¿Holográfico o punto rojo?, ¿son lo mismo?, ¿qué ventajas tienen respecto a los visores de aumentos tradicionales?, ¿en qué situaciones ofrecen su mejor rendimiento? Estas y otras preguntas de índole similar son frecuentes entre quienes se plantean por primera vez adquirir uno de estos dispositivos ópticos. Unos productos que, por otro lado, están experimentando un enorme “tirón” entre cazadores, profesionales de las fuerzas del orden, y jugadores de airsoft. No obstante, se trata de unas miras muy recomendables para todos aquellos que buscan un accesorio que garantice una rápida adquisición del objetivo, aunque éste se encuentre en movimiento.
Cuando se habla de holográficos y puntos rojos, lo primero que debe quedar claro es la diferencia entre ambos productos. En este sentido, las miras holográficas suponen un importante avance tecnológico respecto a los visores de punto rojo, básicamente porque funcionan mediante la proyección de un holograma (que puede ser un punto, un círculo o una cruz) sobre una pantalla. Es decir, que su retícula es virtual, está proyectada.
En cambio, los visores de punto rojo sí que emiten esa retícula a través de un tubo, como el de los visores tradicionales, aunque un poco más pequeño. El avance en el diseño ha propiciado que hoy en día cueste diferenciar entre un visor holográfico y un punto rojo, al menos a simple vista. Aunque donde más se nota la diferencia es en el coste de ambos productos.
Lo que sí comparten los puntos rojos y los holográficos es que son unos dispositivos idóneos para la adquisición rápida del objetivo. En ambos modelos, el tirador o cazador no tiene que cerrar ningún ojo para apuntar, ya que a través de sus pantallas ve la misma escena que antes de encarar el rifle. La única diferencia es que, al mirar a través del holográfico o del punto rojo, encontrará un punto iluminado flotando en el aire y que, si está bien ajustado, será donde impacte la bala.
Cualquiera de estos visores carece de aumentos, por lo que el enfoque del objetivo se vuelve mucho más rápido. Además, con este tipo de visores el tirador tampoco pierde su visión periférica, ya que al avanzar con los dos ojos abiertos, siempre mantiene el máximo control sobre la situación. Por ejemplo, si aplicamos esta característica la mundo de la caza, al disparar con los dos ojos abiertos, el cazador podrá enfocar rápidamente a su pieza, además de controlar a cuál de ellas quiere abatir (como su campo de visión es más amplio, le “entran” en el visor más animales).
Del mismo modo, para un soldado también suponen una ventaja trascendental, sobre todo en escenarios CQB (batallas en espacios cerrados) o en combates urbanos con población civil de por medio. En este tipo de batallas, el soldado se mueve por zonas donde puede aparecer un enemigo o un civil, casi de cualquier rincón. Por lo tanto, tiene que mantener siempre una gran visibilidad, así como un arma lista para disparar ipso facto. Tanto la mira holográfica como el punto rojo son los que le conceden esta ventaja, ya que el soldado puede avanzar con el arma encarada en todo momento mirando a través de la pantalla del visor.
A pesar de no contar con aumentos, sí que existe la posibilidad de incorporarles un “magnificador” o lupa para acercarse visualmente al objetivo. Este tipo de productos actúan como un amplificador de aumentos del visor holográfico, y la mayoría suelen moverse entre los 3 y los 5x.
Debido a lo mucho que ha avanzado la tecnología óptica en los últimos años, en la actualidad ya se pueden conseguir este tipo de visores con retículas de diferente forma y estilos, e incluso de diferentes colores (rojo y verde, principalmente). Por otro lado, al igual que el resto de visores estándar, tanto los holográficos como los puntos rojos se pueden regular en altura y lateralidad, amén de poder elegir la intensidad lumínica con la que el tirador o cazador desee que se proyecte su retícula.
Aparte del concepto técnico, también existe otra importante diferencia entre un visor holográfico y un punto rojo. Y es que la retícula o el punto de referencia de un holográfico siempre se ve del mismo tamaño, aunque la distancia de tiro o de enfoque aumente. Esto, sin embargo, no sucede con los visores de punto rojo, ya que en este caso el punto sí que se agranda conforme aumenta la distancia de disparo; sobre todo a partir de 50 metros. En cualquier caso, ambas opciones son muy interesantes para aquellos tiradores o cazadores que, o bien no son del agrado de disparar con miras abiertas, o simplemente quieren un sistema que les facilite y agilice el proceso de encare y adquisición del objetivo.
Holográficos L-3 EOTech: La última tecnología al servicio del tirador
El L-3 EOTech es el visor holográfico por excelencia. No obstante, su empresa matriz, la estadounidense L-3 Communications, es la que junto a los técnicos de EOTech han patentado el sistema HWS (Holographic Weapon Sight o mira holográfica para el combate). Utilizada en los aviones de guerra F-14 Tomcats, esta tecnología basada en la proyección de un holograma sobre una pantalla de cristal, permite a sus usuarios una adquisición del blanco mucho más rápida y precisa. Y es que basta con colocar la retícula del EOTech sobre nuestro objetivo y disparar para conseguir un impacto certero.
Aparte de su ya conocida posibilidad de disparar con los dos ojos abiertos (sin perder en ningún momento la visión periférica), otra de las principales ventajas que vamos a encontrar cuando utilicemos una mira holográfica EOTech es su completa y total disponibilidad. En este sentido, siempre que se genera un holograma, toda la información necesaria para construir la imagen de la retícula se graba en la ventana del Heads-Up Display. De esta forma, si por algún motivo esa ventana se ve obstruida por barro, nieve, lluvia, etc., el holograma nunca desaparece, si no que el visor permanece operativo, con la retícula visible. Incluso en aquellos casos más extremos donde la ventana pueda romperse, el EOTech seguirá en funcionamiento, siempre y cuando quede algún trozo de la ventana libre para mostrar el holograma.
Vistos los excelentes resultados obtenidos en escenarios de combate real (Irak, Afganistán, Líbano, etc), el sistema holográfico desarrollado por L-3 EOTech se ha consolidado como uno de los métodos de puntería más fiables y rápidos del mercado. Sus ventajas ya han sido reconocidas por la mayor parte de los ejércitos del mundo, quienes los han implantado entre sus unidades de élite. Sin embargo, lejos de lo que en un principio pueda parecer, el abanico de aplicaciones de estas miras va más del ámbito militar. Así, por ejemplo, los cazadores también han empezado a adquirir este tipo de visores para sus rifles y escopetas. Y es que como ya hemos visto, estos productos facilitan un encare muy rápido e instintivo, incluso sobre blancos en movimiento (algo fundamental en el mundo de la caza).
En España, la distribución oficial de los productos EOTech corre a cargo de Borchers, quien comercializa dos versiones claramente enfocadas hacia el sector cinegético: los modelos 512.A65 y XPS2-0 (con retícula de punto y círculo); así como el modelo XPS2-1 (con retícula de solo punto). Las pantallas de estos tres modelos están protegidas por una carcasa metálica especialmente diseñada para resistir pequeños golpes y rozaduras. El EOTech 512.A65 funciona con 2 pilas LR6, mientras que los dos EOTech XPS2 (de tamaño sensiblemente inferior al otro modelo) tan solo utilizan una pila 123A colocada transversalmente. En cuanto a su precio, podemos encontrarlos a partir de unos 500 euros.