Las escopetas de lujo siempre han despertado el interés de los grandes aficionados a la caza. Su diseño personalizado, sus grabados exclusivos y la calidad de sus materiales encarecen notablemente el coste de estos productos. Unas armas con prestigio y tradición tanto en Reino Unido como en España.
Holland & Holland, Purdey o Boss son los nombres de las firmas armamentísticas más importantes de Gran Bretaña. Sus homónimos en España podrían ser Arrieta, Aya, Pedro Arrizabalaga, Grulla y Kemen. Todas estas marcas destacan por fabricar las mejores escopetas del mercado, al menos, las más lujosas y caras. Ahora bien, ¿qué país se lleva el trozo más grande del suculento pastel que representa la venta de este tipo de armas?, ¿Gran Bretaña o España?
Grabado con motivos de animales en una escopeta Purdey.
Si el criterio utilizado para comparar a los productores de ambas naciones es la tradición y los años en el mercado, las firmas británicas parten con una ventaja considerable. En este sentido, los orígenes de la fábrica armamentística James Purdey & Sons, una de las más prestigiosas del planeta, se remontan al año 1814. Casi dos siglos después de su nacimiento, Purdey, denominación abreviada con la que se conoce popularmente a la marca londinense, ha cosechado una enorme fama dentro del sector armamentístico gracias sobre todo a la producción de lujosas escopetas y de rifles dobles Express. En la misma línea que Purdey se encuentra Holland & Holland, una exclusiva marca perteneciente al Grupo Chanel que está considerada como la “Rolls-Royce de las armas". Dentro de su amplio catálogo de armas a medida, sobresale la colección “Royal", un conjunto de rifles y escopetas de lujo sólo apto para los bolsillos más pudientes. Y como muestra un botón: el rifle doble Royal “De Luxe" calibre .700 H&H está disponible a partir de 200.000 euros, una cantidad superior al precio de un Ferrari y al coste de muchas viviendas.
Escopeta paralela de Grulla.
Las escopetas españolas, por el contrario, no gozan a sus espaldas de tanta tradición ni tienen un precio tan elevado. Sin embargo, han sabido adaptarse a las condiciones del mercado y han conseguido hacerse un importante hueco dentro del competido sector de las armas de lujo. ¿Cómo? Pues básicamente, ofreciendo la misma calidad que las escopetas británicas, copiando sus diseños, y vendiéndolos a un precio sensiblemente inferior. De hecho, por norma general, la escopeta más cara “Made in Spain" difícilmente supera los 30.000 euros. Todo lo contrario que las escopetas británicas, cuyo coste puede multiplicarse hasta por ocho en relación con el precio de las armas españolas.
Esta considerable diferencia de precio ha propiciado que en los últimos años se hayan disparado las ventas de escopetas de lujo españolas en todo el mundo. Además, junto al motivo puramente económico, los defensores de estas armas aseguran que las escopetas españolas ofrecen mayor calidad y resistencia que las armas británicas. En este sentido, los materiales empleados por las firmas vascas, ubicadas mayoritariamente en las cercanías de Eibar (cuna de la tradición armamentística española), son más resistentes que los utilizados por las marcas inglesas, lo que aumenta la fiabilidad y la dureza de estas escopetas. El resto de elementos son prácticamente los mismos, incluidos los exclusivos grabados. Precisamente, este es el componente que más encarece un arma de este tipo: el grabado a mano. Algunos clientes incluso los requieren totalmente personalizados, como en el caso de Ernesto de Hannover, quien encargó un par de escopetas a Grulla con el grabado de una mujer desnuda rodeada de animales salvajes. Y es que sobre gustos…
Grabado sobre las pletinas.
Un arma propia
El hecho de poder diferenciar y particularizar tu propia arma es, precisamente, el principal atractivo de los afortunados clientes que pueden aspirar a una de estas escopetas de lujo. Y es que un arma hecha a medida es totalmente exclusiva. De hecho, el proceso de producción es similar al de la confección de un traje a medida. El armero toma las medidas del cliente (de sus brazos, su cuello, sus dedos…) y le fabrica una escopeta que se adapta perfectamente a su ergonomía. De esta forma, el tirador disfruta de un arma que se adapta perfectamente a sus características morfológicas, lo que permite mejorar la efectividad de sus disparos.
Por piezas, unas de las que más mimos y cuidados requieren son los cañones. Acabados en acero de primera calidad, deben sobresalir por su resistencia y protección ante cualquier tipo de corrosión. Para evitar esta incidencia, los fabricantes de armas cubren el interior de los cañones con cromo de gran dureza. Junto con los cañones, los armeros ponen especial cura en el diseño de la culata, también conocida popularmente con el sobrenombre de “el mueble". En las escopetas de lujo, la culata se diseña a la medida de cada tirador y se confecciona con madera de raíz de nogal altamente veteada.
El período medio de fabricación de una de estas escopetas de lujo es de unos 15 meses. Este hecho provoca que el plazo de entrega de estas armas pueda prolongarse durante más de un año y medio. Sin embargo, esta larga espera no supone ningún tipo de inconveniente para los amantes de estas piezas únicas, quienes están dispuestos a esperar y a pagar lo que haga falta por vestir sus armeros con una de estas escopetas personalizadas.
Escopeta Arrieta 600 Imperial.
Algunos de los clientes que han pasado por este proceso de espera corresponden a nombres auténticamente ilustres, como por ejemplo el Rey Don Juan Carlos. El monarca español, siguiendo la tradición de su abuelo Alfonso XIII, es un gran aficionado a la caza con escopeta. Entre su espléndida colección armamentística figuran ejemplares tan valiosos como la Arrieta 600 Imperial, una escopeta fabricada en exclusiva para el monarca Alfonso XIII, o una Kemen Suprema superpuesta cuyo precio ronda los 30.000 euros. Otros miembros de la Familia Real, como Jaime de Marichalar o la Infanta Elena, también son grandes aficionada a este tipo de escopetas de lujo. Lo mismo que otros personajes destacados a nivel internacional como George Bush (padre), el Sultán de Brunei, o los Príncipes de Dinamarca.
En definitiva, tanto las escopetas británicas como las españolas se presentan como armas de auténtico lujo sólo al alcance de unos pocos privilegiados. En su elección, algunos se decantarán por la tradición y el prestigio que va ligado a las casas inglesas, mientras que otros preferirán la opción española, con escopetas más económicas aunque con niveles de calidad muy similares. Quien pueda, que elija