Un tirador de larga distancia debe superar todo tipo de retos para alcanzar la perfección. El primero de ellos es conseguir que sus disparos queden agrupados en un blanco ubicado nada más y nada menos que a 300 metros de su puesto de tiro.
Pero, por si esto fuera poco, hay ocasiones en las que además de la exigencia de la propia disciplina, el deportista también tiene que superar otros importantes condicionantes. Este pasado fin de semana se celebró la segunda edición de la tirada de Casas de Uceda (Guadalajara), conocida popularmente como “Uceda 300”, en la que más de un centenar de tiradores tuvieron que enfrentarse a un nuevo reto: el sofocante calor que reinó durante toda la jornada del sábado en las instalaciones militares donde por segundo año tuvo lugar la competición. Las altas temperaturas, que rozaron a ciertas horas del día los 40º C, dificultaron enormemente una prueba que cada día despierta más interés entre los aficionados al tiro deportivo.
Como decimos, la prueba celebrada este sábado 13 de junio en Casas de Uceda está enmarcada en la creciente demanda por parte de los tiradores hacia las competiciones de tiro con rifle y mira telescópica a larga distancia. En concreto, en apenas un año, se han celebrado en España varias tiradas de esta modalidad, contando siempre con el apoyo y la colaboración de las instituciones militares. Y curiosamente, en cada una de las últimas pruebas los tiradores han tenido que enfrentarse a distintas dificultades climatológicas. En la primera de ellas, la edición de 2008 de Casas de Uceda, el “enemigo” de los tiradores fue la lluvia. En la celebrada el pasado mes de marzo en Almería fue el viento el encargado de poner al límite la pericia de los tiradores. Y ahora, en esta segunda edición de Casas de Uceda el protagonismo atmosférico ha recaído sobre el fuerte calor, culpable de una excesiva reverberación sobre los visores y que hizo que fuera prácticamente imposible divisar la diana con claridad.
Organización perfecta
Tras la buena acogida que tuvo la primera edición de la tirada de Casas de Uceda, y el éxito obtenido por la competición de Almería (excelente la gestión del club ACTOA y del campo de tiro de la Legión), el listón para los organizadores de esta segunda edición de Uceda 300 estaba realmente alto. Para el viernes 12 de junio, los organizadores, con el Club de Tiro Quijote a la cabeza y secundados por la Federación Madrileña de Tiro Olímpico (FMTO) y la base militar de la Brigada Paracaidista (BRIPAC), planificaron una jornada de entrenamiento para que los tiradores pudieran poner a punto su rifle. Así, la tarde del viernes sirvió para comprobar lo bien preparados que acudían a la cita la mayoría de tiradores, ataviados con sus mejores armas, sus sofisticados visores y su munición debidamente recargada.
La competición arrancó a las 08.00h del sábado 13 de junio. A diferencia del año pasado y de la prueba de Almería, en esta ocasión la competición quedó dividida en 2 categorías: FT-R o modalidad estándar, y Open (armas modificadas). Los más de 100 tiradores quedaron divididos en 4 tandas de tiro, con unos 25 tiradores por cada tanda. Antes de comenzar su prueba los participantes disponían de 10 minutos para preparar todo el material, 15 minutos para realizar disparos de prueba, y posteriormente 30 minutos para disparar sobre 2 blancos, colocados uno sobre otro. Sobre cada blanco había que efectuar 15 disparos, de tal forma que la máxima puntuación posible que se podía conseguir era 300 puntos (sumando los resultados de las dos dianas).
Desarrollo y resultados de la competición
Tal y como ya hemos apuntado, las altas temperaturas condicionaron en gran parte el desarrollo de la prueba. Y es que no es lo mismo disparar a las 08.00h con una temperatura agradable, que hacerlo a las 13.00h con un sol abrasador distorsionando la visión de la diana. Tanto es así que los tiradores que por mala suerte en el sorteo tuvieron que disparar en la cuarta tanda, prácticamente tuvieron que intuir sus disparos sobre unos blancos que parecían estar “bailando la Macarena”. En cualquier caso, como hemos dicho al principio de este reportaje, un tirador debe superar todos los retos que se le pongan por delante, y la reverberación provocada por el excesivo calor es sin duda uno de ellos. Así, quienes mejor se adaptaron a la situación fueron los que finalmente se alzaron con la victoria. Mención aparte merece el tirador valenciano Miguel Ángel Calvete, vencedor por segundo año consecutivo en Casas de Uceda con un resultado de 290 puntos. Esta cifra le sirvió al también propietario de la armería Calvete para adjudicarse el galardón de la mejor puntuación del campeonato, por delante incluso de los rifles Open.
En cuanto a las armas ganadoras, los primeros puestos los ocuparon los rifles Remington y los Sako. Concretamente, el modelo 40-XB Tactical de Remington en calibre .308Win usado por Miguel Ángel Calvete fue el ganador de la prueba en la categoría F-T/R. El segundo puesto lo ocupó el Sako TRG de Jorge Boix Pérez y la tercera plaza del podio fue de nuevo para un Remington 40-XB Tactical, esta vez en manos de José María Mitjana. En la otra categoría, en la de Open, la victoria correspondió al Sako TRG de Justo Javier Rey, en segundo lugar quedó Sergio Masip con su Remington 700 Custom, y cerró los puestos de honor el Sako TRG de Ángel Peñalver. Como puede verse, entre la estadounidense Remington y la finlandesa Sako se repartieron los trofeos en esta segunda edición de Uceda 300.
En la competición por equipos, la victoria en la modalidad F-T/R fue para el combinado de la ANR FClass. El equipo ADFT 1 se adjudicó el segundo puesto, mientras que la tercera plaza fue para los tiradores del ANAPF Class 1. Por su parte, en la categoría de Open el triunfo fue para el equipo ANAPF Class 2, mientras que los equipos de Quijote 1 y Quijote 2 fueron segundos y terceros, respectivamente.
Anécdotas y otras observaciones
Como suelen decir los grandes tiradores, en todas las tiradas se aprende algo. Y nosotros también lo hemos hecho, aunque algunas de las cosas que hemos aprendido sean un tanto triviales. Por ejemplo, ya sabemos que dejar los cartuchos a pleno sol no es una buena idea. Si lo hacemos, no sólo nos quemaremos los dedos cuando toquemos la vaina de latón, sino que además el sol puede alterar la presión del cartucho, provocando que tengamos tiros erróneos. Del mismo modo, vimos a varios tiradores “refugiados” sobre una red de camuflaje, que a modo de micro tienda de campaña improvisada, les protegía del sol. Y es que por ejemplo, un sombrero de ala ancha protege más que una gorra con visera, pero si te pones los cascos de protección auditiva, ¿cómo te pones luego el sombrero? También aprendimos, aunque es más evidente y es algo que ya la mayoría de tiradores conoce, que en estas situaciones de extremo sol el visor deja de tener un papel tan importante. Para evitar el efecto de la reverberación, el tirador debe reducir los aumentos, con lo que un visor potente y de gran nitidez, en este contexto al final acaba dando el mismo resultado que otra mira óptica menos cara.
Tras la conclusión de la prueba llegó la correspondiente entrega de trofeos y el sorteo de los distintos premios donados por las casas comerciales patrocinadoras de la tirada. Entre ellos, algunos de los productos de merchandising de Armas.es. Finalmente, en las propias instalaciones del destacamento militar se sirvió comida para todos los asistentes y se disfrutó de la sobremesa en una jornada de nuevo inolvidable.
El éxito de esta segunda edición de Uceda 300, en el que han tenido mucho que ver el Club de Tiro Quijote, con su presidente Santiago Gómez y su organizador Justo Javier Rey a la cabeza, y los responsables de la Brigada Paracaidista, corrobora una vez más las enormes expectativas y el gran interés que despierta el tiro de alta precisión con rifle y mira telescópica entre los aficionados españoles. Esperemos que la Real Federación Española de Tiro Olímpico no deje pasar esta oportunidad y se apunte un buen tanto reconociendo a esta disciplina como una de las modalidades oficiales del deporte del tiro.