Page 608 - Guia - Entrenando (para novatos como yo) - Armas.es
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ndo comenzamos a disparar nos sometemos a las agresiones descritas anteriormente. El arma nos
“patea", aturde y ciega (en algunos casos más que en otros). Nadie está preparado para este tipo de
agresiones desde el nacimiento y para tolerarlas debemos acostumbrarnos a ellas. Es necesario
aprender a manejarlas. El tirador novel tiene varios inconvenientes que vencer, producto de los
reflejos que mencionamos: cierra los ojos, quiebra la muñeca hacia delante anticipando el retroceso, y
para sacarse de una vez este “lío" del disparo tira del disparador en lugar de presionar suavemente.
Estas acciones hacen que cualquier cosa buena a nivel técnico que el tirador haya realizado
previamente, desaparezca en el instante en que está ejecutando el disparo.
Todos los tiradores de cualquier nivel deben lidiar con diferentes inconvenientes (los gatillazos, la
parada del arma, la alineación de las miras, la alineación del arma, la respiración, etc.), sobre todo
cuando están bajo tensión. He visto a muchos tiradores que, después de varios años tirando, aún
cierran los ojos en el momento del disparo o siguen anticipando el retroceso del arma. La diferencia
entre los novatos y los tiradores más experimentados es que estos últimos cometen errores más
pequeños, más sutiles y quizás menos frecuentes, pero el error es siempre parte de todo el proceso.
Por ello se debe practicar la técnica correcta con el objetivo de afianzar la preparación y ejecución de
un disparo.
Prestemos atención a la magnifica secuencia de un disparo que se observa en la siguiente figura:

A: El disparo está por salir. Ojos abiertos. Concentración absoluta. Presión sobre el disparador. ¡Pum!
B: Se observa el viento balístico que precede al proyectil. El tirador esta absolutamente concentrado y
mantiene los ojos abiertos.
C: El proyectil está en vuelo (a la izquierda). Aún no se abre la recámara. Todavía no hay retroceso.
D: Comienza el retroceso del arma. El proyectil ya está en el blanco. Los ojos aún bien abiertos.
E: Comienza la extracción de la vaina. El tirador aún no parpadea.
¿Cuál es la solución?
Aprender la técnica correcta, afianzarla con el entrenamiento y trasladarla a la competición. Pero todo
este proceso necesita no solo de una guía experimentada, sino de la férrea voluntad de trabajar por
parte del alumno. Nada se consigue sin trabajo y sin dedicación. Muchos dirán “pero esto es un juego,
una diversión" y para muchos lo es. Pero si no estás dispuesto a trabajar, no esperes mucho más de lo
que ya tienes.
Vamos a repetir una y otra vez en estos artículos la necesidad de que el tirador sea absolutamente
sincero consigo mismo. Sin una crítica objetiva no hay aprendizaje.
Obviamente, no soy psicólogo ni nada que se le parezca, pero sí puedo decirles que las personas que
escriben o enseñan sobre el funcionamiento de la mente coinciden básicamente, con mayor o menor
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