En armas.es nos vimos sorprendidos este mes por la publicación de un artículo en el diario Marca, en el que se señalaba a la Real Federación Española de Tiro Olímpico por presuntas irregularidades en su gestión.
Para ponerles en situación, el tabloide señalaba la intención, de una agrupación de presidentes de federaciones autonómicas, de denunciar a la RFEDETO por la intención de aumentar la cuota de la licencia única, que es obligatoria desde el pasado mes de julio, en lo que, según los denunciantes, es una medida desproporcionada, con afán recaudatorio y sin ofrecer nuevos servicios. Las federaciones, que hasta ahora habían elegido cumplir la normativa asumiendo los gastos, sin incrementar el costo a los deportistas, temen que esta decisión provoque una reducción drástica del número de afiliados.
Para aquel lector que desee profundizar en el tema, le recomendamos que visite el completo artículo que dedicamos al tema en nuestra versión online, en el que exponemos todas las claves del caso, para que cualquiera saque sus conclusiones.
Sin embargo, subamos un nivel más alto y olvidémonos de la RFEDETO, en concreto, para centrarnos en los escándalos que protagonizan la gran mayoría de las directivas de federaciones de deportes menos seguidos por las masas.
Sin ir más lejos, recordemos el caso de la bicampeona del mundo de Bádminton, Carolina Marín. Una deportista onubense, perteneciente a una disciplina poco seguida por los medios de comunicación, se convierte de la noche a la mañana en un fenómeno de masas. Tras ganar un campeonato del mundo, en un terreno que era coto de caza exclusivo de los asiáticos, Marín intenta gestionar mejores ingresos económicos con patrocinadores... hasta que la Federación Española de Bádminton se mete en medio intentando sacar una tajada excesiva, llegando incluso a amenazar la continuidad del puesto del entrenador personal de la campeona, en lo que casi desembocó en la no participación de la deportista en la copa del mundo, que a posteriori ganaría.
Y volviendo al redil hablemos de Fátima Gálvez, ganadora de la medalla de oro de tiro (modalidad de foso) en los Juegos Olímpicos de Bakú, que señala a la RFEDETO por apartarla del grupo de alta competición federativo, evitando su participación en el Europeo y la Copa del Mundo, en lo que, según la tiradora, es una represalia por no participar en el campeonato de España.
En la redacción de armas.es nos hacemos esta pregunta: ¿están gestionadas correctamente las federaciones deportivas de este país?
Cualquiera hoy en día está actualizado en cuanto a las polémicas que sacuden a las altas esferas del fútbol español y europeo, pero lo más sangrante es la enorme cantidad de rumores extraños, casos de corrupción, intentos de extorsión, agujeros en la gestión y demás corruptelas que no hacen más que destrozar disciplinas deportivas necesitadas de los pocos recursos de los que pueden disponer.
Podemos ser un país lleno de incoherencias y fallos garrafales, pero lo que no podemos permitir bajo ningún concepto es no potenciar (ergo perder) nuestro talento, puesto que si apagamos la luz de los que resplandecen, estaremos condenados a vagar en la oscuridad de la mediocridad para siempre. Y en este caso, le ha tocado revisión a la RFEDETO, por lo que preguntamos a los tiradores: ¿está la federación realizando una correcta gestión de los recursos de sus afiliados?