El Mosin-Nagant M1891/30 es uno de los pocos rifles que pueden presumir de ostentar el apelativo de clásico. Su efectividad durante la Segunda Guerra Mundial le llevó a convertirse en uno de los mejores rifles de todos los tiempos. En realidad, este arma utilizado por el Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial es el resultado de la modernización del rifle original de 1891. Esta arma, conocida en Rusia como “Vintovka Mosina”, se desarrolló por encargo del Gobierno a principios de 1890.
El capitán ruso Mosin y el diseñador belga Nagant fueron los padres de este rifle, declarado arma oficial del ejército en 1891. Casi 40 años más tarde, en 1930 el Ejército Rojo adoptó el M1891/30 como arma reglamentaria también para sus francotiradores. Se trata de una evolución del modelo original, que cuenta con una mira telescópica PE de 4 aumentos y una PU de 3,5 (preferida por los snipers). Desde su nacimiento, el M1891/30 se mostró como un rifle muy preciso, fiable y resistente, que ofrecía unas grandes prestaciones en el campo de batalla. Esto propició que el Ejército Rojo ordenara su producción en masa, llegando a fabricarse 300.000 unidades entre 1941 y 1943.
De esta forma, el M1891/30 se convertía en el primer rifle sniper fabricado en masa, algo que, sorprendentemente, no logró mermar su enorme precisión. Tampoco lo hizo el hecho de que fuera producido en tiempos de guerra. Precisamente, durante la Segunda Guerra Mundial es cuando este rifle se forjó su propia leyenda. De hecho, la fama del M1891/30 en el campo de batalla fue tan importante que incluso algunos francotiradores alemanes preferían utilizar este rifle, que capturaban al enemigo, en vez del Mauser 98K oficial. El M1891/30 estuvo en servicio hasta 1963, cuando fue sustituido por el SVD. Sin embargo, su uso todavía continuó vigente en muchos países comunistas, como por ejemplo Vietnam, donde libró un apasionante duelo contra el M40 estadounidense.