MINOX ZP5 3-15x50
Si algo evoca el nombre de este fabricante alemán, es calidad y precisión, características críticas en cualquier visor de gama alta que se precie. Los orígenes de esta marca se remontan formalmente a 1948, aunque su fundador, Walter Zapp, ya había comercializado productos ópticos desde 1922. La marca Minox se asocia indefectiblemente con las cámaras fotográficas de pequeño tamaño. De hecho, muchos de sus productos fueron empleados por espías de la Segunda Guerra Mundial de ambos bloques y también durante la Guerra Fría. Aunque desde entonces hasta ahora, su producción se ha diversificado, ofreciendo otros productos ópticos con el denominador común de la calidad y la innovación.
En este artículo analizaremos uno de sus visores tácticos más polivalentes, el MINOX ZP5 3-15x50. Una óptica que también nos servirá para practicar recechos y el tiro deportivo a larga distancia. Además, desde una perspectiva táctica, es un visor óptimo para los cometidos de un operador en el rol de tirador designado. Todo ello es posible gracias, entre otras características, a que es una mira telescópica con un buen equilibrio entre su rango de aumentos, su capacidad de largo alcance y un diseño deportivo compacto. No es el más liviano, ni el más compacto, pero satisface la mayoría de las necesidades que un tirador puede experimentar en diferentes ámbitos. Por otra parte, su ratio calidad – precio es de los mejores del mercado, ofreciendo un equipo de aspectos sobresalientes a un precio atractivo. A continuación, analizamos detalladamente todas sus características.
Estructura y dimensiones
La serie ZP de MINOX está pensada para un uso táctico profesional, es por ello que son considerados la gama más robusta y con mayor fiabilidad frente al trato más duro de este fabricante. La prueba es que cumple con varios estándares MILSPEC ópticos y mecánicos, por ejemplo, MILSTD 810, para condiciones ambientales tales como estanqueidad, temperatura y resistencia a golpes. Está especialmente diseñado para resistir impactos, pensando en un trato militar. Está purgado con gas argón, que evita que pueda empañarse. Además, es también resistente al agua, aguantando una inmersión hasta los 15 m de profundidad.
El cuerpo está fabricado en aluminio de calidad aeronáutica, utilizando un tubo de 34 mm, frente a los más habituales 30 mm. Este mayor grosor, le proporciona más resistencia estructural y mayor especio interno para la oscilación del tubo erector. Esto último tiene importancia, en tanto en cuanto, aumenta las capacidades de corrección de la óptica.
En cuanto a sus dimensiones, tiene una longitud de 345 mm y un peso de 920 g. Su tamaño puede considerarse compacto, algo complementado por su bajo perfil gracias a sus achatadas torretas. El peso no es especialmente liviano, pero está en la media de este tipo de visores, es el pequeño peaje que hay que pagar por tener un visor a prueba de bombas.
Características Ópticas
Este aspecto, junto con las cualidades mecánicas, son los más importantes a considerar en un visor. Con respecto a la calidad de las lentes, este es un elemento de valoración subjetiva que puede variar dependiendo del usuario. Desde mi punto de vista y habiendo evaluado numerosas marcas y modelos, puedo decir que posee un cristal y tratamientos de las lentes, excepcionalmente buenos. Técnicamente estos son de tipo Fully Multi Coated (FMC), lo que significa que se aplican varios tratamientos propietarios por cada cara de las lentes. Estos garantizan una transmisión de la luz sin apenas pérdidas, proporcionando además una gran contraste, nitidez, brillo y luminosidad, pero preservando la fidelidad de los colores.
Esta última propiedad es especialmente importante, si lo utilizamos en recechos u operaciones tácticas, donde el camuflaje natural o artificial, hace difícil distinguir los objetivos situados a gran distancia. Ni que decir tiene, que en el rango de los aumentos máximos, una situación en la que normalmente una óptica destapa sus carencias, no se aprecia distorsión o aberraciones cromáticas de tipo alguno. Incluso los bordes, de la imagen transmitida, se muestran perfectos en todo su perímetro.
Probamos la óptica en diferentes franjas horarias, porque como todos sabemos, es en las condiciones de baja luminosidad cuando las ópticas muestran sus debilidades. Como esperábamos los resultados fueron excepcionales. Enfocando objetos del entorno natural, donde se haya el campo de tiro de pruebas, fuimos capaces de observar detalles que con otros visores sencillamente es misión imposible. En términos de calidad, no hay duda, que está posicionado entre las vacas sagradas del sector, superando algunos de ellos que son notablemente más caros.
Campo de visión, alivio ocular y “eyebox”
Otro de los aspectos donde este visor destaca es en la amplitud del campo de visión, especialmente en la mínima magnificación, nada menos que 12,8 m. Este dato tiene especial valor si utilizamos el visor en tareas cinegéticas o tácticas. En ambos casos, esta característica nos permite un fácil reconocimiento del terreno buscando objetivos. Además, ciñéndonos a un uso táctico, permite observar simultáneamente el entorno de los mismos mientras se abaten, para advertir y evitar contramedidas de respuesta.
El alivio ocular también es significativo, con 90 mm, nos ayuda a posicionar nuestro ojo a una distancia segura del ocular, sobre todo si lo utilizamos sobre rifles de calibre magnum de gran retroceso. Esta característica se combina con un generoso “eyebox” o caja ocular, una característica propia de los visores de gama alta. Esto permite, en las diferentes configuraciones de aumentos del visor, un amplio movimiento lateral y axial de la cabeza con respecto al ocular, mientras se mantiene un campo de visión completo de la imagen transmitida. La consecuencia, es una gran facilidad para encontrar rápidamente la postura correcta con respecto al visor y por tanto, una elevada velocidad a la hora de localizar y apuntar al objetivo.
La retícula
Para este modelo están disponibles varias retículas en primer plano focal, estas son: MR2, MR5 y la clásica MIL-DOT. La que se nos ha suministrado con el visor para su análisis, ha sido la MR5, que es la MR2, pero dotada de iluminación. Al tratarse de un visor con vocación militar es lógico el empleo del primer plano focal. Porque esta es una configuración, que sea cual sea el número de aumentos empleados, nos permite utilizar la retícula para calcular la distancia al objetivo, siempre que sea conocido el tamaño del mismo o el de un elemento adyacente. Esto tiene como derivada, que podamos hacer correcciones rápidas y precisas, para ajustar la trayectoria de nuestro disparo. Por lo que respecta a su diseño, decir que está muy bien resuelta, que es visible en bajos aumentos y no entorpece a máxima magnificación.
Un apunte con respecto a la iluminación, decir que es completa en los dos ejes y que posee 11 niveles de intensidad en la escala, con transiciones de apagado entre cada selección. Esto nos evita realizar recorridos largos con la ruleta desde la posición de apagado, buscando el “preset” adecuado o a la inversa. La amplia escala disponible, nos permitirá elegir la intensidad más adecuada, sin que se produzca deslumbramiento o distracción del objetivo. Tampoco olvidemos, que la iluminación es una opción para trabajar con la retícula en condiciones de baja luminosidad, donde es necesario identificarla en un entorno confuso por las circunstancias ambientales.
En cuanto a las características de diseño de la retícula, esta es de tipo MIL-HASH, es decir una MIL-DOT en la que se sustituyen los puntos por postes. Además, incluye en los cuadrantes inferior izquierdo y derecho, dos escalas de ayuda para estimación de la distancia. Se trata de una escala AQRAS en el primer caso y de una MRAD en el segundo. Huelga decir, que una vez conocida la distancia, ajustaremos los clics de altura de nuestra torreta, de acuerdo a nuestro binomio cartucho rifle o apuntaremos con la parte de la retícula principal que corresponda.
Aquellos usuarios acostumbrados al uso de los modernos telémetros láser, desestimarán este tipo de asistencias. Pero deben tener en cuenta, que hay numerosas situaciones en las que es posible que no contemos con este instrumento, no esté operativo o que simplemente, las circunstancias ambientales impidan su uso: niebla, lluvia, nieve, etc.
Por otra parte, también pueden darse casos, en los que contemos con una escasa ventana de oportunidad para realizar el disparo y estas retículas auxiliares nos permiten cálculos mentales rápidos, sin necesidad de apartar la vista del ocular y por tanto ni del objetivo. ¿Pero por qué dos métricas diferentes? Pues porque en una prima la exactitud (MRAD) y en la otra la velocidad de cálculo (AQRAS). Dependiendo de las circunstancias operaremos con una u otra, aunque tampoco debemos olvidar, que obviamente con los ejes principales de la retícula, es posible realizar cálculos de la distancia, aunque algo menos precisos que con la MRAD.
En un primer vistazo, la escala AQRAS recuerda inmediatamente a algunas retículas de las ópticas empleadas en armas militares de la Europa del este, me vienen a la cabeza la PSO-1 del rifle ruso Dragunov y la Zrak del serbio Zastava M-76. En ambos casos, presuponiendo una altura media de 1,75 m a un humano, bastaba encajar la figura en la escala para saber la distancia de forma inmediata. En el caso de la AQRAS, esta funciona para cualquier tamaño del objetivo, solo necesitaremos encajarlo en la escala y aplicar la siguiente fórmula: Tamaño del objetivo (cm) x Valor obtenido en la escala = Distancia al objetivo (m).
Para el caso de la MRAD, indicar que la escala principal es en incrementos de 0,1 MRAD, con subdivisiones en 0,05 MRAD. Este escalado permite cálculos sumamente precisos, aplicando la siguiente ecuación: Tamaño del objetivo (mm) / Valor obtenido en la escala (MRAD) = Distancia al objetivo (m). Es obvio que estos cálculos requieren más atención, aunque solo sea por el tipo de graduación de la propia escala.
Mecánica y torretas
La mecánica es el otro aspecto crítico en un visor, más aún si está pensado para la larga distancia, donde cualquier error se magnifica a medida que el objetivo está más alejado. Para comprobar la misma, nos servimos de una diana de calibrado, realizando varios desplazamientos horizontales y verticales para acabar volviendo al punto de partida. Los resultados fueron muy buenos, algo corroborado por otros probadores norteamericanos. Se puede decir con seguridad, que acompaña en calidad a la óptica.
Las torretas son sin duda uno de sus elementos o señas de identidad distintivas, presentan un aspecto achatado y robusto, que hace que sobresalgan poco de la silueta del visor. Esto desde luego no es malo, sino todo lo contrario, ya que así se reduce la probabilidad de que se enganchen en la ropa del operador o el entorno. Por otra parte son anchas, llenando bien parte de la mano, haciendo que sean fáciles de manipular.
Son descubiertas y carecen de seguro, pero presentan un buen compromiso entre seguridad y operativa, con una dureza algo elevada, pero que en ningún caso resulta incómoda. No debemos perder la perspectiva que estamos analizando un visor de tipo militar, preparado para el trato más despiadado. Esto unido a la buena textura del contorno de las tapas, hacen que resulte muy difícil pasarse de clic, ejerciendo un buen control sobre su manipulación.
La medida de las mismas es en MRAD, cada clic representa una corrección de 0,1 MRAD. La torreta de altura admite una corrección máxima de 28 MRAD en dos rotaciones y la de deriva +- 6 MRAD en media rotación. En el cuello de la torreta de altura se observan dos bandas de números, la más cercana a la base corresponde a la primera rotación y la superior a la segunda. Estas dos rotaciones se diferencian fácilmente, de forma visual y táctil, fácilmente mediante dos pequeñas ventanas en la base. Tienen una sólida parada a cero, cuya puesta se realiza de forma fácil accediendo a través de las tapas de las mismas.
Detalle de las retículas auxiliares AQRAS y MRAD
Otros controles
El control de paralaje es de tipo reóstato, con un ajuste de 50 m a infinito, sin marcas guía de distancias. El tacto de la ruleta es suave y fluido, permitiendo fácilmente una operativa precisa. Montada sobre esta, se encuentra la rueda de selección de iluminación de la retícula, que posiblemente sea el control más suave de operar. Otro control es la ruleta del ocular para el ajuste de dioptrías, que tiene un rango de -3 a +2,5 y que posee un cómodo sistema de seguro para mantener la selección.
Finalmente señalar, que el anillo de magnificación tiene un tacto muy correcto. Para ayudar con su manipulación, cuenta con una media aleta a modo de maneta y cortes estratégicos en el cuerpo de anillo, que aseguran su manejo con guantes y en condiciones adversas (frío, lluvia, barro, manos sudadas, etc.). La posición de dicha aleta sirve también para conocer el nivel de magnificación de forma visual y táctil, sin necesidad de mirar la graduación. Estando ésta en posición vertical, es señal que marca los seis aumentos.
También decir que, la escala de los valores de aumentos impresa en la zona del ocular, presenta diferentes formatos, alterna blanco sobre negro y negro sobre blanco, su objeto no es otro que facilitar la lectura en condiciones difíciles.
Accesorios
El visor trae de serie un juego de tapas de la casa TENEBRAEX, estas son de polímero y ciertamente son un tanto básicas para la calidad general del visor. Ahora bien, vienen incluidas en el conjunto y suponen una protección básica para las lentes, que por otra parte el fabricante recomienda encarecidamente en su manual. Tal vez su pequeño inconveniente, es que pueden llegar a condicionar la colocación en altura del visor, en su haber decir que son longevas y fáciles de quitar y poner.
Resumen
Yo denominaría a este visor “el tapado”, es una marca con poca proyección en los ambientes tácticos y deportivos de nuestro país, pero está en condiciones de plantar cara a las vacas sagradas del segmento de visores de gama alta, dada su tremenda calidad. Con una óptica y mecánica impecables ofrece un rendimiento excepcional. Personalmente me ha sorprendido, es un visor excelente para las tareas de tirador designado y para recechos si le damos un uso cinegético. Existe una versión en 5- 25x56 mm con similares cualidades, que resulta idóneo para la pujante modalidad de Precision Rifle Series (PRS) recién implantada en nuestro país.
Agradecimiento
Agradecemos a EXCOPESA, distribuidor exclusivo MINOX para España, la cesión del material necesario para la elaboración de este artículo. www.excopesa.es