Originariamente creado para la caza con revólver, el calibre .44 Remington Magnum es uno de los cartuchos más potentes del mundo. Aunque actualmente existen en el mercado calibres más potentes, como el 454 Casull o el .500 Maximum, el .44 Magnum ha logrado hacerse un hueco en la historia al haber sido utilizado para la caza de animales peligrosos como los osos pardos o los búfalos.
Smith & Wesson y Remington tienen el honor de haber sido los creadores de este clásico calibre que vio la luz en 1955 para equipar el revólver M29 de S&W. El .44 Magnum posee un gran poder de parada que, sin embargo, en muchas ocasiones se ha visto contrarrestado por su enorme retroceso.
Historia del .44 Remington Magnum
En su día tuvo el honor de ser conocido como el “cartucho más potente del mundo” y, aunque en la actualidad existen otros muchos que ya le han superado en potencia, el .44 Remington Magnum sigue gozando de gran popularidad entre los aficionados al tiro o la caza con revólver.
Precisamente, esta vertiente cinegética es la que dio origen a este calibre a mediados de la década de 1950. El célebre Elmer Keith, un apasionado de la recarga de munición para armas cortas, logró convencer a dos compañías claves para el nacimiento de este cartucho. Una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, Keith estuvo varios años trabajando en el diseño de un cartucho potente destinado a la caza con revólver. Así, gracias a la colaboración de Remington Arms por un lado, y de Smith & Wesson por otro, en 1955 el calibre .44 Remington Magnum vio definitivamente la luz. Aquellas primeras partidas de esta munición estaban formadas por proyectiles de 240 grains, capaces de alcanzar una velocidad de salida de 450 m/s.
En esencia, el .44 Remington Magnum, también conocido popularmente como .44 Magnum, es una evolución del .44 Special. De hecho, la principal diferencia entre ambos cartuchos es que la vaina del .44 Rem Mag es ligeramente más alargada, lo que permite una carga de pólvora mayor y de este modo generar también una mayor energía. Esa potencia sin embargo no le impide ser un cartucho muy preciso en distancias cortas. Más bien lo contrario, ya que el .44 Magnum ofrece un notable rendimiento con todo tipo de cargas (desde 180 hasta 250 grains, principalmente). Por otro lado, si a esta asegurada precisión se le añade su incontestable poder de parada, nos encontramos con un calibre perfecto tanto para la caza de piezas medianas como para el tiro deportivo de precisión.
Dadas sus buenas prestaciones, a finales de la década de 1960 la compañía estadounidense Auto Mag Corporation se animó a crear una versión del .44 Rem Mag para pistola. Nos referimos al calibre .44 Auto Magnum, un cartucho con prácticamente las mismas dimensiones y características que el .44 Rem Mag pero sin la clásica pestaña que identifica a los cartuchos para revólver.
A pesar de sus más de 50 años de historia, hoy en día todavía se considera al .44 Remington Magnum como el padre de los calibres más potentes para revólver. Algunos como el .454 Casull, el .475 Linebaugh, el .480 Ruger, o el .500 S&W ya le han superado y le han arrebatado su trono como cartucho más potente del mercado. Sin embargo, este hecho no ha restado ni un ápice de la fama y el reconocimiento que este calibre se ha ganado durante muchos años entre los tiradores y cazadores de todo el mundo. De hecho, para muchos de ellos todavía sigue siendo “el rey”.
.44 Remington Magnum, características
El .44 Remington Magnum, o simplemente .44 Magnum, es un cartucho de gran calibre diseñado originalmente para revólveres. Tras su introducción fue rápidamente adoptado para su uso en carabinas y fusiles. A pesar de la designación ".44", todas las armas diseñadas para el cartucho .44 Magnum, y su antecesor, el .44 Special, utilizan proyectiles de 0,429 pulgadas de diámetro aproximadamente. (10,9 mm).
El .44 Magnum se basa en un casquillo alargado de .44 Special, con una superior carga de pólvora para una mayor energía. Poco después de su introducción, el .44 Magnum fue eclipsando en el poder al cartucho .454 Casull, y otros. Sin embargo, sigue siendo el más popular cartucho Magnum de gran calibre. Cuando se carga al máximo y con un proyectil de gran peso y máxima penetración, el cartucho .44 Magnum es adecuado para la caza de todas las especies de América del Norte, a costa de un gran retroceso y fogonazo. Sin embargo, los cartuchos con cargas de baja velocidad y balas ligeras tienen menos retroceso y son más precisos para disparar.
Las armas preparadas para disparar este tipo de munición también aceptan cartuchos de otros calibres un poco más pequeños o menos potentes, como por ejemplo pueden ser el .44 Special o el .44 Russian. De este modo, el propietario de un revólver del .44 Rem Mag podrá disparar cartuchos del .44 Special en su arma aunque sin abusar demasiado, pues a la larga esta práctica podría acabar dañando la superficie de las recámaras del tambor.
A pesar de que sus orígenes están íntimamente vinculados al arma corta, y más concretamente al revólver, hoy en día este calibre también se suele emplear para la caza con rifles de palanca o con carabinas semiautomáticas. De hecho, una vez comprobaron su efectividad, tanto Ruger como Marlin diseñaron sus propias armas para este calibre.
Concretamente, fue en 1961 cuando Ruger lanzó al mercado la primera carabina semiautomática para el .44 Remington Magnum, mientras que poco después, Marlin fue quien presentó su “palanquero” Modelo 94 preparado para esta potente munición.
Un gran número de fabricantes de munición producen hoy su propia línea dedicada a este mítico calibre: Hornady, Winchester, Fiocchi, Magtech… La lista es prácticamente inagotable. La mayoría de ellos disponen de dos gamas bien diferenciadas: una más orientada hacia el tiro de precisión a blancos deportivos o siluetas metálicas; y una más enfocada hacia el sector de la caza. Incluso, hay algunas como la Double Tap Ammunition que se han especializado en la fabricación de cartuchos del calibre .44 Remington Magnum para un uso de defensa o policial.
Respecto a esta cuestión, durante muchos años se ha debatido sobre la conveniencia o no de este calibre como munición defensiva. Sus partidarios han esgrimido como argumento principal de su defensa su gran poder de parada (sobre todo a corta distancia), mientras que sus detractores siempre le han achacado el mismo defecto que a los revólveres: su escasa capacidad de carga. Aún así, tanto para lo bueno como para lo malo, el .44 Remington Magnum debe mucho al arma de tambor y, más especialmente, a un modelo en concreto: el M29 de Smith & Wesson que popularizó el detective Harry Callahan en la gran pantalla.