Analizamos en este artículo la versión civil del sistema de francotirador militar del ejército norteamericano M24 SWS. Es lo más próximo al rifle M24 que un civil NO norteamericano puede comprar de estricta serie en el catálogo de Remington, ya que posee el mismo cañón.
Es cierto que periódicamente aparecen el catálogo de la división de defensa, del más antiguo fabricante de armas estadounidense, series especiales de auténticos rifles militares reacondicionados, como el M24-R (Rebuild). Además de ser pocas unidades existe un riguroso orden de selección de los compradores particulares, donde por ejemplo los militares en activo en unidades de francotirador tienen la máxima preferencia, seguidos de personal militar en activo y finalmente militares retirados con honor o con más de 10 años de servicios prestados. Solo en algunas ocasiones puntuales, policías en servicio tienen la oportunidad de ser aceptados como clientes de este producto concreto.
Otra opción para los interesados en poseer un arma mítica como es el M24 SWS es que partiendo de esta versión que analizamos, que sin duda posee el elemento más crítico del conjunto, la complementen con los accesorios de terceros que usa el rifle militar. En cualquier caso y desde mi punto de vista, como más adelante veremos en el apartado de prueba, el rifle es lo suficiente bueno como para dejarlo tal y como sale de la caja.
Antecedentes históricos del M24 SWS
La adopción de un rifle de francotirador en el seno del US Army y de los Marines discurre por caminos paralelos desde la guerra de Vietnam. Mientras que los Marines vieron rápidamente la necesidad de adoptar un rifle de francotirador de cerrojo en el año 1966, concretamente un Remington 700 que posteriormente evolucionaría al denominado M40, el US Army tardaría 22 años más en hacerlo ya que decidió evolucionar sus M-14 a partir de aquel conflicto bélico.
El M-14 fue diseñado inicialmente pensando en la guerra fría y en un conflicto teniendo como escenario Europa. Este rifle se mostró inadecuado para la guerra de Vietnam, ya que resultaba especialmente pesado sobre todo para la escasa envergadura de los soldados aliados de Vietnam del Sur. Por lo que fue sustituido por el M-16 acompañado del cartucho 5,56x45 mm. que además de ligereza y menor longitud en el arma, permitía a las tropas de infantería portar mayor cantidad de munición. Para las tropas estadounidenses asentadas en Europa permaneció de dotación, mientras el cartucho 7,62x51 siguió como standard para la OTAN. Aunque sería en los 70s cuando estas tropas también recibirían el M-16.
Transformación del M-14 en M21
M14 con visor Leatherwood
El Army Weapons Command se percató inmediatamente que los M-16 con un visor no servían como rifles de francotirador. Por una parte su alcance era reducido y por otra una munición con proyectiles tan ligeros se veían afectados por la densa vegetación de la jungla, que hacía que estos se desviasen. Por lo que este organismo encargado de proveer al ejército estadounidense recuperó al M-14 como rifle de francotirador añadiéndole diferentes mejoras. Se soldó el cilindro de gas para evitar que se desenroscase, los cañones fueron sustituidos por otros pesados de grado match, se pulieron todos los mecanismos internos incluido el grupo del disparador y se inyectó resina en las culatas de madera para que aguantasen las condiciones de humedad extrema de la jungla.
En cuanto a la óptica, le añadieron una montura y empezaron utilizando el mismo visor que utilizaban los marines, que fue al poco tiempo modificado con un sistema de “árbol de levas” desarrollado por el Teniente James Latherwood que ajustaba la elevación de acuerdo al incremento de aumentos. Estos visores adoptados oficialmente en 1968 recibieron el nombre de Auto Ranging Telescope (ART). Había nacido el sistema de francotirador XM21 oficialmente adoptado por el ejército en 1972.
Fue un arma probada en combate con una aceptable precisión hasta mil yardas que además permitía repetir el tiro rápidamente. Prueba de ello fueron varios episodios significativos de bajas al Vietcong a grandes distancias, como el protagonizado por el francotirador Adelbert Waldron, que fue capaz de abatir un soldado norvietnamita en una balsa en movimiento a una distancia de 891 m. De hecho varias pruebas realizadas por el ejército en 1976 demostraron que tenía una razonable precisión (estamos hablando de un rifle militar en los 70s) de DOS sub-MOAs para 10 disparos a 100 m. Por otra parte los informes recogidos en el campo de batalla, mostraban la preferencia de los francotiradores del ejército en tener un rifle semiautomático con un cargador de 20 cartuchos frente a uno de cerrojo.
Así las cosas el rifle permaneció en servicio, con algunas críticas por parte del Airbone Division con respecto a su alcance y su fragilidad en el tipo de operaciones que ellos realizaban. Hasta que en marzo 1985 se realiza una profunda reevaluación del rifle que incluyó pruebas de campo, análisis de costos de mantenimiento y una encuesta a las unidades del ejército que lo usaban para ver si los requerimientos de estas permanecían o habían cambiado. Esta demostró que las demandas de los francotiradores eran principalmente de mayor precisión y que por tanto requerían un rifle de cerrojo. Siendo Remington el mayor proveedor de este tipo de armas al cuerpo de marines, con el M40, el ejército norteamericano se dirigió a ellos para obtener una solución similar. Sería en 1988 cuando el US Army adoptaría oficialmente el M24 SWS como rifle de francotirador.
Finalmente, como dato de interés, decir que el M-14 nunca se ha retirado completamente de los escenarios de batalla. Reapareció desde los almacenes donde permanecía olvidado, a raíz de la guerra contra el terrorismo yihadista. No como rifle estrictamente de francotirador, sino como un rifle semiautomático para “tiradores designados o selectos” (Designated Marksman Rifle). Este renacimiento tuvo mucho que ver con las grandes distancias de tiro con las que se enfrentan las tropas en Afghanistan y el requerimiento de letalidad a esas distancias. Miles de ellos fueron enviados a Iraq y Afghanistan, aunque se está buscando un sustituto para ellos con unas especificaciones que superan sus actuales prestaciones.
La génesis del M24 SWS
Remington M24 SWS
Una vez tomada la decisión de adoptar un rifle de cerrojo, Remington organizó un grupo de trabajo, para resolver las especificaciones militares que llevarían al nuevo sistema de francotirador. El equipo segmentó el trabajo en siete apartados: cañón, acción, culata, visor, sistema de transporte para el conjunto, miras de backup y munición. El resultado fue un Remington 700 de acción larga ya que el US Army pensó con buen criterio económico que pudiese ser necesario reconvertirlos a 300 Win. Mag. o .338 Lapua Mag. Además se seleccionó una culata con base de kevlar con una cantonera ajustable y que fuese ambidiestra para evitar ejercicios gimnásticos a los tiradores zurdos. También cumplía el requisito de ser antideslizante, antirreflejos, y tener una cama de aluminio que ajustase perfectamente la acción y dejase el cañón flotado.
Con respecto a este último señalar que los cañones de acero inoxidable fueron suministrados inicialmente por un pequeño proveedor, Rock River Company de Wisconsin, aunque fue Remington quien tomó control de la producción desde el principio. La razón es que estos debían cumplir un requisito peculiar con respecto a su estriado, este debía ser de cinco estrías y por tanto asimétrico. Este estriado es una herencia rusa de los AK-47, de hecho la “R”, que es parte de la denominación de este rifle, corresponde a la reducción de la palabra “Russian”.
M-14 sigue prestando servicio de áreas de conflicto.
El grupo del disparador seleccionado fue el mismo que el empleado en el rifle de los marines, el M40. Al igual que el cargador de cinco cartuchos. Con respecto al sistema de puntería, el equipo de desarrollo de Remington se percató que el antiguo visor de 3-9x se usaba permanentemente en la máxima magnificación y pensando que el sistema podría tener que usarse con calibres con mayor alcance que el .308 Win. se decidieron por un visor de 10 aumentos fijos. Además este visor Leupold-Stevens incorporó algunas características que por aquel entonces eran especialmente innovadoras. El uso del nitrógeno para evitar el empañamiento, ocular separado y lo más importante una nueva y revolucionaria retícula denominada MIL-DOT, que permitía de forma precisa y fácil el cálculo de distancias. Adicionalmente a esto las torretas eran de rápido manejo, permitiendo con una sola vuelta un ajuste de caída de 100 a 1000 yardas. Por último con respecto a este apartado, el sistema de montura era del tipo rápido.
El primer prototipo para evaluación apareció el 13 de octubre de 1987, recibiendo la denominación Sniper Weapons System (SWS). Le siguieron otras 100 unidades que fueron probadas de forma exhaustiva, superando con creces entre otras las exigentes pruebas de precisión. Hasta que en julio de 1988 el US Army aprobó el prototipo recibiendo definitivamente el nombre que hoy en día tiene el M24 SWS. Sin duda un tiempo record para lo que es habitual en el proceso de adopción de un nuevo arma.
Aunque el último pedido importante del US Army de M24 SWS a Remington fue en febrero del 2010 y en 2007 se introdujo el rifle semiautomático de francotirador XM110, en la actualidad el M24 SWS sigue prestando servicio en escenarios de conflicto.
Podemos apreciar las dos pulgadas de diferencia entre ambos modelos
La versión civil Remington 700 Milspec 5R
Esta versión limitada del Remington 700 comenzó aparecer a principio de la década del 2000 y de inmediato atrajo el interés de la comunidad de tiradores. La posibilidad de tener un rifle con la reputada precisión del M24 SWS, a una tercera parte del precio que vale el original, supone para muchos un importante aliciente para su adquisición. Como versión limitada que es, está disponible a temporadas y en unidades limitadas, por lo que quien tenga idea de adquirirlo que aproveche cuando haya unidades, porque a veces pasan muchos meses sin stock.
El cañón
La estampa con el cañón de acero inoxidable es espectacular.
Sin duda es la parte más importante del conjunto y que es el elemento diferencial del resto de modelos del catálogo de la serie 700. Como en todos los productos de calidad y que destacan en el mercado hay varias leyendas urbanas al respecto del origen de estos cañones y las razones de su fabricación. La más recurrente es que son los cañones que no pasan todos los parámetros de calidad de la línea de producción destinada al M24 SWS. Esto es sencillamente absurdo, más aún cuando veamos los resultados de la sección de pruebas.
El cañón tiene una longitud de 24” (61cm), dos pulgadas menos de lo que suele ser habitual en Remington para este tipo de rifles. Por otra parte su contorno se ha reducido de la especificación militar (Milspec) adaptándolo al perfil de cañón pesado de la serie 700. Como sabemos una menor longitud no supone una menor precisión, al contrario, puede incrementarla comparándolo con un cañón de iguales características, dependiendo del efecto de los armónicos. Ya que un cañón grueso y más corto tiene menor “latigazo” cuando se dispara debido a que tiene mayor rigidez, logrando por tanto una mayor precisión. Otro factor importante en la rigidez del cañón es la solidez con la que esté sujeto a la acción. Todo esto no quiere decir que los cañones más finos no puedan ser precisos, sino que son más dependientes de que encontremos la munición adecuada que acompañe a la vibración del mismo, para que el proyectil abandone la boca del cañón antes de alcanzar la oscilación máxima. Lo que sí es obvio, es que una menor longitud de cañón penaliza ligeramente el alcance, ya que se generan menos de gases de empuje al proyectil.
Uno de los aspectos más llamativos del cañón, sino el que más, es el estriado asimétrico de cinco estrías frente a las habituales cuatro. Como ya comentamos en un reciente artículo, esta característica que encarece la fabricación del cañón presenta algunas ventajas, que aunque no determinantes, son un plus para la precisión del mismo. Al enfrentar crestas con valles en el ánima del cañón la presión sobre el cuerpo del proyectil es menor, esta circunstancia propicia que se produzca un menor rozamiento y en consecuencia una menor generación de calor. Esta característica también tiene otro importante aspecto positivo, el desgaste del cañón es menor, por lo que tendrá una mayor longevidad guardando más tiempo su precisión. Además la integridad de la bala es mayor. Con esto queremos decir que se produce una menor deformación sobre la misma (un proyectil excesivamente deformado puede hacer que tenga un vuelo errático). Finalmente en esta enumeración de ventajas no podemos olvidar la facilidad de limpieza, ya que al estar las paredes de las crestas en ángulo obtuso es más fácil arrastrar los residuos, frente a un ángulo de 90° que es la que tienen los estriados tradicionales.
En cuanto a su composición es de acero inoxidable, que es un material que es fácil de procesar para alcanzar una excelente precisión, una buena resistencia a la corrosión, a la abrasión y al calor. El acabado del cañón es satinado en acero inoxidable, lo que lo hace fácilmente distinguible del resto de la familia 700, a diferencia el M24 original que tiene un acabado negro mate por recubrimiento electrostático (powder coating), ya que el habitual proceso de parkerización no es posible en este tipo de material. Con respecto a la producción decir que en la actualidad están fabricados por Remington bajo licencia Rock Creek Barrels, responsable este último del diseño del tipo de estriado 5R.
La acción
Es una acción normal de la serie 700 pero en acero inoxidable para dar continuidad estética al cañón. Además es una acción corta tratándose de un calibre .308 Win., a diferencia del M24, que como explicamos se solicitó en acción larga en previsión de reutilización para otros calibres. Las características son las ya conocidas del Remington 700: suave, fácil de operar y con la afamada solidez que le proporcionan los tres anillos de seguridad que envuelven la cabeza de la vaina del cartucho.
Disparador
Disparadores Remington, el 40X del Police y el X-Mark-Pro de Milspec 5R
Los disparadores de Remington 700 han sido siempre una referencia. El antiguo es el 40X, es ligero, rompe muy limpiamente y lo que más me gustaba, que se puede configurar totalmente por parte de usuario. Sin duda durante décadas ha sido el disparador mejor valorado dentro del mercado de los rifles norteamericanos. Pero debido precisamente a esta capacidad de personalización, los abogados de la compañía, temiendo demandas por la negligencia en su configuración, insistieron en que saliese de fábrica parametrizado con un relativo elevado peso y con un sistema de desenganche del fiador sólido. Es a partir de ese momento cuando los tornillos que permitían su manipulación empezaron a salir sellados con un pegamento, salvo el de regulación del peso, situado por delante del botón del seguro de extracción del cerrojo. Aunque bien es cierto que raspando este sellador era posible volver a ajustar al gusto del usuario el disparador.
Así las cosas, Remington introdujo en el 2007 una versión evolucionada del disparador anterior, que hoy en día lleva el rifle que analizamos, el llamado X-Mark Pro. A diferencia del anterior sólo admite ajuste en cuanto al peso. En la unidad probada, el peso del mismo eran unos excesivos 2,5 kg, de acuerdo a la lectura de nuestro habitual medidor Lyman, peso que rebajamos fácilmente hasta los 1,9 kg. para nuestras pruebas de precisión. El peso se regula mediante un tornillo torx en el propio gatillo, aproximadamente cada vuelta es una libra de ajuste. Si separamos la culata de la acción, observaremos que en el grupo de disparador existe un segundo tornillo impregnado de sellador. Rascando el “goop” que lo impregna, es posible usarlo conjuntamente con el que está a la vista en el gatillo, para lograr un ajuste más fino. Aunque como dice el fabricante, recomiendo que este tipo de intervención sea realizada por un profesional de la armería. Finalmente decir que el recorrido es ultracorto y no se perciben arrastres de tipo alguno. Solo una pequeña crítica con respecto al gatillo, se echa en falta el estriado en su cara cóncava como el de la versión police. El hecho de que sea liso ofrece menos seguridad en su interacción con la yema del dedo, especialmente con las manos mojadas o sudadas, como fue el día de la prueba bajo un sol de justicia.
La culata
El patrón mapeado tiene una función antideslizante.
La culata de H-S Precision es solo ligeramente diferente a la de la versión del Police y algunas versiones varmint sintéticas. Es de fibra de vidrio y Kevlar DU Pont, reforzada con cuna de aluminio que recorre casi todo el cajón, esto aporta la necesaria rigidez y estabilidad al conjunto. Esta similitud es sin duda algo positivo, puesto que la culata del Police está bien valorada por la comunidad de tiradores. Lo primero que llama la atención es el mapeado exterior en relieve con pintura verde sobre la culata negra sintética, otra seña de identidad propia de esta versión. Este más allá de la función estética proporciona un agarre mejorado de la culata, al tener una función anti-deslizante.
Otro aspecto diferenciador es su forma abultada en la zona del guardamanos, vista desde debajo se nota claramente la diferencia. Tengo que decir que desde mi punto de vista proporciona un agarre más cómodo, estando acostumbrado a la versión pólice. Siguiendo con las comparaciones y puestos uno al lado del otro, podremos observar también como la culata es más corta. Entiendo que es una cuestión estética debido a la menor longitud del cañón y puede ser que también proporcione una pequeña reducción del peso. Por lo demás el agarre del pistolete es el mismo que el resto de la serie 700, así como la fina cantonera de goma en el extremo de la culata.
La prueba
La evaluación la realizamos sobre una distancia de 200 m. en las magníficas instalaciones del Club Ensidesa Gijón habitual campo de pruebas de los rifles que analizamos. La posición de tiro fue tipo Bench Rest empleando un banco de tiro Caldwell Lead Sled DFT. El visor empleado fue un Bushnell Elite Tactical ERS 3,5-21x50 con retícula G2 en primer plano focal. Las anillas usadas fueron unas WARNE MSR TAC. La munición la que habitualmente empleamos con los rifles de precisión en .308, la Remington Premier Match de 168 gr.
Las condiciones ambientales fueron buenas ya que el día se presentó con más nubes que claros y evitamos bastante las habituales reverberaciones de calor que emanan del suelo. La temperatura estuvo sobre los 23° con ráfagas de viento intermitentes de poca entidad.
Los resultados de la prueba fueron los esperados con todas las dianas de cinco disparos a 100 y 200 m por debajo de los 0,85 MOAs, con una mejor diana de 0,66 MOAs a 200 m. Es obvio que estos resultados son mejorables con algo de rodaje del cañón y con la recarga adecuada, por el tipo de paso de estría, un poco más de longitud –peso en el proyectil (175 gr) ofrecerá mejores resultados, como muchos usuarios estadounidenses atestiguan en foros de EEUU. Tengo que decir que posiblemente lo que más me llamó la atención en la fase de pruebas, fue la poca temperatura que alcanzó el cañón. Es obvio que tanto el acero inoxidable, como el estriado asimétrico 5R tienen mucho que ver en ello.
RESUMEN
Su estética ya era toda una declaración de intenciones de lo que parecía podíamos esperar de él, como después nos confirmó en la sesión de pruebas. Es un rifle que me atrevo a calificar como una mini-evolución del propio Police, del que hereda todo lo bueno que ha hecho mítica a la serie 700 de Remington, pero con un cañón con unas características mejoradas.
Agradecimiento
Agradecemos a BORCHERS, distribuidor exclusivo REMINGTON, BUSHNELL y WARNE para España, la cesión del material necesario para la elaboración de este artículo.