos se preguntan. La mayoría de modelos take down que actualmente están a la venta en el mercado armamentístico llevan el visor montado sobre el conjunto del sistema de acción y la culata, por lo que la mira óptica no sufre ningún tipo de desajuste. Además, esto permite un rápido intercambio de cañones de distinto calibre, algo que no podría realizarse si el visor fuera montado sobre el conjunto del cañón y guardamanos.