Los “professional hunters” que practicaban este tipo de arte venatorio disparaban al cráneo con el objetivo de causar el mínimo daño posible a la carne y a la preciada piel de la pieza, que posteriormente se comerciaba a un excelente precio en el mercado nacional e internacional. Así, para llevar a cabo con éxito su compleja misión, los cazadores profesionales de canguros requerían no sólo de un arma potente y precisa que les permitiera hacer blanco a esas distancias, sino también de un mira telescópica que fuera completamente fiable, que gozara de una óptima iluminación para poder disparar en plena oscuridad, y que contara con una retícula fácil de interpretar para poder centrar los disparos a diferentes distancias.
La elección final de esta óptica recayó en manos de una compañía local, afincada en el propio país australiano y cuyos primeros productos estaban obteniendo un gran respaldo entre los cazadores y tiradores “aussies”. Aquella firma, conocida como Nikko Stirling y cuyos orígenes se remontan al año 1956, cuenta hoy en día con una amplia gama de productos ópticos (visores, telescopios terrestres, prismáticos…), entre los que todavía se encuentra la serie con la que no hace tantos años se abatían canguros a larga distancia: la gama Nighteater. Estos visores Nikko Stirling Nighteater han sobrevivido al paso de los años apoyándose en dos pilares fundamentales: en primer lugar, la apuesta por unas lentes de alta calidad fabricadas en Japón; y en segundo término, la gran resistencia y fiabilidad de todos los modelos disponibles. Respecto al primer punto, todas las miras ópticas de la gama Nighteater utilizan lentes multitratadas de Grado A fabricadas en el país del sol naciente. Además, para garantizar una óptima visibilidad en cualquier situación lumínica, Nikko Stirling incorpora a todas las lentes de esta gama el revestimiento especial “Microlux ETE”, un tratamiento que mejora notablemente la transmisión lumínica a los ojos del tirador.
En cuanto al segundo pilar sobre el que se sustenta el exitoso y largo recorrido de los visores Nighteater, su dureza y fiabilidad, realmente hay que destacar que estos visores son fuertes y resistentes, incluso ante las siempre “peligrosas” carabinas de aire comprimido. El principal motivo por el que los visores suelen estropearse con este tipo de armas, estriba en que la mayoría de ellos están diseñados para soportar el retroceso procedente de una sola dirección (de adelante hacia atrás). Es decir, el retroceso tipo de un disparo con un arma de fuego. Sin embargo, las carabinas de aire comprimido, con sus duros muelles o resortes, sus pistones y sus sistemas de válvulas, pueden producir vibraciones y movimientos en todas direcciones tras cada disparo, afectando mucho más a la vida útil de nuestro visor. De hecho, aunque a priori parezca que se trata de armas de bajo retroceso, estas carabinas suelen afectar al rendimiento de los visores en mayor medida que las propias armas de fuego, sobre todo en aquellos modelos de miras telescópicas que no están preparados para este cometido. Así, los visores Nikko Stirling Nighteater están fabricados pensando en ofrecer una eficaz resistencia a las carabinas de muelle, lo que no sólo refuerza su durabilidad en este tipo de armas, sino que se acentúa en las propias armas de fuego.
Una gama muy completa
La actual colección de visores Nikko Stirling Nighteater se caracteriza por ofrecer una gran variedad de modelos, disponibles con varios rangos de aumentos y con diferentes tipos de retículas. Entre los modelos más solicitados se encuentran los que están equipados con retícula iluminada, un elemento de gran utilidad si se tiene pensado utilizar estos visores para uno de los principales fines para los que fueron diseñados: la caza o el tiro nocturno. Toda esta gama de modelos Nighteater con retícula iluminada queda encuadrada bajo la denominación comercial de “Platinum Nighteater”, y alguno de ellos, como el 1.5-6x44, dispone de un sofisticado módulo de iluminación digital, el cual, en lugar de la clásica torreta manual con varias posiciones relativas a la intensidad lumínica, cuenta con un sistema de dos botones (uno para incrementar la intensidad lumínica y otro para reducirla) mucho más ágil y rápido de manejar.
Aparte de por su retícula iluminada, la gama de visores Nighteater que conocemos hoy en día se encuentra dividida en dos grandes bloques: los modelos con tubo de 1” (25.4mm) y los que están montados sobre tubos de 30mm de diámetro. En ambos casos, el material utilizado es un tubo monopieza de aluminio aeronáutico de alta calidad, que va completamente sellado con nitrógeno y que está numerado individualmente. También en ambos casos, todos los visores han sido testados en más de 200 ocasiones con una fuerza superior a 240 kilogramos, para contrastar y corroborar así su afamada resistencia.
No sólo de caza vive el hombre
Aunque como ya hemos visto, el nacimiento de estos visores Nikko Stirling Nighteater está estrechamente vinculado a la actividad venatoria, con el paso del tiempo la firma australiana ha ido añadiendo nuevos modelos a esta colección, más enfocados hacia el tiro deportivo de alta precisión. Uno de los más conocidos y demandados es el Nighteater 8-32x44, un visor montado sobre un tubo de 1” y que está disponible con dos tipos de retículas: la clásica cruz fina (Fine Crosshair) y la más táctica Mil-Dot. Dado que está diseñado para disparar con precisión a largas distancias, este visor no sólo ofrece un amplio rango de aumentos (de 8x a 32x), sino que además cuenta con una torreta de ajuste de paralaje lateral a la que se accede cómodamente y que permite corregir el paralaje desde 15 yardas hasta infinito. Otro detalle a tener en cuenta de este visor es que sus dos torretas de corrección, la de altura y la de deriva, corrigen los impactos en 1/8 MOA por clic, una medida adecuada al tiro de precisión a larga distancia. Además, lo hacen de forma rápida y audible, como si de unas torretas tácticas se tratara. Por lo que respecta a los accesorios que acompañan al visor, este Nikko Stirling Nighteater 8-32x44 se entrega junto con unas tapas protectoras para las lentes de tipo flip-up (abatibles), así como con un parasol de 8cm de largo que va roscado a la parte interior de la campana.
A pesar de que este modelo en concreto, por su especial configuración y retículas, parece estar más indicado para el tiro deportivo, toda la gama de visores Nikko Stirling Nighteater ofrecen la posibilidad de contar con otras retículas más pensadas para la caza a larga distancia. Una de ellas es la conocida como LRX, una retícula de diseño propio que cuenta con una escala balística horizontal que permite ajustar y centrar el disparo rápidamente a diferentes distancias. Así, para sacarle el máximo rendimiento a esta retícula LRX basta con conocer la trayectoria o la caída del proyectil utilizado (información disponible en cualquier tabla balística) y colocar el punto de impacto en la línea horizontal correspondiente a la distancia de disparo, teniendo en cuenta que a 100 yardas la distancia entre el centro de la retícula y la primera línea horizontal es de 1” (25.4mm) y de 2” en la segunda (5,08cm).
En cualquier caso, ya sea para una actividad venatoria o para participar en una competición de tiro deportivo, el rendimiento que ofrecen estos visores Nighteater diseñados por Nikko Stirling sigue siendo igual de positivo y convincente que en sus orígenes, cuando los cazadores profesionales apostaron por este visor con lentes multicapa fabricadas en Japón para abatir los canguros a larga distancia. Sólo que ahora ya no sólo se pueden utilizar para tumbar marsupiales, sino que también son aptos para apresar cualquier especie cinegética de la fauna española, o para agujerear el centro de una diana de competición.